¿Porqué Super Castlevania IV es tan inolvidable y tan trascendental para muchos?

Hace un tiempo atrás un gamer llamado Antonio Monteiro batió un record guinness por poseer la colección más grande de videojuegos en todo el mundo, yo ví aquel video totalmente encantado, asombrado y maravillado, pero la cosa que más poderosamente llamó mi atención es que de toda la basta colección de juegos que poseía, él dedica unos segundos para tomar uno de los cartuchos de su colección de SNES y hacer una mención a Super Castlevania IV como su juego favorito por sobre todos los demás (y en sus palabras, el mejor juego del mundo).

Eso me hizo pensar en la trascendencia que ese juego tuvo en la vida de muchos (la mía incluída).

Me hice fan de Castlevania a partir del 3 de NES por allá por el 92, un juego que disfruté y amé por sus personajes, su historia, sus escenarios y sus multiples finales, aún no tenía la SNES y ya deseaba tenerla solo por Castlevania IV, tuve la oportunidad de jugarlo arrendándolo en Blockbuster y fué toda una sorpresa ver cosas que no imaginaba se podía lograr en el SNES, esos 3 días que me dieron para disfrutar el juego quedaron en mi retina y exacerbó más mis deseos de tener la SNES, imaginen lo que significó para mi el devolver el cartucho y quedarme con los recuerdos, aunque de las pocas cosas que le pude criticar respecto a Castlevania 3 es que no podías elegir caminos ni personajes, pero la propuesta jugable que tenía compensaba aquellas pérdidas.

Cuando ya tuve la consola y por fin pude dar el siguiente paso a comprar el juego, nunca olvidaré aquel domingo de abril de 1994 cuando pude reunir el dinero con un entusiasmo ya desbordado que solo podría descargar el lunes siguiente cuando fuí a comprarlo, ese momento fué mágico porque me apuré en terminar mis tareas para que me llevaran a la tienda antes que la cerraran (aún tengo la boleta de aquel año guardada como un tesoro), la cosa es que nunca a un juego le había sacado tanto el jugo, al punto que me conozco todos los escenarios de memoria, sus secretos, así como también el desgaste al que me sometí a mi mismo, ya que de tanto jugarlo se me hizo fácil y ya no representaba dificultad alguna, razón por la cual no volví a jugarlo en décadas pero siempre sabiendo que poseía una joya de juego (aunque también entendí en qué cosas fallaba y qué debieron haberle cambiado para que no perdiera su frescura).

Curiosamente soy de los pocos que entendieron porqué Dracula X retomó la idea de limitar el látigo a los costados y porqué la evolución culminó hacia Symphony Of The Night, pero aún así nunca pude olvidar a Castlevania IV por muchas secuelas posteriores que vinieron después, si alguien como Koji Igarashi no pudo igualar el talento inigualable de Treasure, tampoco lo iba a lograr Kojima, Lord Of Shadows retomó algo de los escenarios épicos de Super Castlevania IV pero lo desvirtuó con una jugabilidad que no rindió con el mismo dinamismo, incluso la hizo confusa y tosca, más que un juego de aventuras fué más un juego de tratar de no perderse.

Llevo años esperanzado por ese Castlevania V que quizás nunca llegue (para mi es tan triste que Treasure se fundó precisamente porque sus programadores no querían hacerla), inesperadamente Contra III tuvo una secuela canónica sin subtítulos burdos, algo de esperanza me queda.