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Foro Off Topic y humor
Por ElFumiDeMorata2090
Hace 4 años / Respuestas: 2 / Lecturas: 138

El Legado de Byrd (2)

[spoiler="Prólogo"][url=https://www.3djuegos.com/foros/tema/50308910/0/el-legado-de-byrd-1/]https://www.3djuegos.com/foros/tema/50308910/0/el-legado-de-byrd-1/[/url][/spoiler]

[b]Capítulo 1[/b]

—[i]Disculpe, ¿cuánto falta para subir abordo?[/i] —preguntó aquel hombre en un intento de saciar la voraz curiosidad de su hijo impaciente.

—[i]No mucho, señor, en unos diez minutos estará todo listo[/i] —respondió uno de los empleados de la aerolínea.

—[i]Gracias[/i] —replicó el tipo poniendo punto y final al breve pero conciso intercambio de información.

Mientras éste regresaba al banco que compartía con su pequeño, Adam se encontraba sentado un par de filas atrás, en una de las múltiples butacas de color azul que se distribuían en torno a la puerta de embarque. De entre las muchas personas que como él se hallaban esperando, era incapaz de quitarle el ojo de encima a ese individuo mondo y notablemente obeso. Tampoco a su hijo, el cual le recordaba bastante a sí mismo un par de décadas atrás. Su expresión reflejaba un deseo entonces inabarcable, el de haber podido disfrutar una infancia plena en lugar de la que, triste y desoladora, tuvo que hacer frente.

Su niñez quedó marcada por la muerte de sus padres en un trágico accidente aéreo que podría haberse evitado si los estamentos pertinentes de la compañía que poseía los derechos de vuelo hubieran aceptado paralizar el despegue tras dos intentos previos fallidos, los cuales el piloto notificó pero que inexplicablemente quedaron impunes de sanción. No uno sino dos motores fueron los que ese día decidieron arrebatarle la vida a una lista de pasajeros que ascendía a más de 200, entre los cuales se contaban hombres, mujeres, niños, ancianos… Familias que tras mucho tiempo separadas por fin se encontraban a un par de horas de saciar el vacío emocional que por distintos motivos se había instalado en sus respectivas rutinas.

Tras conocerse el fatídico desenlace de sus progenitores, fue su tío Melvin, presidente de la compañía que su hermano y padre de Adam, legítimo heredero, había decidido obviar en busca de una vida alejada de los despachos, el que se hizo cargo de la custodia, llevándoselo consigo a vivir a la ciudad de Leeds. Nada más ingresar en la escuela más popular que la cartera de su tío se podía permitir, conoció a Phillip Woodgate, un crío también huérfano de padres y adoptado a la edad de dos años, con quien enseguida hizo muy buenas migas, llegando incluso a compartir la doble licenciatura de Filología Clásica y Arqueología, aunque este último sería el menos entusiasta de las aulas en detrimento de los viajes y las excursiones en busca de la remanente pasada. Un Indiana Jones de la vida, como bien se refería a él Adam.

El pobre, al vislumbrar el aeroplano a través de la imponente cristalera que daba a la pista, no podía evitar que las lágrimas se amontonaran en ambos ojos, deseosas de brotar al recordar con rencor el no haber acompañado a sus mayores aquel día, en un desplazamiento que se planeó con tanta cautela y minuciosidad, cuyo único motivo de ser yacía en celebrar el trigésimo cumpleaños de su madre, Eva, pero que a causa de una fuerte fiebre, le impidió unirse a ellos en lo que acabaría siendo su eterno letargo.

Cuando por fin los altavoces del aeropuerto dieron luz verde al embarque, él decidió esperar a que la ingente cantidad de personas que ya se habían plantado frente al mostrador, agarrados con ahínco a sus pasaportes y tiques, así como a unos equipajes de mano cuyas dimensiones le hacían preguntarse cómo era posible que se admitieran en cabina; en fila india, la cual cortaba de un extremo a otro el recinto, rebajase tanto su cuantía física como los niveles de éxtasis, en su mayoría infantil (seguramente por culpa de la escala que se debía producir en París), que provocaba un viaje así en los posteriores pasajeros. Una ligera mueca dentro del pesar que auguraban sus ojos desveló la gracia que le provocaba el hecho de que muchos de los padres, excluyendo al que en un principio el se había fijado, que se hallaban caminando a paso de tortuga, riñesen a sus hijos y les jurasen que nada más regresar se dispondrían a vender todo el catálogo de juguetes poseídos por los pequeños si no se comportaban como era y es debido. Una extorsión en toda regla…, aunque en muchas ocasiones necesaria.

Cesado el revuelo, se dirigió a la azafata encargada de la estiba emigrante billete en mano. Ésta le recibió con un gesto alegre y sonriente, el cual de algún modo sintió familiar a la par que distante. Aún con todos sus esfuerzos, Adam era incapaz de sentirse bienaventurado a causa de lo que estaba por venir. Seguía siendo la víctima de abundantes recuerdos que no cesaban de inundar y rebasar su frágil mente. Tras unos segundos de espera, prosiguiendo con su hado, recibió la bienvenida a bordo protocolaria y se adentró en las entrañas de la nave.

En busca de la D19, su camino no paraba de verse interrumpido por la incesante confusión entre quienes creían haberse sentado en su localidad correspondiente, aquellos que buscaban el más mínimo espacio donde cupiera su bagaje, los auxiliares de vuelo que de una punta a otra ofrecían su ayuda a quienes la precisaran, etc… Tal barullo lo dejó con los nervios a flor piel puesto que nunca había sido la clase de persona a la que le atrajese las multitudes. Afortunadamente para él, logró rehacerse a lo largo del camino y llegar sano y salvo a su asiento, cuyo perfil izquierdo daba al pasillo, y  cuyas plazas conjuntas compartiría con una madre y su hija.

Selladas las puertas del avión, éste comenzó a poner rumbo a la pista principal tomándose el tiempo necesario los pilotos para dejar espacio a las demás naves que también debían cumplir con las exigencias de su itinerario pertinente. Entretanto, las aeromozas se dedicaban a exponer ante los ahora sosegados viajeros el usual baile instructivo para lidiar con cualquier posible eventualidad las cuales Adam no quería ni imaginar. Ya le resultaba complicado reunir el valor necesario para aceptar la propuesta de su viejo amigo Phillip, como para ahora deber mantenerse a su vez alerta por las muchas catástrofes que la naturaleza, o incluso la desidia humana, pudiera acarrear a un simple viaje de no más de tres horas.

Al llegar a la vía central, la nave se paró esperando la orden de despegue proveniente de la torre de control. A lo largo de esos minutos, Adam no lograba relajarse, lo que hacía que sudara sin control y que agarrase con todas sus fuerzas los reposabrazos de su asiento. La mujer a su lado, al percatarse de ello, le preguntó:

—[i]Oye, ¿estás bien?[/i]

A lo que él contestó —:[i] Lo cierto es que no, hace mucho tiempo que no viajo en avión.[/i]

La chica le miró con cierta empatía y reposó su mano sobre la de él—: [i]Hmm, a mí me pasaba lo mismo…, cuando era una niña[/i] —los dos no pudieron evitar compartir una ligera risa. — [i]No te preocupes, cuando te des cuenta ya estaremos ahí arriba[/i] —concluyó.

—[i]Eso espero[/i] —replicó.

Con todas y cada una de las personas al fin sentadas y estando sus respectivos cinturones abrochados, la reacción de los turbinas comenzó a hacer vibrar el fuselaje del avión. A través de las ventanillas solo se podía observar como se iban dejando atrás la pista, el aeropuerto y la torre de control. A cada segundo que pasaba, la tensión se iba apoderando de nuestro protagonista que, aún siendo auxiliado por su inesperada compañera de viaje, cerró los ojos y se dedicó un “Padre Nuestro” únicamente para lograr tranquilizar sus nervios.

—[i]Amén[/i] —pronunció al finalizar con su oración.


[b]Continuará...[/b]
Short stories, Lovecraft y Agartha
EDITADO EL 17-06-2019 / 15:10 (EDITADO 4 VECES)
2 VOTOS
Crafterlock3966Hace 4 años1
@ElFumiDeMorata ¿No vas a continuarla? Ya hace casi veinte días. Está genial, me tienes en vilo. ¿Que ha encontrado Phill? Soy un gran fan de Lovecraft y doy fe que pareces miembro de su círculo. (No se porqué la historia me hace pensar en [i]En las montañas de la locura[/i].).
1 VOTO
ElFumiDeMorata2090
Expulsado
Hace 4 años2
@Crafterlock
Mostrar cita
@ElFumiDeMorata ¿No vas a continuarla? Ya hace casi veinte días. Está genial, me tienes en vilo. ¿Que ha encontrado Phill? Soy un gran fan de Lovecraft y doy fe que pareces miembro de su círculo. (No se porqué la historia me hace pensar en [i]En las montañas de la locura[/i].).
Sí, la continuaré, es que justo la semana siguiente a subirlo me tocaba enfrentarme a los exámenes finales de la carrera, los cuales acabé hace unos días. Puede que tarde un poquito más, pero no te preocupes, ésta historia continuará, gracias por haber mostrado interés en ella
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Hay 2 respuestas en El Legado de Byrd (2), del foro de Off Topic y humor. Último comentario hace 4 años.

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