El arte de innovar en la pintura

Retratistas y paisajistas tenemos muchos en el mundo, conocidos y desconocidos, artistas puros que desde su talento son capaces de crear con solo un lápiz de grafito y papel, pero pocos son los que se atreven a crear una tendencia artística, no solo por el hecho del esfuerzo de creatividad que este requiere, sino por la misma limitativa de creatividad que existe en el subconsciente del ser humano. ¿Pensarías acaso alguna vez en que unos zapatos con ruedas y motor serían útiles para el traslado del ser humano de lugar en lugar, o que si transformáramos y acondicionáramos tanques de agua abandonados en hogares para personas pobres quizá ayudaríamos a apostar mejor por nuestra sociedad? No lo creo, y si lo piensas igual no harías nada por hacerlo posible y esto sucede en situaciones cotidianas, comunes y en el profesionalismo. 

En las artes no es la excepción, artistas como Claude Monet, Van Gogh, Da Vinci e incluso Salvador Dalí (quien ahora es un icono más reconocido gracias a la utilización de su rostro como representante en las máscaras de los ladrones en la serie “La casa de papel”) también fueron criticados duramente por sus estilos e innovaciones, incluso por obras que parecían ser demasiado diferentes para triunfar. Y en la actualidad contamos con un sinfín de artistas capaces de hacer más que esto y demostrar que la innovación forma parte de la nueva era, entre ellos el pintor Gabino Amaya Cacho quien inició con estilos de pinturas clásicas y tan pronto tomó el control de sus pensamientos se arriesgó con la pintura en base al puntillismo abstracto, corriente de su propia invención y posteriormente lo replanteó con el puntillismo abstracto figurativo con el cual ha incrementado sus ganancias, si bien sus cuadros ya eran reconocidos en países como Hungría, Indonesia y más, ahora cobran un papel educativo mayor y de inspiración.