Feminismo y democracia representativa - Política, historia y ciencia

[b]El movimiento feminista como estrategia competitiva y corporativa de la élite progresista. [/b] Sin hacer demasiada historia, el feminismo, así como todos los males que nos aquejan, es un resultado esperable del sistema de representación popular. El problema de la democracia, que bien puede haber sido concebida como una forma sensata de ponerle límites al poder, es que no tarda en degenerar en un vector para el soborno legalizado -una especie de ida y vuelta criminal entre el político y el ciudadano-. Lo primero que descubre el político (luego de darse cuenta de que una ventaja de manejar la billetera pública es la capacidad de comprar votos) es que la política es el arte del manejo de las minorías. Sólo los conservadores, completos amateurs, pierden tiempo en intentar despertar a la Bella Durmiente: la “mayoría silenciosa”. No es sorpresa, por lo tanto, que el socialismo marxista en los países democráticos haya quedado en el camino para dar paso al progresismo wilsoniano que acepta la democracia liberal que no es otra cosa que un fabricante y entrenador de minorías. Progresismo (o como quieran llamarle, pues algunos le llaman erróneamente marxismo cultural), atento a la demanda de la política, tomará a unos cuantos despistados, les inventará un enemigo, les dará un léxico nuevo y, cuando se quiera uno acordar, ya estarán copando las calles con sus cuerpas al viento —listxs para que cualquier político hábil se los meta en el bolsillo con un pañuelito verde. . "The voters, by themselves inconsiderable unities, acquire a value in the hands of dexterous agents."(Reflections of a Russian Statesman, Konstantin Pobedonostsev) Y a esto me refiero cuando hablo de incitación recíproca, o ida y vuelta criminal. Por un lado, la minoría devenida en grupo de presión quiere completar su ciclo y establecerse como coalición distribucional; es decir, convertirse en beneficiario permanente de una tajada de la torta a cambio de sus votos. En una democracia, los verdaderos gobernantes son los hábiles manipuladores de los votos, con las maquinarias políticas, los mecánicos que operan con tanta habilidad los resortes ocultos que mueven a los títeres en la arena. Y así, generación tras generación, esta cadena de acuerdos entre delincuentes va destruyendo el proyecto de civilización que a Europa le costó ríos de sangre. En resumen, la democracia es un cáncer, ¿para qué intentar conservarla, si los riesgos sobrepasan enormemente los beneficios? Al cáncer se lo extingue, no se lo contiene. Por el otro lado, el político cumplirá su parte de la transacción pinchando un poquito la manguera del caudal público y creando alguna Secretaría o Ministerio. Para él es un negocio redondo: todos los políticos “progresistas” quedan bien en el corto plazo, y las consecuencias negativas son tan a futuro que, para cuando lleguen, las responsabilidades se habrán diluido in "the river of time". Cuando se pudra todo, el político estará retirado, si es que vivo, y revolcándose en los frutos de una de las industrias más rentables del mundo, la de las "buenas intenciones", algo que los europeos y occidentales sucumben a causa de su grado elevado de conciencia y la tradicional tendencia a la culpa cristiana secularizada. No es sorpresa, entonces, que el sexo femenino sea el blanco preferido de los políticos. En un Occidente que enterró al nacionalismo y el marxismo, el feminismo se erige como la ideología que apela al grupo más numeroso que puede ser entrenado para pensar corporativamente —al menos hasta la llegada del Islam (panorama aterrador si los hay). El “movimiento de las mujeres” es un negocio electoral muy grande, y no habrá político que no esté dispuesto a formar un ángulo discursivo para ganarse su favor. La idea de poner en peligro el futuro de hijos y nietos, por supuesto, pesa sobre la conciencia; después de todo, estamos hablando de la destrucción de la familia (núcleo básico de una sociedad) y la sociedad entera. Pero no es nada que una mansión, un yate que no puedan arreglar. La forma de terminar con esta locura es poner fin al gran círculo criminal de la democracia representativa, que no sólo explota al contribuyente, sino que además lo fuerza a hacer que su hija estudiante de sociología salga a marchar haciendo la danza abortera. Sin embargo, a donde quiera que voy, sigo oyendo lo mismo —Grande es Diana de los efesios. [spoiler="Fuente"][url]https://www.instagram.com/republica.del.logos/[/url][/spoiler]

EDITADO EL 14-01-2020 / 18:47 (EDITADO 2 VECES)

Muchas veces se pasa por alto que "feminismo" y "femdom" son palabras provenientes de la misma raíz, "fem", las siglas de la Federación Española de Mujeres, y que las actividades que está asociación promueve, como su propio nombre indica ("dom" = Dominación del OMbre) violan nuestro derecho a masturbarnos con vídeos de Rallo mientras hacemos el coaching a cualquier colega que no haya supeditado su vida al dinero.

@Zargothrax

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Me cuesta entender esto Me cuesta entender que alguien escribio esto de manera no irónica

hay personajes o movimientos políticos que el autor cita en el texto. eso lo he tenido que buscar yo también

@DanielaBrocoli

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bua qué bueno es rallo combatiendo a la desinformación

@Maikisvk

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@DanielaBrocoli

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bua qué bueno es rallo combatiendo a la desinformación

asies

@Maikisvk

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@Zargothrax

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Me cuesta entender esto Me cuesta entender que alguien escribio esto de manera no irónica

hay personajes o movimientos políticos que el autor cita en el texto. eso lo he tenido que buscar yo también

No me refiero a eso, literalmente llama cáncer a la democracia y que todos los movimientos de minorías son para ganar dinero. Simplemente no entiendo que lleva a alguien a esa conclusión

@SiVisPacem

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@Mark-Drakonias

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Creer que el patriarcado exista es igual de ridiculo qué creer en los illuminatis y reptilianos.

¿Qué crees que es el patriarcado?

Final Fantasy XVI

@SiVisPacem

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Gracias a la democracia, los bufones también pueden exponer su opinión, por muy graciosa que sea.

Gracias a la democracia, hay opiniones acertadas censuradas, por muy cercanas a la realidad que sean.

@SiVisPacem

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Gracias a la democracia, los bufones también pueden exponer su opinión, por muy graciosa que sea.

Tan maravillosa es la democracia que solo se le escucha al que grita más fuerte. Vuestro problema es pensar que la crítica a la democracia es una defensa a un fascismo totalitario como única alternativa. Y no, nadie está defendiendo aquí la figura de un dictador que reúna los cuatro poderes. Es importante reconocer que todo sistema tiene fallos, y la democracia representativa, como cualquier otro sistema, no va a ser menos. No defiendas algo como un fanático y sé capaz de reconocer que nada es perfecto. La solución no pasa por evitar el debate, intentar silenciar la crítica, ridiculizarla como estás haciendo, o tachar inmediatamente de fascista a todo el que intente señalar los agujeros. Los mismos agujeros que señalaba el fascista de Platón hace 2300 años y todavía no hemos avanzado. Yo, a título personal, defiendo un sistema de gobierno epistocrático. Sufragio censitario en base al conocimiento político y económico, a ser capaz de reconocer falacias y trampas retóricas y dialécticas de la clase política, a conocer el programa político de los partidos y no que la gente no sabe ni lo que está votando. Sal a la calle y pregúntale a la gente que te cruces qué significa ser de progresista o liberal, la mitad solo te dirán perogrulladas, pero ni puñetera idea de lo que implica una postura o la otra. Y sin embargo, le damos la responsabilidad de votar y decidir el futuro del puto país. Si no dejo que un zapatero me opere a corazón abierto, no veo por qué el voto de un analfabeto deba valer lo mismo que el de un doctorado en economía. Llámame lo que quieras, pero te seguiré diciendo que una democracia con una sociedad analfabeta sin cultura política es la peor de las dictaduras.

Feminismo y democracia representativa.