Después de meses de espera, ya podemos ponernos en la piel del historiador Robert Langdon, en la aventura más polémica de la historia actual. ¿Estaremos ante un mero juego de tirón comercial o merecerá la pena? Vamos a ver, que sí, merece la pena.
Cuando nos llega un juego que procede de una película o incluso en este caso de un libro de gran éxito y todavía más polémica, siendo sinceros, no suele ser un buen precedente. Se suele tratar de títulos bastante mediocres que aprovechan el tirón mediático, salvo honrosas excepciones, que también las hay.
Para el que no conozca el argumento, ( ¿dónde has estado estos últimos años, y sobre todo estas ultimas semanas? ), encarnamos la piel de Robert Langdon, un profesor de historia americano especialista en simbología y religión que está en París dando unas conferencias. Una noche es llamado por la policía francesa al museo del Louvre. Allí ha aparecido asesinado en extrañas circunstancias uno de los conservadores del museo, que precisamente tenía una cita con Langdon esa noche. Antes de morir, el conservador, Jacques Sauniere, escribió una serie de jeroglíficos en los que lo único que está claro es el nombre de Robert, por eso aunque no lo sepa, la policía lo lleva allí como principal sospechoso. También aparece en la escena del crimen Sophie Neveu, como representante del departamento de criptología de la policía, y que además es la nieta de Saunieré.
Ella si intuye los planes del inspector Faché, y confiando en la honestidad y en los conocimientos de Robert, consigue ayudarle a escapar, para juntos intentar atrapar al verdadero asesino. A partir de ahí, ya convertidos en fugitivos de la policía, descubren que Sauniere era el Gran Maestre de una sociedad secreta llamada Priorato de Sion, a la que perteneció el propio Leonardo Da Vinci, y cuyo principal objetivo es mantener ocultas las pruebas de que Jesucristo estuvo casado con María Magdalena y tuvieron descendencia. Al parecer, ha llegado el momento de que se conozca la verdad, y la iglesia, a través el Opus Dei, no está dispuesta a ello. Robert y Sophie tratarán de averiguar todo lo posible antes que los monjes asesinos, y para ello tendrán que resolver infinidad de criptogramas, adivinanzas, poemas ocultos, criptex, etc. empezando en París y pasando por Normandía, Londres, Edimburgo...
Imagino que ya entenderéis el porqué de la polémica que ha generado este libro, película, juego, y que ha desencadenado otros tantos libros, debates, etc., pero que realmente a nosotros no nos interesa.
Sobre el juego tenemos que decir que se trata de una grandiosa aventura con un gran argumento, llena de intriga, puzzles, objetos y acción. Es un juego de los de “antes”, pero hecho hoy. Tendremos que buscar objetos por infinidad de sitios, intuir donde colocarlos y como descifrar montones de códigos y jeroglíficos. Como novedad respecto al libro, también hay acción directa, vamos que tanto Robert como Sophie tendrán que usar sus habilidades con los puños para pelear regularmente tanto con la policía como con los monjes. Un acertado añadido respecto al libro que le añade más acción al juego.
Para que no os sorprendáis, es curioso que ninguno de los personajes que salen en el juego, utilice la imagen que se le ha dado en la película que se ha estrenado a la vez. Olvidaros de ver tanto a Tom Hanks, Jean Reno o Audrey Tautou (la chica de Amelie) por vuestra pantalla. Realmente en el juego han sido más fieles a la imagen que se da en el libro y por ejemplo, Sophie sí que es pelirroja.
Toda una aventura de las de antes
Nada más introducir el disco, una increíble presentación con imágenes de cuadros mezclándose con letras y números bajo una mística música que recuerda al canto gregoriano, y que acaba con la Mona Lisa e imágenes reales del juego, nos da una idea del gran trabajo hecho en el juego.
Todas las secuencias cinemáticas cuentan con una gran calidad, como una muestra de todo el desarrollo. Todos los escenarios están reproducidos con muchísima calidad, incluyendo la reproducción de las salas del Louvre, aunque se limite a un par de ellas, o las numerosas iglesias que recorreremos, y los demás variados escenarios, todos perfectamente detallados. Podremos pararnos a ver los cuadros con gran detalle, e incluso si participan en el juego, los examinaremos detenidamente mientras uno de los personajes nos cuenta lo que es y como puede afectar al argumento.
Según avance la aventura, tendremos una gran biblioteca de pistas, personajes, historia, y una serie de objetos secretos que podemos ir recogiendo, y que podremos consultar en cualquier momento que nos encontremos atascados, que será bastante a menudo.
Infinidad de enigmas
Si por algo se caracteriza la aventura, es por su gran cantidad de puzzles y códigos. Nos convertiremos en unos auténticos expertos criptógrafos según vayamos avanzando. Desde códigos de sustitución de letras, a diversos jeroglíficos, pasando por juegos de precisión, ningún paso adelante en la aventura será sencillo.
Hay de todo, desde puzzles fáciles, a otros en los que tendremos que investigar concienzudamente por el escenario hasta encontrar una pista, e incluso algunos otros en los que tendremos que escuchar cada palabra de los consejos para intentar descifrarlos. Decididamente no es juego para tener prisa, ya que en algunos momentos nos quedaremos atascados, y puede llegar a ser un poco desesperante. Nada que un poco de paciencia, observación o en ultimo momento “google” puedan solucionar, y si no, ya me contaréis que tal con la “mano de Nike” (por cierto, se trata de mover el anillo hasta que encaje, por sí ya estáis atascados ahí).
Normalmente, los dos personajes irán juntos en las misiones, aunque hay algunas que las harán por separado. Como ya he comentado, también hay momentos de tensión en los que tendremos que recurrir a puñetazos y patadas para que nos dejen un momento de tranquilidad. Las peleas, tanto en el momento de atacar, como de defender, están basadas en un sistema de combos de teclas que aparecerán en pantalla. Muy ameno y divertido. Eso sí, hay que reconocer que tanto el historiador como la agente de criptología se desenvuelven estupendamente, y son capaces de reducir a todo un agente especial de la policía.
Correcto despliegue técnico
Todo el juego obtiene una nota alta en su apartado técnico. Tanto los gráficos y movimientos, sin ser lo mejor que hemos visto en PC, si que están a gran altura y nos sumergen completamente. Siendo exigente, las caras y expresiones de los personajes podrían haber estado más elaboradas, así como algunos movimientos como el de subir escaleras, que parece bastante artificial.
En el grado casi de perfección, encontramos la música gregoriana, perfecta para la intriga y que va cambiando según el instante de la aventura, pudiendo llegar a ponernos los pelos de punta si nos encontramos en mitad de una iglesia oscura. Por supuesto, todo el juego, tanto diálogos, secuencias, texto y enigmas, están perfectamente traducidos ya que si no sería imposible seguirlo.
Otro pequeño inconveniente, habitual en este tipo de aventuras, es el sistema de guardado basado en los famosos puntos de control, de manera que si nos atascamos en un puzzle, seguramente no podremos grabarlo en ese instante, y cuando queramos volver a intentarlo tendremos que repetir bastante camino hasta llegar a ese momento.
Una gran sorpresa
Como decía nada más empezar el análisis, vistos muchos precedentes anteriores de este estilo, no esperaba mucho de este título, pero también comentaba que existen excepciones y esta es una. Ha sido una gran sorpresa y sobre todo muy grata. Estamos ante una aventura larga y compleja, plagada de enigmas, jeroglíficos y sorpresas que nos aseguran muchas horas de juego, respaldado todo por un nivel técnico alto.
Pasa de polémicas y recorre el Louvre, París o Londres, visitando museos, mansiones e iglesias, en busca del secreto del Priorato de Sion. Langdon y Sophie te necesitan para escapar de la policía y los monjes asesinos, así que no tengas miedo de intervenir en una grata aventura gráfica plagada de enigmas, jeroglíficos y códigos que descifrar.
