Project Soul ya tiene lista la nueva entrega de una de las sagas de lucha 3D más veneradas y prestigiosas de todos los tiempos, Soul Calibur V. Y el resultado es muy satisfactorio, siendo uno de los juegos de su género más interesantes del catálogo de PS3 y Xbox 360.
Corren buenos tiempos para los seguidores de los juegos de lucha en general. Y es que si la pasada generación de consolas no fue precisamente el mejor caldo de cultivo para este clásico género, en este ciclo los arcades de lucha están renaciendo cual Ave Fénix. Y aquí tenemos una muestra más del buen momento por el que atraviesan los títulos de lucha uno-contra-uno, Soul Calibur V, juego que se cuela entre los grandes de su categoría y cuya review os ofrecemos en exclusiva nacional.
Batallas con fundamento
De todos es sabido que los arcades de lucha no destacan especialmente por contar historias profundas y entretenidas. Pero como en casi todo, siempre hay una excepción, y ésta viene a ser la saga Soul Calibur.
Como de costumbre, el estudio Project Soul ha querido dar vida a un modo Historia cuidado, sugerente y dotado de una carga dramática importante. En esta ocasión la trama transcurre en pleno siglo XVII, 17 años después de lo ocurrido en Soul Calibur IV. Por lo tanto, nos encontramos con una nueva lucha entre las dos espadas de poder gemelas, la espada espiritual Soul Blade y la maléfica Soul Edge. El guerrero Siegfried habrá dejado de ser el portador de la salvadora Soul Blade (o Soul Calibur), mientras que la segunda seguirá estando en manos de Nightmare. ¿Y quién tomará el relevo de Siegfried? Pues el joven Patroklos, un nuevo personaje que se presenta en la serie.
A lo largo de 20 episodios (la cifra se queda algo corta para nuestro gusto) conoceremos las idas y venidas de este joven, quien poco a poco irá descubriendo que él es el nuevo salvador y el nuevo portador de la espada de poder. Y, mientras tanto, buscará desesperadamente a su hermana Pyrrha. Evidentemente, a lo largo de este modo de juego iremos descubriendo a nuevos personajes, asistiremos a giros argumentales y viviremos situaciones bastante dramáticas que no queremos desvelaros. Y para apoyar a este trabajado argumento, el título nos regala alguna que otra escena de vídeo de brillante ejecución, así como multitud de viñetas con textos en castellano que van explicando cada una de las situaciones.
Puede que a ciertos usuarios todo este argumento les resulte intrascendente dado el género al que pertenece Soul Calibur V pero, en nuestra opinión, nunca está de más cuidar la historia que está detrás de cada juego, aunque éste sea de lucha.
Eso sí, hay que tener algo muy en cuenta, y es que el modo historia está fuertemente apoyado en la historia de Patroklos y su hermana. Por tanto, no esperéis controlar a un amplio abanico de personajes en esta modalidad, una decisión que tal vez no gustará a todos, pero que también tiene su gracia.
Fiel a su estilo
Dadas las excelentes críticas cosechadas por el anterior capítulo de Soul Calibur, Project Soul y Namco han querido dar continuidad a esta nueva entrega de la saga. ¿Y con esto qué queremos decir exactamente? Pues que a pesar de que el título posee ciertas novedades, el grueso de aspectos que conforman su jugabilidad es básicamente el mismo.
Esto se refleja de manera más notable en su sistema de lucha, que sigue a las claras el ya experimentado en Soul Calibur IV. Como siempre, todos los personajes portan algún tipo de arma blanca. Las hay de todo tipo, desde espadas más o menos convencionales a bastones, nunchakus, hachas, katanas y un largo etcétera. El control de todos los personajes sigue el mismo esquema ya clásico en la saga, utilizándose cuatro botones de acción principales para llevar a cabo tareas tales como realizar cortes verticales y horizontales, dar patadas o protegerse. La combinación entre estos botones más el uso del stick de control dan como resultado una amplia gama de golpes para todos los personajes, gozando de una profundidad realmente llamativa.
Golpes especiales, combos, air juggles, contraataques, breakers y demás ataques siguen estando bien presentes, a lo que se añaden los Golpes Edge. Éstos se dividen en dos clases y, a grandes rasgos, son ataques realmente poderosos que guardan una relación directa con el medidor de energía situado junto a la barra de vida de cada personaje.
Los Critical Edge son los especiales más poderosos que pueden llegar a desencadenar los personajes. Aunque pueden ser bloqueados, si éstos llegan a impactar en nuestros contrincantes reducirán de manera notable su salud, por lo que su importancia en el juego es considerable. Además de ser muy potentes, visualmente son impactantes. Por su parte, los Brave Edge son también ataques más potentes que los convencionales pero no llegan a consumir tanta energía del indicador crítico ni tampoco resultan tan sumamente dañinos para aquellos que los reciben.
Pequeñas innovaciones
Aparte de esto que os acabamos de comentar, el título también posee algunas pequeñas innovaciones. Siguiendo con lo concerniente al sistema de lucha y los combates, se aprecia un aumento palpable del ritmo al que transcurren los duelos. En nuestra opinión esto beneficia a la jugabilidad, siendo ésta más dinámica y excitante, si bien seguro que habrá jugadores que prefieran el ritmo más sosegado que disfrutamos en Soul Calibur IV. Cuestión de gustos.
Sin embargo, el aspecto más cambiado de esta quinta entrega de Soul Calibur es su plantel de personajes. Éste ha quedado formado por más de 25 protagonistas, algunos de ellos bloqueados de inicio, y en él se dan la mano viejas caras con otros tipos totalmente nuevos. Los personajes más carismáticos de la serie como Voldo, Ivy, Nightmare, Siegfried, Maxi, Yoshimitsu o Cervantes están presentes, si bien alguno echará de menos a ciertos personajes clásicos. Sin embargo, para reemplazar a la gran mayoría de los clásicos se han incorporado a luchadores que recuerdan de manera vehemente a dichos tipos, como Natsu (la discípula de Taki), Leixia (hija de Xianghua) o el hermano pequeño de Astaroth.
Y por encima de todos ellos, sin lugar a dudas la aparición estelar más rimbombante de Soul Calibur V tiene nombre y apellidos: Ezio Auditore. El protagonista de los últimos episodios de la saga Assassin´s Creed viene a sustituir a Yoda y compañía, personajes que formaron parte del plantel de Soul Calibur IV. Y la presencia de Ezio Auditore no es testimonial bajo ningún concepto. Se trata de uno de los personajes más completos del plantel, su abanico de golpes es variado y presenta un buen equilibrio entre velocidad y fuerza. Seguro que se convierte en uno de vuestros luchadores favoritos.
Las modalidades de juego, en cambio, han experimentado menos cambios de relevancia. Así, el título nos permite adentrarnos en modos tan clásicos como Arcade, Versus, Entrenamiento, Combate Rápido o Historia, siendo éste último el más mejorado de todos en relación al anterior episodio de la serie, aunque su duración es bastante reducida. Y luego tenemos Almas Legendarias, una modalidad extra que ofrece retos bastante desafiantes para usuarios expertos. En este sentido echamos de menos alguna que otra sorpresa y originalidad en general, pero bueno, la tendencia en este tipo de juegos es explotar lo mejor posible el modo online. Y en este caso Soul Calibur V lo consigue, como ya hiciera la última entrega.
El juego acompañado es bastante completo y en él se dan cita las principales funcionalidades que hemos disfrutado en los lanzamientos más recientes pertenecientes a este mismo género. De esta forma podemos buscar y jugar contra cualquier jugador del mundo, chatear con quien deseemos, crear lobbys, configurar los parámetros principales de cada lucha, observar aquellas peleas de otros usuarios que más nos interesen, etc. En nuestra sesión los combates fluían de manera admirable, sin apenas problemas de lag.
Un detalle destacado es que no existen restricciones por región, aunque tenemos la opción de seleccionar si queremos jugar solamente con usuarios de Europa, América, Asia o Japón. Además, se puede discriminar la búsqueda de partida en función de un rango predefinido, la calidad de la conexión y hasta el lado del escenario (izquierdo o derecho) preferido para empezar a luchar. Importante es igualmente que tendremos una progresión en niveles, lo cual convierte aún en más atractiva a la modalidad online que incluye el título.
Y para complementar a esta oferta de modos de juego, Namco ha introducido una vez más la opción Creación. El editor es aún más completo que el que disfrutamos en Soul Calibur IV, pudiendo escoger a un luchador de inicio para más tarde cambiar por completo todos sus aspectos físicos (altura, peso, sexo, peinado, etc.), escoger su nombre, su ropa y complementos, armas, equipo… Las posibilidades han crecido significativamente y, si os gustan este tipo de opciones, os pasaréis horas diseñando a decenas de personajes. Además, cuanto más juguéis, más complementos iréis desbloqueando.
Hermosas peleas
La marcada línea continuista de SCV también se extiende al apartado técnico del juego, que aunque ya no sorprende tanto como lo hiciera la edición anterior, sigue resultando un título muy llamativo visualmente.
Los luchadores están recreados con todo lujo de detalles. En función del personaje escogido es posible advertir detalles como lunares, cicatrices, etc., a lo que se añade un trabajado diseño de sus trajes (dos de inicio). Además todos gozan de una gran expresividad tanto corporal como facial, lo que les dota de una exultante personalidad. Aún así, en este sentido cabe recalcar el menor carisma de los nuevos personajes incorporados (con la excepción de Ezio, ZWEI y el propio Patroklos) en relación a los suprimidos aunque, como siempre sucede, esto también depende de los gustos personales de cada jugador.
Las animaciones de todos ellos también se mantienen a buen nivel, y su capacidad de respuesta a las órdenes que les indicamos desde el mando son siempre rápidas y precisas. Su naturalidad es fantástica, y el programa consigue ofrecer un equilibrio francamente bueno entre naturalidad y espectacularidad.
Otro de los aspectos más llamativos, en este sentido, lo encontramos en el amplísimo repertorio de efectos visuales de los que hace gala el juego. Los desarrolladores nipones siempre han destacado por sus brillantes y efectistas espectáculos de luz, y ésta no iba a ser una excepción. Cada golpe queda acompañado de toda una vorágine visual, para nada accesoria, y que ayuda mucho a remarcar la contundencia de cada golpe, incluso con efectos de lente (blanco y negro, entre otros) que contribuyen a enfatizar los impactos sufridos.
En cuanto a los decorados, se han incluido más de 25 (existiendo varias versiones de algunos de ellos), siendo tan variados como cabía esperar. Bosques, cuevas, zonas de guerra o bellas salas interiores son algunos ejemplos de esto, fondos que en general se muestran bastante cuidados con alguna que otra salvedad. Como curiosidad, no todos son arenas o rings desde los cuales podemos caernos al vacío, existiendo alguno que otro (y no especialmente inspirado) que se salta a la torera esta seña de identidad de la franquicia.
Otro aspecto a mencionar sobre los escenarios es que todos poseen, como la anterior entrega, un cierto nivel de destrucción, principalmente en lo que respecta al suelo. No obstante, no vemos una gran evolución si lo comparamos a Soul Calibur IV, quedándonos con una sensación ciertamente agridulce, ya que la ocasión se prestaba a realizar un importante avance dentro de la saga.
El sonido se sitúa a un nivel similar o incluso algo superior. La banda sonora es tan épica y extensa como es costumbre en la serie (de hecho ha contado con la colaboración de músicos de renombre) y, por otro lado, los efectos de sonido son realmente buenos. Y como detalle –que a nosotros particularmente nos gusta mucho- el título nos permite escuchar las voces tanto en inglés como en japonés con subtítulos en castellano.
En suma, estamos ante un gran juego de lucha, que mantiene muy alto el listón de calidad de la popular saga Soul Calibur. Sus virtudes son abundantes, empezando por su gran número de luchadores y decorados incluidos, pasando por su profundo sistema de lucha y altas prestaciones técnicas. Se le podría haber exigido un grado superior de innovación y originalidad, pero aún así se trata de un exponente del género realmente interesante.
Una de las mejores sagas de lucha 3D regresa en plena forma. Y es que a pesar de su clara línea continuista, que a la postre le pasa algo de factura, se trata de uno de los mejores juegos de su género del momento. El sistema de lucha es contundente y profundo, el plantel de personajes es variado, sus modalidades de juego son suficientes y la creación de personajes es muy completa. Soul Calibur V es un arcade de lucha imprescindible para la legión de fieles seguidores de la saga y de los juegos de lucha en general.
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