Sid Meier’s Railroads! supone el retorno de un clásico tras ser revisado y puesto al día en su aspecto y opciones de juego. El mejor simulador ferroviario te espera en este adictivo título.
Para alguien que ha crecido jugando al gran Railroad Tycoon, de Sid Meier, es difícil no establecer comparaciones entre el clásico y este Railroads!. Aunque, adelantándonos al análisis, debo decir que nos encontramos ante un buen juego, que comparte muchos aspectos con la serie Tycoon original, pero que al mismo tiempo cuenta con muchos elementos de cosecha propia que lo diferencian sustancialmente. Además, posee un sistema muy balanceado, permitiendo a los hardcore gamers disfrutar de un complejo sistema de economía y gestión, pero al mismo tiempo permite disfrutar del mismo a cualquier aficionado.
Elige un mapa y búscate la vida
No existe un modo campaña como tal que encadene misiones. En lugar de eso, Railroads ofrece un número determinado de mapas separados. El juego incluye además mapas multijugador y opciones de personalización interesantes permitiéndote crear partidas muy variadas, entretenidas y con múltiples objetivos.
Pero el corazón de Railroads es sin duda el modo donde tendremos que superar escenarios, y alcanzar ciertos objetivos en un periodo de tiempo determinado para, una vez alcanzados, se nos asignen nuevas tareas a lograr. Sin embargo, los objetivos generales del escenario son visibles desde el comienzo de la partida, de modo que los jugadores puedan planear la estrategia adecuada. Además, el no alcanzar un objetivo concreto no nos conducirá al fin de la partida, sino que restará simplemente logros a nuestra puntuación final. Pero lo mejor es que, aquellos jugadores que no quieran pelearse con el reloj constantemente por llegar a unos objetivos, también podrán jugar el juego libremente, sin presiones.
Los niveles de dificultad, como comentaba, han sido balanceados adecuadamente para acomodar diferentes estilos de juego; cada nivel de dificultad cambia por completo la experiencia global, pero sin hacer sentir al jugador que juega con mucha ventaja. Si estás buscando solamente dejarte caer en la silla y ver desfilar tus trenes de un lado a otro, Railroads puede satisfacer tus deseos de tal forma que te parecerá que el juego ha sido hecho para ello. Pero, si lo que estás buscando son jugadores controlados por la IA que te pongan las cosas difíciles y te supongan un reto, con los que tengas que competir furiosamente por cumplir tus objetivos en un mundo con una economía encarnizada, Railroads satisfará de igual forma tus necesidades.
El placer de ver crecer tus industrias y poblaciones
Los mapas se encuentran situados en Norte América y Europa (junto con un buen puñado de ajustes ficticios). Hay una ausencia desafortunada de mapas que cubran un área más grande tal como los mapas de EEUU y de Europa que aparecían en Railroad Tycoon 3, pero su variedad y detalle resulta reconfortante.
Tu objetivo final es construir una compañía que obtenga grandes éxitos y conecte las ciudades, creando industrias y simulando el crecimiento de pequeñas ciudades.
Otro aspecto interesante de este título es su componente de gestión de recursos, permitiéndonos llevar a cabo cambios drásticos y modificar zonas y su economía. Por ejemplo, puede darse el caso de que exista una gran ciudad cercana a una pequeña población situada en zona de minería. La ciudad grande produce y demanda toneladas de correo y pasajeros, mientras que la aldea pequeña solamente requiere carbón. El jugador puede conectar la aldea a la mina y comenzar a explotar los recursos de la misma hasta que la pequeña población esté suficientemente estimulada para comenzar su crecimiento. Una vez que adquiera el rango de ciudad, la antigua pequeña villa empezaría a demandar y producir correo y pasajeros, permitiendo el comercio masivo con la primera gran ciudad.
Debido a este sistema, incluso unas pocas aldeas dispersas guardan un potencial de éxito tremendo. En un momento dado, el mapa estará poblado por grandes ciudades con sus complejas rutas de comercio. Es un placer ver la pequeña actividad industrial de tus ciudades, ver como se transforma el carbón y otros materiales para ser utilizado en otras cadenas de producción, así como ver que el mapa queda cubierto por grandes ciudades con sus rutas de comercio establecidas. El jugador puede también comprar las industrias involucradas en el proceso de crecimiento y participar del beneficio de los negocios.
El difícil mundo de los negocios
Cuando las otras compañías de trenes entren en escena, las cosas empezarán a ponerse difíciles. Las compañías rivales pueden instalar su propia estación cerca de un molino de tu propiedad, y de esta forma beneficiarse también de los recursos que produce. Además, puesto que cada industria se compra a través de subastas, la competencia hará a menudo sus propias ofertas que incrementarán considerablemente el precio final de las propiedades.
Combina estos dos, relativamente simples conceptos, con mapas que generan aleatoriamente la colocación de las industrias y recursos, y tendrás una sorprendente y profunda experiencia de juego.
Por si fuera poco, está presente un árbol de tecnologías que, ocasionalmente, crea nueva tecnología para que los jugadores hagan ofertas, y de esa forma obtener nuevas patentes por un tiempo determinado de tiempo, de forma exclusiva. A medida que transcurra el tiempo, nuevos trenes son introducidos, y nuevas tecnologías hacen que estos trenes sean más eficientes y provechosos. Además, y aunque el jugador no tiene control alguno sobre el desarrollo de nuevas tecnologías, su presencia mantiene el mundo del juego fresco, en constante pugna con el resto de jugadores decidiendo sobre qué patentes luchar, lo cual mantendrá un clima de tensión constante, lejos de la monotonía, y que hará de este Railroads un título muy re-jugable. Cada partida es un mundo completamente diferente, lo que unido a la posibilidad de aumentar la dificultad, dará Railroads para rato, sin olvidarnos de la opción de generar al azar terreno y colocar arbitrariamente las ciudades.
Visualmente bonito
Gráficamente Railroads resulta muy atractivo, pero demandará de un equipo bastante potente para lucir en su máximo esplendor, y no estará exento de ralentizaciones. Los trenes que veremos en el juego cuentan con un nivel de detalle enorme, perfectamente animados e incluso el efecto de humo resulta atractivo.
Las animaciones están realmente conseguidas, resultando excelentes, y cada recurso, estación e industria tiene sus propias y detalladas animaciones: veremos como esquilan a las ovejas y a los pasajeros pulular por las estaciones, veremos como los fabricantes de coches “escupen” los nuevos y relucientes vehículos. Incluso apreciaremos cambios en el escenario dependiendo del periodo de tiempo en que nos encontremos. Por ejemplo, las bombas se convertirán en misiles cuando la tecnología progrese.
En cuanto a los efectos de sonido, resultan acertados para los trenes e industrias, con un amplísimo repertorio de diferentes sonidos que harán las delicias de los aficionados a los trenes, todo resulta muy inmersivos. En cuanto a la música utilizada, no es una maravilla, pero acompaña muy bien la acción, si bien puede acabar resultando monótona.
Sid Meier’s Railroads! supone la vuelta del clásico del mejor simulador ferroviario. Su camaleónica habilidad para adaptarse a jugadores novatos, como a jugadores expertos, adaptando su jugabilidad y ofreciendo retos constantes, hacen de este título único en el género y actualmente la mejor opción si lo tuyo es la gestión al más puro estilo Tycoon.
