Análisis de Ridge Racer Unbounded

Análisis de Ridge Racer Unbounded
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La clásica y veterana serie de juegos de velocidad de Namco, Ridge Racer, reaparece en las máquinas de nueva generación. Y lo hace con una versión que añade varias novedades de peso a la franquicia… tantas que casi parece un juego nuevo.

Después de su reciente estreno en PS Vita (controvertido, por cierto), la serie Ridge Racer también hace lo propio en las consolas de nueva generación. Además, en esta ocasión el desarrollo no ha corrido a cargo de la propia Namco ni de alguno de sus estudios internos, sino que ha cedido dicha labor a una compañía externa, Bugbear en este caso (responsables de FlatOut). ¿Y por qué han optado por esta vía? Pues posiblemente para insuflar nuevos aires a una saga que empezaba a mostrar signos claros de fatiga… y desde luego el resultado final podrá gustar más o menos, pero desde luego se nota que Ridge Racer Unbounded ha perseguido nuevos horizontes.

Control retocado
Ridge Racer Unbounded sigue conservando la esencia misma de la serie, es decir, que nos encontramos ante un juego arcade total que huye de la simulación pura y dura. Sin embargo, puede que esto sea lo único que ha conservado Unbounded con respecto a lo disfrutado en pasadas entregas de la franquicia, dadas las múltiples innovaciones y modificaciones realizadas por los desarrolladores.

Y el sistema de control, santo y seña de Ridge Racer desde sus inicios, es uno de los cambios más notables de todos los que se han introducido. A pesar de su vertiente arcade, en esta ocasión es bastante más realista que antaño. Es decir, que para tomar cada una de las curvas (y no sólo las más cerradas), es necesario echar mano del freno. Eso por un lado.

El sistema de derrapes también ha cambiado un tanto en esta ocasión, siendo algo más complejo de lo que era habitual en la saga. Así, para conseguir que nuestro vehículo derrape, es necesario frenar bruscamente antes de tomar cada curva (algo que no era necesario antaño) para, justo después, contravolantear lo que haga falta hasta salir de la curva. Al principio puede costar un tanto dominar esta técnica (básica por otra parte), sobre todo a los jugadores más veteranos de Ridge Racer, pero con la práctica terminas haciéndote con ella… o más te vale.

Ridge Racer: Unbounded se desmarca de pasadas entregas, ofreciéndonos un tipo de juego cercano a títulos como Burnout, Split/Second o Blur.
Ridge Racer: Unbounded se desmarca de pasadas entregas, ofreciéndonos un tipo de juego cercano a títulos como Burnout, Split/Second o Blur.

Agresividad urbana
Como acabamos de comentar, dominar los derrapes es una tarea fundamental para obtener victorias en Ridge Racer Unbounded. Y no sólo porque gracias a esta técnica es posible aumentar la velocidad de nuestro paso por curva sino que, además, es una de las mejores formas de ir rellenando el medidor de Fuerza que aparece en imagen. Dicha barra es la que nos permite usar turbos en cada una de las carreras en el momento que lo creamos oportuno. Y ojo a su empleo, ya que es una herramienta de vital importancia para embestir a nuestros oponentes y sacarles de la pista. Y lo cierto es que esto último es bastante atractivo visualmente, dado que podemos proyectar un haz de luz a la estela de nuestro coche para hacer saltar por los aires a nuestros rivales. Muy llamativo, insistimos.

Aquí encontramos otro de los cambios más significativos de Unbounded: su mayor agresividad. A lo largo de cada carrera y a medida que progresamos en el modo de juego principal, Dominar Shatter Bay, la agresividad de los coches controlados por la CPU va aumentando, siendo bastante habitual contemplar accidentes bestiales. Y por eso mismo ya no sólo es necesario preocuparse por ser los pilotos más rápidos, sino también ser los más letales, característica que al menos desde nuestro humilde punto de vista añade más emoción y "punch" al desarrollo de cada prueba.

Durante las carreras es posible contemplar duros y espectaculares accidentes, hecho que aumenta la vistosidad de cada carrera.
Durante las carreras es posible contemplar duros y espectaculares accidentes, hecho que aumenta la vistosidad de cada carrera.

Además a lo largo de las carreras conviene estar muy pendientes de posibles rutas alternativas, una ligera novedad que le viene de maravilla al juego. De esta forma es posible arañar algunos segundos a cada vuelta, algo que puede marcar la diferencia en las carreras más ajustadas. Y también se agradecen los numerosos objetivos secundarios que nos van marcando en cada una de las pruebas (destruir ciertas construcciones, hacer estallar determinados vehículos u objetos de los decorados, etc.), que nos permiten obtener más puntos y a la par que aportan un mayor dinamismo a cada carrera.

Por todo esto, lo cierto es que esta nueva entrega de Ridge Racer (y sin querer establecer comparaciones directas) recuerda más a un juego tipo Burnout, Blur o Split/Second que a las propias pasadas ediciones del título. Y como pasa siempre, esto gustará a algunos jugadores y echará para atrás a otros, sobre todo a sus más fieles seguidores.

La variedad de carreras diferentes que propone el título también merece nuestro reconocimiento. Y es que las hay de todo tipo: aquellas en las que debemos acabar entre las tres primeras plazas, meras contrarrelojes (las más "light" para nuestro gusto, las frenéticas carreras de eliminación en las que se nos pide eliminar a la mayor cantidad de oponentes posible, de derrapes… La oferta es generosa y otorga la variedad suficiente al desarrollo.

Pero además de variedad, el título también ofrece una duración muy a tener en cuenta. Y es que el modo de juego principal consta de 9 distritos o zonas diferentes que, a su vez, presenta unas cuantas carreras únicas. Y entre todas ellas, la cantidad se aproxima al medio centenar. No es que sea una modalidad eterna, ni muchísimo menos, pero da bastante de sí, si bien queda complementada (e incluso superada) por otras dos adicionales.

El control de los coches ha cambiado bastante en relación a pasadas entregas, si bien mantiene el tono arcade.
El control de los coches ha cambiado bastante en relación a pasadas entregas, si bien mantiene el tono arcade.

Sí, porque dicho modo Dominar Shatter Bay no es el único que presenta el título. De hecho, a nuestro entender el más interesante de todos a largo plazo es el formidable editor de circuitos que se ha implementado, llamado Crear Mis Ciudades. Esta característica –de la que se sienten especialmente satisfechos sus desarrolladores- nos posibilita crear trazados completos desde cero en cuestión de minutos. Y no hablamos de pistas más bien desoladas y clónicas unas de otras, sino de recorridos bastante aparentes y tan diferenciados como nos venga en gana.

Pero no sólo es posible decidir su aspecto y tamaño, sino que también podemos establecer el número de jugadores que puede acoger, el tipo de carrera que ofrece (Dominación, Eliminación, etc.) Todas estas pistas podemos compartirlas con el resto de usuarios de la comunidad y, por supuesto, también tenemos la facultad de descargar y participar en aquellas que más nos gusten. Gracias a esta modalidad la vida útil del juego se expande considerablemente, pudiendo competir en una cantidad infinita de pistas.

Pero donde más se explota esta característica es en el modo online de Ridge Racer Unbounded, que se ha denominado Dominar el Mundo. Dicha función nos ha parecido muy atractiva y completa, ofreciéndonos multitud de pruebas en las que es posible competir, pudiendo albergar un máximo de ocho jugadores en cada una. En ella encontramos eventos de 24 horas, de 6 y de una, pudiendo competir directamente en todos los circuitos generados por la comunidad de jugadores de RRU. Aquellos a los que este tipo de opciones les llamen la atención, van a quedar sorprendidos de veras.

La posibilidad de poder construir nuestros propios trazados es una de las grandes bazas de Unbounded.
La posibilidad de poder construir nuestros propios trazados es una de las grandes bazas de Unbounded.

Emoción en la carretera
En cuestiones técnicas, el título posee un nivel bastante respetable tanto en lo que respecta al modelado de los vehículos como, sobre todo, al diseño de todos los circuitos, si bien no puede competir de tú-a-tú con los grandes representantes de la velocidad en la actualidad.

Por un lado, aunque todos los coches son ficticios (nada de licencias oficiales, como es menester en la serie), sus carrocerías y el resto de sus elementos lucen un acabado acertado si bien no especialmente detallado. Sin duda lo más llamativo es la sensación de velocidad que nos brindan, especialmente usando alguna de las vistas interiores, siendo ésta precisamente una de las grandes cualidades que posee el título.

Los trazados también tienen un aspecto trabajado. Es cierto que a pesar de su innegable calidad, no son los más detallados ni recargados que hemos contemplado en juego de velocidad alguno, pero muchos de sus elementos que los conforman (vallas, mobiliario urbano diverso, cajas, etc.) son destruibles. Y esto, teniendo en cuenta lo ajetreadas que suelen ser las carreras, se traduce en un gran espectáculo.

Lo más destacado que nos ofrece el título en términos técnicos es la conseguida y vertiginosa sensación de velocidad.
Lo más destacado que nos ofrece el título en términos técnicos es la conseguida y vertiginosa sensación de velocidad.

En cuanto a la banda sonora, ésta es bastante "machacona" y en ocasiones dan ganas de bajar el volumen o incluso suprimirlo. Nada que ver con las magníficas melodías de los primeros (y memorables) episodios de la serie. Por fortuna los efectos sonoros alcanzan un nivel mucho más aceptable, pudiendo apreciarse con todo lujo de detalles los sonidos de los motores, explosiones, etc.

En definitiva, creemos que Bugbear ha realizado un buen trabajo con Ridge Racer Unbounded, alcanzando claramente el objetivo marcado: ofrecer nuevos aires a la serie. Por supuesto habrá jugadores (los más fans de la serie) a los que los cambios introducidos no les hagan demasiada gracia, especialmente el tema del control y los derrapes, pero el resto encontrarán un arcade de conducción bien diseñado, divertido y cargado de posibilidades.

Bueno

Sin sello

Ridge Racer: Unbounded

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Namco (y Bugbear) ha dado un nuevo enfoque a su serie de conducción más conocida, manteniendo intacta su esencia pero cambiando muchos de sus aspectos jugables. Y el resultado es un buen arcade de velocidad, que si bien no puede competir con los actuales dominadores de la categoría, sí que ofrece cotas altas de diversión.

Comprar Ridge Racer: Unbounded
Jugadores: 1-8
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
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VÍDEO ESPECIAL

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