Por fin llega a nuestro país el esperado Test Drive Unlimited. El poderoso juego de Eden prometía la unión de los mundos persistentes con los juegos de conducción. Unos gráficos preciosistas, una conducción arcade y sencilla y la posibilidad de enfrentarse a jugadores de todo el mundo son sus principales bazas. Pisa el acelerador a fondo, esto es Test Drive Unlimited.
A principios de los 90 apareció un juego llamado Test Drive que desafiaba todo lo que se conocía hasta ese momento. Su visionado ahora puede resultar hilarante por su anticuada tecnología, pero en su momento fue una auténtica revolución. Todavía muchos recordamos como aprendimos a conducir en un ordenador por primera vez con este juego, y como, cuando circulábamos demasiado despacio, el instructor virtual nos espetaba un desmoralizante: “Conduces como mi abuela”.
Este lanzamiento poco tiene que ver con el juego de conducción de antaño, pero su promesa de un novedoso estilo de juego denominado MOOR (massively open online racing) ha despertado las expectativas de todos los aficionados a la velocidad.
Modos de juego
La de Test Drive Unlimited es una idea brillante y tremendamente innovadora, pero queda a medio camino por una serie de defectos en su desarrollo. Para empezar hay que señalar que existen dos formas de jugarlo, un modo singleplayer y uno multiplayer. El segundo es notablemente más interesante debido a algunas limitaciones de la inteligencia artificial y a la habitual mayor emoción de enfrentarse a compañeros humanos.
Al comenzar el juego elegiremos a nuestro personaje, y se nos ofrecerá la posibilidad de adquirir una casa con el escaso dinero del que disponemos al principio. Se nos introducirá con una escena cinemática, pero sorprendentemente el juego no tiene ningún hilo conductor, así que los escasos videos e introducciones a los que asistiremos parecen en principio bastante superfluos e innecesarios, pues no se desarrollan de ningún modo. Tras ello podremos personalizar a nuestro personaje, aunque luego apenas le vamos a ver, y con el paso del tiempo comprar ropa y complementos.
Los tipos de carreras son todos muy similares. Las clásicas carreras nos enfrentarán contra un número de vehículos variable pero siempre de similares características. También encontramos los desafíos contrarreloj, en los que como su propio nombre indica, deberemos recorrer unos determinados trazados en el menor tiempo posible. Asimismo esporádicamente realizaremos misiones de “taxista” para modelos. También hay algunos desafíos del tipo de alcanzar una determinada velocidad en un momento concreto, pero en conjunto se trata de un conjunto no especialmente variado y a la larga bastante repetitivo.
La función de realizar todas estas carreras es obtener dinero o bonos para comprar ropa, y así poder seguir con la personalización de nuestro personaje comprándole nuevos atuendos, o la de nuestro garaje adquiriendo nuevos vehículos. Hay un gran número de coches y alguna motocicleta, y todas las marcas y modelos son reales, se ha realizado un gran trabajo en este sentido.
La conducción
El modo offline es francamente decepcionante. La sucesión de desafíos prácticamente idénticos nos acompañará a lo largo de la partida, y como no existe una historia que sirva de nexo de unión entre unas carreras y otras, acabaremos corriendo tan sólo para ampliar nuestro garaje o nuestro guardarropa, o para conseguir los logros para nuestro Gamertag. Por otro lado la inteligencia artificial es floja, repetitiva y nunca desafiante. Se rige por unas rutinas fácilmente identificables, y desde luego no dispone del nivel de destreza necesario para plantear problemas ni tan siquiera en los niveles de dificultad más altos.
El multijugador es más variado por las mayores habilidades de los rivales, pero los modos de juego son iguales, y lo único que varía es la posibilidad de desafiar a los rivales que nos encontremos paseando por la isla en determinados momentos a cambio de algo de dinero. En realidad es complicado encontrarse con algún amigo a lo largo del juego, pues a la hora de introducirse en las carreras el juego asigna aleatoriamente a nuestros rivales y no se basa en ningún criterio de proximidad. Es decir que podemos llegar a un punto de control para iniciar una carrera junto con algún colega, y a pesar de entrar los dos juntos no vernos dentro de la propia carrera. Para solucionar este tipo de cosas está la fundación de clubes, donde podemos encontrarnos con conocidos, aunque la posibilidad de fundar uno debe esperar bastante debido a su alto precio.
También existe la presencia de la policía aunque no nos prestará mucha atención y será fácil deshacerse de ellos en los niveles de popularidad más bajos. Eso sí, cuando rellenemos las estrellas de alerta será literalmente imposible librarse de ellos, y sólo nos quedará la solución de pagar una multa.
Por otro lado los controles son uno de las mejores bazas del juego, y como es lógico uno de los puntos más importantes en uno juego de conducción. Son sencillos pero llenos de posibilidades, y apenas cuesta unos minutos hacerse con ellos. Obviamente cada uno de los vehículos tiene un estilo de movimientos diferente, y reacciona de forma distinta a nuestros mandos, pero es muy intuitivo y resulta sencillo dominarlos a la perfección.
Lamentablemente durante la realización del testeo del juego hemos sufrido de una cierta desertización de la isla en lo que a otros jugadores se refiere. El título limita el número de personas que juegan a la vez en cada isla, dividiéndolas al entrar en el juego para evitar una superpoblación que haga imposible la conducción, pero desconocemos porqué hemos encontrado tan poca gente. Esperemos que con el tiempo vayan uniéndose más conductores.
Hawai como nunca la habías visto
Otro de los puntos fuertes del título es el modelado realista de los vehículos. Pocas veces hemos visto un tratamiento similar para los coches, las texturas son muy detalladas, y se ha trabajado muy seriamente en el aspecto de los brillos y los reflejos. Un trabajo sobresaliente. El modelado de los personajes ya es otro cantar, y es bastante tosco y sus animaciones en muchos casos robóticas y carentes de vida.
Existe también una implementación de un motor de colisiones así como un gestor de daños para los coches y motos. Lamentablemente sólo sufrirán alteraciones en el chasis los vehículos que encontramos circulando por la isla, y en ningún caso el nuestro. Una pena, pues resulta especialmente llamativo el hecho de que todos los coches de nuestro alrededor se abollan y pierden piezas en los choques, pero el nuestro no. Hubiera sido una excelente opción aplicar los daños y su reparación al desarrollo del juego. Por otro lado las colisiones no han sido especialmente bien realizadas, y si bien los destrozos son espectaculares, las físicas de los vehículos al colisionar no son muy realistas.
Además el juego dispone de unos espectaculares efectos, sobre todo los dedicados al sol y a sus puestas y salidas. Sorprendentemente no existe una noche como tal, pero los amaneceres y atardeceres se sucederán con extraordinaria belleza. A su vez el efecto blur empleado para los desplazamientos más rápidos le da a al título una sensación de velocidad muy lograda.
Los escenarios también han sido objeto de un alto nivel de detalle, y se nota que se ha puesto un gran empeño y dedicación en hacer de Test Drive Unlimited un juego bonito y agradable a la vista. La vegetación, a pesar de ser mayoritariamente en 2D, presenta un aspecto excelente, y además a lo largo de las partidas presenciaremos extraordinarios detalles como aviones aterrizando o los efectos de las luces sobre nuestro vehículo. Desgraciadamente la interacción con todos y cada uno de los elementos del escenario es inexistente. Algunos de ellos como ciertas señales de tráfico, se vendrán abajo al ser golpeadas, pero otros como setos o arbustos reaccionarán como muros de hormigón que no nos dejarán pasar.
El juego se mueve a una tasa de imágenes por segundo muy respetable, incluso en los momentos de mayor velocidad, y salvo algunos pequeños defectos de popping no hay apenas fallos de programación de relevancia.
El apartado sonoro no es espectacular. La música cumple con una serie de temas, aunque no muchos, licenciados de desigual calidad, y el sonido de los coches suena en general poderoso y adecuado. El juego llega a nuestro país totalmente localizado al español, aunque el escaso trabajo de doblaje es más bien flojo, y las voces son mediocres y de escasa calidad.
Test Drive Unlimited es, en definitiva, un correcto juego de conducción. La apasionante idea con la que se planteaba en un principio su desarrollo falla debido a algunos errores de concepto. Aún así el título es una opción francamente interesante en el catálogo de conducción de la consola: buenos gráficos, excelente control y la posibilidad de disputar espectaculares carreras en línea.
