Análisis de Mario Party 9

Análisis de Mario Party 9
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Nintendo sigue suministrando de títulos de calidad a su ya veterana consola de sobremesa. Ahora le ha llegado el turno a la nueva edición de su saga Mario Party, que mejora en todos los apartados a la entrega anterior.

Aunque Mario Party 8 fue un juego ameno y atractivo para casi cualquier jugador (recibió un 7,4 de puntuación en las páginas de 3D Juegos), muchos usuarios esperábamos más de esta saga en su estreno en Wii. Con Mario Party 9 Nintendo pretende “desquitarse” de su pasada producción, introduciendo algunos cambios reseñables para “refrescar” en parte a su franquicia. Y el primero de ellos ha sido obligado, el de la permuta de su equipo de programación. Sí, porque la desaparición de Hudson Soft (responsables de las últimas ediciones de la franquicia) ha propiciado que sea la propia Nintendo la que asuma dicha tarea. Y más concretamente, la responsabilidad ha recaído sobre el mismo equipo que programó el excelente Wii Party, tomando prestado de éste mismo título algunas ideas que se han implementado con acierto en Mario Party 9.

¡A jugar!
La propuesta de Mario Party 9 es, a grandes rasgos, la misma de siempre. Es decir, que ya sea en solitario o en compañía de nuestros amigos debemos participar en divertidas sesiones de juego que se llevan a cabo en diversos tableros diferentes.

Aquí precisamente encontramos uno de los principales cambios introducidos en esta novena entrega de la franquicia, el diseño de los tableros. Evidentemente, todos los que nos encontramos son totalmente nuevos, existiendo una oferta más que generosa: hay cinco de inicio más alguno que otro desbloqueable. Pero lo más importante es que en esta ocasión todos tienen un principio y un final, es decir, que en esta ocasión no tenemos que dar varias vueltas al mismo tablero durante la partida (como pasaba hasta ahora en la serie Mario Party), sino que nuestro cometido es llegar a la parte final del mismo. Esta innovación nos parece bastante acertada, evitando caer en la monotonía una vez comenzada la partida.

Otro leve cambio es la forma de avanzar por los mismos tableros. En lugar de hacerlo a la vieja usanza (es decir, cada personaje moviéndose de manera independiente por las casillas en función de los dados), en esta ocasión todos los protagonistas avanzan en conjunto a bordo de un vehículo. Eso sí, cada vez que toca tirar los dados sólo uno de ellos ejerce como capitán, por lo que todo lo que ocurre durante ese turno afecta directamente a este personaje en concreto. Y de nuevo, pensamos que este hecho favorece a la jugabilidad.

Los dados también tienen mucho más peso en esta edición. Y es que a los tradicionales dados hexagonales, se han añadido otros tipos más de diferente índole (de valores 0-1 únicamente, otros que giran de manera muy lenta pudiendo predecir perfectamente su resultado, etc.), dados que es posible acumular hasta contar con un máximo de tres. Y puesto que es posible seleccionar cualquiera de los que se encuentran en nuestro poder en nuestro turno de tirada, esto añade un toque estratégico al asunto que le sienta realmente bien al título.

Mario Party 9 supera en prestaciones a la pasada entrega, ofreciéndonos alguna que otra innovación reseñable.
Mario Party 9 supera en prestaciones a la pasada entrega, ofreciéndonos alguna que otra innovación reseñable.

Lo que no ha cambiado es nuestro objetivo final, que consiste en conseguir el mayor número de estrellas posible para, a la postre, alcanzar la Súper Estrella correspondiente de cada tablero. Como siempre, la forma de alcanzar tal fin es ganar la mayor cantidad de minijuegos posible, si bien el componente suerte juega un papel fundamental como bien sabrán los seguidores de esta saga.

Minijuegos originales
La salsa de todo Mario Party se encuentra en los minijuegos, algo que en Mario Party 9 brilla con mucha intensidad. Sí, porque hay que afirmarlo claramente: los que incluye esta edición -más de 80 diferentes- resultan mucho más divertidos, variados y frenéticos que los disfrutados en Mario Party 8. Y de largo.

Una de las principales razones de esta mejora sensible la encontramos en el uso que se ha dado del Wiimote. Lejos de explotar en demasía (y de forma gratuita, sin nada que aportar realmente a la diversión) su sensor de movimientos, en esta ocasión la gran mayoría de los juegos incluidos tienen un desarrollo mucho más tradicional. En la mitad (aproximadamente) de todos ellos es necesario sostener el mando de forma horizontal y jugar como si se tratara de un juego de NES, algo que nos ha parecido una transición sensacional.

Y la diversidad de cada una de estas pruebas es impresionante. Las hay de habilidad, plataformas, puzles sencillos, ensayo y error, agudeza visual… La lista es muy variopinta y, por si fuera poco, también se han incluido batallas contra jefes finales, pruebas que poseen una duración más larga de lo normal y que proporcionan unos momentos de diversión y exaltación mayúsculos.

Los modos de juego también son bastante interesantes. Al tradicional modo Fiesta se une el también consabido modo Libre, que nos permite participar en todos los minijuegos en los que hayamos participado previamente. Pero puede que el mejor sea el modo Extra, donde podemos disfrutar de cuatro juegos totalmente independientes del juego principal.

La estrella (al menos en nuestra opinión) de esta opción es sin duda Fútbol Goomba. Como su propio nombre indica, Fútbol Goomba es una variante del deporte rey en la que compiten dos equipos formados por dos jugadores cada uno. La meta consiste en acertar a los Goombas que se hallan en los dos fondos de cada campo, utilizando caparazones para llevar a cabo dicha función. Simple, directo y divertido.

Cuantos más jugadores participan en Mario Party 9, más diversión proporciona el título.
Cuantos más jugadores participan en Mario Party 9, más diversión proporciona el título.

Bolos Goomba es otra de las opciones más aconsejables y, como ya ocurriera en el caso anterior, es una especie de “bolos alternativos” basada en el deporte real.

Por su parte, Hexapuzle se sale de la norma general del título, ofreciéndonos una versión algo transformada del clásico arcade de puzles Hexic. Y como sucedía en aquél, engancha bastante.

Y por último tenemos Primer Plano, una prueba basada en los minijuegos que tiene la particularidad de estar seguida por una cámara muy cercana (excesivamente) a nuestro personaje, complicando mucho su desarrollo… y haciéndola un tanto injugable a nuestro entender.

Carisma y chispa
El plantel de personajes que forman parte de esta fiesta es muy nutrido. Todos ellos forman parte del universo Mario Bros., pudiendo escoger a tipos como Peach, Luigi, Yoshi, Daisy, Shy Guy… En la práctica no hay apenas diferencia entre unos y otros, pero bueno, siempre está bien poder escoger a nuestros personajes.

La realización técnica de estos protagonistas es magnífica, al igual que ocurre con la puesta en escena de cada minijuego y, más aún, con la apariencia de los tableros. Olvidad cualquier comparación con Mario Party 8 en esta faceta del juego porque, sencillamente, esta entrega se encuentra un par de pasos por delante. Es cierto que un título de esta guisa no necesita de demasiadas florituras técnicas porque no es su principal reclamo. Pero esto no quita para que se haya prestado la atención necesaria para plasmar cada uno de los personajes, decorados y minijuegos, que dan muestras de un mimo mucho mayor que el contemplado en el citado Mario Party 8.

La representación de los personajes y tableros es mucho más bella y precisa de lo que nos ofreció la pasada edición.
La representación de los personajes y tableros es mucho más bella y precisa de lo que nos ofreció la pasada edición.

El sonido no ha mejorado tanto (también es cierto que tampoco lo necesitaba), pero es justo señalar su calidad. Las melodías que acompañan cada partida y minijuego son muy apropiadas, y los efectos de sonido están bien perfilados y consiguen animar mucho cada una de las sesiones de juego.

Hasta aquí todo perfecto, pero también es necesario mencionar un par de pegas que también arrastra el título: la ausencia de modo online y leaderboards, algo que empieza a resultar cansino, así como la -en ocasiones- desajustada inteligencia artificial de los personajes controlados por la CPU, que pasan de ser calamitosos a casi imbatibles (y “tramposos”) en función del modo de dificultad escogido.

Pero aún con estos defectos, Mario Party 9 ofrece unas cotas de diversión muy altas para un amplio espectro de aficionados, ya sean jugadores veteranos o noveles. Eso sí, tened bien presente que es casi obligatorio jugar acompañados de al menos un amigo, porque en caso contrario el título pierde bastante interés.

Muy Bueno

Sin sello

Mario Party 9

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Nintendo ha puesto las cosas en su sitio con esta nueva edición de Mario Party 9. Su combinación de simpatía, diversión, belleza gráfica y piques multijugador le convierten en un título ideal para compartir con vuestros amigos… offline. A ver si para la próxima edición de esta saga podemos competir online contra usuarios de todo el mundo.

Comprar Mario Party 9
Jugadores: 1-4
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración:
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VÍDEO ESPECIAL

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