Un misterioso caballero con una espada mágica en sus manos, dispuesto a todo por salvar a una princesa en peligro. ¿Te suena? Los creadores de Sine Mora y Grasshopper Manufacture vuelven a hacer de las suyas, retorciendo esta hasta el extremo las novelas caballerescas para dar vida a una notable aventura de acción plataformera tan de la vieja escuela.
Muy tradicional en su faceta jugable, pero absolutamente rompedor en lo audiovisual, por fin tenemos en nuestras manos Black Knight Sword. El nuevo proyecto nacido de la colaboración entre el equipo responsable de Sine Mora, Digital Reality, y el estudio liderado por el cada vez más popular Suda 51, Grasshopper Manufacture, que han vuelto a aunar fuerzas para crear una experiencia de juego totalmente delirante. Un retorcido y sorprendente relato caballeresco que toma como base la jugabilidad de los clásicos juegos de acción plataformera de antaño, y la traslada a un grotesco universo de fantasía que no dejará indiferente a nadie.
Chapado a la antigua
Golpear con la espada, saltar, rodar por el suelo y usar un poderoso ataque mágico. Black Knight Sword se vale de estas simples acciones para plantear un desafío jugable realmente exigente. Un peliagudo viaje a través de cinco escenarios de juego verdaderamente retorcidos que evocan, indudablemente, al espíritu de la vieja escuela. Tanto por diseño como por la elevada dificultad que presentan.
En este sentido, la aventura de Digital Reality se mantiene tremendamente fiel a los conceptos jugables más básicos del género, planteando una gran variedad de retos que van desde superar peligrosas secciones de plataformeo en las que el menor error puede acabar con nuestra vida –un bien muy escaso-, a resolver sencillísimos rompecabezas, o vencer a un llamativo ejército de las tinieblas con unos patrones de acción muy definidos.
Nadie debe esperar encontrar, por tanto, un complejo sistema de combate o ingeniosas mecánicas de juego destinadas a sortear obstáculos. En Black Knight Sword todo es tan sencillo como saltar, agacharse y golpear en todas las direcciones posibles con una poderosa y letal espada mágica. ¿Ya está? Sí, ya está; pero os garantizamos que superar la aventura no será nada sencillo. No en vano, como decíamos, estamos ante un juego chapado a la antigua, y eso se nota en la dureza con la que se castigan nuestros errores.
¿Hemos medido mal un salto? ¡A sufrir las consecuencias! ¿No hemos esquivado a tiempo el ataque de un enemigo? ¡A tomar vientos nuestra barra de salud! Y así, hasta alcanzar el final de esta llamativa aventura de acción, que puede llevarnos cerca de cinco horas dependiendo del nivel de dificultad seleccionado –en Experto es un auténtico infierno puesto que el número de enemigos y obstáculos aumenta considerablemente-.
Todo ello aderezado por un apartado audiovisual al que solo podemos definir como… peculiar. Más que nada, porque lo nuevo de Grasshopper Manufacture combina de forma sorprendentemente acertada la siniestra estética propia de cualquier relato de terror, con un diseño de personajes y escenarios que parecen sacados directamente de algunos de los sketches más divertidos de los Monty Python. Eso sin olvidar, claro está, que tanto personajes como el escenario de juego han sido creados a imagen y semejanza de un teatro de papel japonés.
Delirio visual que cobra su mayor expresión en la lucha contra los brutales jefazos de final de fase. Enemigos de los que no pensamos decir gran cosa, para que os sorprendáis tanto como nosotros la primera vez que los vimos, más allá de que suponen un desafío a la altura de los más exigentes. Más, recordemos, teniendo en cuenta que las vidas son un bien muy escaso que conviene proteger ferozmente. Básicamente, porque al perderlas todas nos quedaremos sin las mejoras que hayamos adquirido con todo el esfuerzo del mundo en una llamativa tienda, en la que cambiaremos los corazones de los enemigos abatidos por mejoras de salud, armaduras especiales, mayor rango de ataque, restaurar la vida, etc.
No es que sea muy complejo, pero ciertamente ayuda mucho a que el viaje por este grotesco mundo de fantasía resulte menos doloroso. Afortunadamente, el caballero oscuro también aprenderá ciertos movimientos especiales permanentes como la patada giratoria, la embestida o la descarga de rayos, que desbloqueará al acabar con los enemigos finales, y que resultarán muy útiles para superar los desafíos más complejos de la aventura. Retos que van más allá del modo historia, puesto que también nos encontramos con un Modo Arcade en el que habrá que sobrevivir a oleadas de enemigos; o Desafío, donde se nos plantearán hasta 25 retos distintos verdaderamente difíciles.
Opciones más que suficientes para entretenernos durante un buen puñado de horas, haciéndonos rememorar aquellos maravillosos años con los clásicos juegos de acción plataformera que nos marcaron en la infancia. En este sentido, nos queremos cerrar este análisis sin volver a incidir en el magnífico trabajo llevado a cabo a nivel audiovisual. Porque otra cosa no, pero en personalidad y estilo pocos juegos pueden competir con la gracia de Black Knight Sword.
Una original, simpática y retorcida aventura -sí, todo eso a la vez- que nos muestra su acción como si de una representación teatral se tratara, con narrador en fase poética y cambios de atrezzo en tiempo real incluidos; a la que no se le pueden poner muchas pegas al respecto más allá de cierta irregularidad en el diseño de algunas fases. Lo mejor, sin embargo, es que estamos ante un título que retuerce hasta el extremo la épica de las novelas caballerescas, con un diseño de lo más peculiar que tan pronto te sorprende con escenas terriblemente grotescas y sangrientas, con otras de lo más hilarantes.
Precisamente por ello, preferimos no daros detalles acerca de lo que os espera. Especial mención merece, eso sí, el apartado sonoro de esta obra. No ya solo por el simpático doblaje al castellano por el que se ha apostado, sino también por el gran trabajo realizado por el compositor tras la partitura de Silent Hill, Akira Yamaoka, que ha vuelto a hacer de las suyas con una banda sonora que casa perfectamente con el, por momentos, demente despliegue visual que se muestra en pantalla.
Tal vez en líneas generales este Black Knight Sword no sea tan redondo como Sine Mora, principalmente por ciertas imprecisiones en el control y un sistema de juego algo limitado en algunos aspectos, pero también es verdad que lo nuevo de Digital Reality y Grasshopper Manufacture tiene tanta personalidad propia, que solo por eso ya merece la pena echarle un vistazo.
Pese a ser un juego chapado a la antigua y muy tradicional, Black Knight Sword es capaz de sorprender gracias a su alocado diseño artístico y una puesta en escena digna de mención. Se echa en falta un control algo más preciso y mayor complejidad en su sistema de juego; pero aun con esas, no deja de ser un título francamente recomendable para cualquier aficionado a la acción plataformera en 2D. Más si lo que buscas son experiencias de juego propias de la vieja escuela.
