En esta ocasión tenemos ante nuestros ojos un espectáculo de ruedas, rugir de motores y velocidad. Podemos disfrutar de las grandes marcas del mercado como Yamaha, Honda, Kawasaki, Ducati o Suzuki, entre otras. ¡Ponte el mono, que empieza la carrera!
Las motos han sido uno de los grandes escaparates donde los videojuegos han aprovechado para meter su cabeza. Hemos asistido a grandes sagas del motor como Sega Rally, Colin McRae Rally, Need for Speed, Moto GP, y tantas que han llenado tardes de interactividad con los mandos de nuestro equipo de juego.
La saga Super Bikes viene avalada por el éxito que obtuvieron sus precursores hermanos mayores creados por Milestone en la década de los 90. Salvando las diferencias temporales en cuanto al desfase gráfico y las opciones programadas de aquél entonces, vemos que esta serie ha renovado sus propósitos y nos ofrece un mayor atractivo en todos los sentidos.
No cabe duda de que esta nueva hazaña deportiva tiene muchas similitudes con otro de los grandes de las motos: no es ni más ni menos que el gran Tourist Trophy. Luciendo un acabado parecido, opciones casi calcadas, desbloqueos en las mismas, con unos detalles gráficos de similar factura, y todo un envoltorio de prestaciones afines.
Pero si por algo destaca este Super Bikes es por su acercamiento a la realidad, el as que se han sacado de la manga los programadores de Milestone ha sido definitivo para su cimentación como principal contrincante del mencionado Tourist Trophy.
Entramos al circuito
La forma de jugar en este título deportivo es muy parecida a la de otro peso pesado del mundo del motor. Su nombre es Evolution GT y sus armas son de sobra conocidas por los jugadores más empedernidos. En los dos títulos predominan las coincidencias; estructura, cualidades de conducción, grafismo, desarrollo del piloto, etc.
Al comenzar, lo primero que haremos será crear un nuevo piloto y por consiguiente seleccionaremos un modo de juego. También podemos seleccionar la ya clásica Escuela de Conducción, donde podremos aprender todas las tácticas, técnicas y movimientos aconsejables, para rodar por el asfalto de los diferentes circuitos.
Siguiendo con la selección de modos llegamos a los de Carrera Libre, donde nuestro piloto accede a conducir su moto en un circuito donde no existen nervios ni premuras, tan solo nos vamos familiarizando con los circuitos que están disponibles. En este modo podemos personalizar completamente nuestra monoplaza, así pues los cambios en el color, el circuito, el número de vueltas y la climatología están a la orden del día. También se podrá cambiar la cantidad y los niveles de los rivales, conectar con el modo contrarreloj, etc.
En el modo Trofeos la cosa cambia y aquí nos veremos las caras con los demás corredores en un campeonato de verdad. En esta modalidad correremos torneos según las marcas de motos y, a su vez, debemos quedar entre los 3 primeros puestos de la clasificación para poder acceder al siguiente trofeo. Para completar una temporada y pasar a la siguiente debemos quedar el 1º del campeonato.
Ya metidos en el modo Carrera Profesional el desarrollo es muy parecido, lo único que cambia es el nombre con el que se califica a las carreras ganadas, en este caso se trata de Tours. Durante las carreras de cada temporada se obtienen puntos de experiencia, además de equipamiento.
Para hacer más atractivos todos estos modos de juego se ha provisto a este Super Bikes de algunos desafíos que, como su propio nombre indica, nos harán pasar por pruebas de variada índole. Así bien, al superar algún desafío obtenemos una habilidad que irá creciendo hasta configurar un piloto digno de los mejores trofeos.
Habilidades de un piloto profesional
Si queremos convertirnos en el próximo Álvaro Bautista es preciso que llevemos a rajatabla un correcto régimen de actitudes. Según vayamos ganando campeonatos se desbloquearán una serie de puntos que nuestro piloto obtendrá, tales como aceleración, frenado, curvas… De esta forma nuestro nivel de carrera irá en aumento cada vez más, gracias a las cualidades que demostremos, ya sean destrezas al manillar, caballitos, rebufo, el tiempo de estancia en primeros puestos, la rapidez en dar las vueltas, etc.
En las opciones de juego se nos otorgan una serie de ayudas que serán de agradecer si no estamos acostumbrados a correr con motos. Por lo tanto, al activarlas las caídas serán menos recurrentes y las curvas se trazarán de mejor forma. En el caso de que las ayudas queden desactivadas ya podemos rezar para que los demás pilotos no nos hagan demasiado la puñeta, pues su experiencia y control es mayor que el nuestro. En este sentido la IA del juego está bastante trabajada, pues aporta bastante credibilidad dentro del conjunto total.
Quizás un defecto que “canta” demasiado en el juego sean las caídas de la moto, a veces un tanto irreales, pues el piloto cae de formas un tanto inverosímiles o ridículas. Al igual sucede con la respuesta de la moto, ya sea en asfalto o en tierra; a veces no se ha delimitado perfectamente la diferencia y la moto posee una respuesta muy parecida en terrenos diferentes.
Efectos Tecnológicos
Un punto a favor, y ciertamente bien resuelto, es el de la climatología y los efectos de luz que se han utilizado para dar un mayor realismo a Super Bikes. Los efectos climatológicos se ciñen a lo típico, lluvia, sol y terreno resbaladizo. La lluvia quitará protagonismo a los gráficos a veces, sobre todo los difumina, quedándose el escenario con un aspecto sombrío y apagado.
Todo esto lo contrarresta la aplicación de la luz sobre la moto y los demás objetos del escenario, sobre todo en el asfalto y a la hora de hacer reflejar rayos solares. Es reseñable también el aspecto de los efectos de partículas, que aunque no son nada del otro mundo, cumplen perfectamente con su cometido.
Los escenarios cumplen bastante bien con el desarrollo de las carreras, pero pecan a veces de ser bastante simplones, con una gran sensación de vacío en determinados momentos. Este “error” se podría haber subsanado colocando más objetos móviles en el trazado de los circuitos.
Un aspecto muy bien resuelto es el movimiento realista del piloto encima de la moto. Todo tipo de posturas del personaje y de nuestra propia máquina se pueden observar desde la vista trasera. Es gratificante observar como el piloto queda tumbado casi en el asfalto, o cuando eleva su moto haciendo un caballito, la frenada brusca antes de una curva, y muchas peripecias más…
En cuanto al modelado de las motos es correcto aunque no se les ha aplicado demasiados detalles, más bien tienen unas texturas pobres que les resta un acabado real.
Valoraciones generales
Aun sin llegar a ser un alarde de esplendor gráfico y de acabado perfecto en sus menús, si podemos hablar de un esfuerzo comedido de los programadores. Se nos desplegarán delante de nuestra vista una gran cantidad de opciones, pero no del todo bien representadas. Con esto me refiero, por ejemplo, a las motos que aparecen en el menú de elección, sus formas son arcaicas, sin detalles, exentas de una personalidad marcada. Al igual sucede con los trajes de los pilotos, muy austeros y con pocas referencias.
El sonido y la música que se han implementado cumplen y llegan al aprobado. Con toda seguridad que los jugadores se decantarán por la segunda, ya que el sonido del rugir de motores, las frenadas, y los golpes en general rozan la simplicidad, consiguiendo que optemos por escuchar algo movido. La música del juego se enclava dentro del rock y el pop, creando una excelente banda sonora que nos acompañará durante todos los recorridos.
Estamos ante uno de los juegos de motos que más se acercan a lo que debe ser la conducción realista. No es la panacea del género pero si cumple con las expectativas, cuidando los detalles del mundo del motor con soltura. Sin embargo los jugadores de arcade no podrán disfrutar de él todo lo que quisieran, siendo especialmente apto para personas experimentadas en la simulación y el realismo. Un más que recomendable fetiche para los forofos del mundo de las dos ruedas.
