Un buen Ferrari, anchas carreteras y excelente compañía. Siente como la velocidad fluye por tus venas con un juego de conducción rápido y sin complejos.
Todo un clásico
Corría el año 1.986 era un día como otro cualquiera. Caminaba por las calles de mi ciudad natal en Bilbao en dirección a la sala de recreativos que solía frecuentar habitualmente, con las sana intención de dilapidar mi paga semanal en alguna de esas recreativas de la época que tantas horas de satisfacción me hacían pasar. Cual fue mi sorpresa al entrar, cuando observe que el Kung-fu master estaba libre, aquello era realmente raro, pues casi siempre tenía que hacer cola antes de poder jugar… entonces lo comprendí, me percaté de que en una esquina había un tumulto, un tumulto considerable alrededor de una máquina, eso sólo podía significar una cosa… ¡que habían traído una novedad! Y parecía de las buenas por la atención que reclamaba, prácticamente la de todos los habituales del establecimiento. Fui rápidamente a hacerme un hueco entre la gente para ver de que se trataba. No se puede decir que fuera un chaval impresionable, pero la verdad es que me quede con la boca abierta…
Quizá hayan pasado veinte años desde aquello, pero aun tengo grabado perfectamente en la retina la sensación que tuve al ver por primera vez aquel Ferrari descapotable rojo brillante, aquella melena rubia al viento, aquella anchísima carretera bordeada por playas, aquella impresionante sensación de velocidad al ritmo de esa musiquilla tan pegadiza… porque sí, por que aquello era música y no sonidos encadenados. Yo no era consciente en ese momento, pero sin duda acababa de nacer un clásico.
¿Hacia la izquierda o hacia la derecha?
La verdad es que me encuentro ante la complicada coyuntura de tener que afrontar este análisis, debido a que me resulta inevitable pensar que surgen dos afirmaciones a modo de titular que se contraponen y por las cuales es difícil declinarse.
Por un lado está esa que diría: Sega nos ofrece la posibilidad 20 años después y en un ejercicio de nostalgia, de rememorar tiempos pasados, mediante este arcade de velocidad actualizado del gran clásico de las recreativas.
O esa otra que dice: Sega utiliza como reclamo 20 años después el gran clásico de las recreativas para ofrecernos este arcade de velocidad actualizado, apoyándose descaradamente en el nombre de un videojuego que hoy en día por si mismo no tiene mucho que aportar.
Asé están las cosas… que gran verdad es esa que dice que todo es cuestión del color del cristal con que se mira, yo por mi parte, adoptaré la actitud más salomónica y no me mojaré en este sentido, dado que las dos posturas me parecen totalmente válidas.
¿Y el outrun ochentero?
Ante todo recalcar que estamos ante un juego arcade, de concepción sencilla y sin excesivas pretensiones, cuya intención es hacernos pasar un buen rato como si de una coin-up se tratara. Tan claro resulta este planteamiento, que además del Coast to Coast propiamente dicho (que en definitiva no es más que otro modo de juego mas), Sega incluye dentro del dvd otro juego completo, el menos conocido OutRun 2 que hará un par de años lanzara para las salas recreativas. El resultado es prácticamente idéntico al que pudiéramos ver en los recreativos, con el añadido de que además del propio arcade original, podremos disfrutar de más modos de juego, haciéndolo más jugable y duradero. Lástima que habiendo apostado por esta idea no hayan incluido también una reconversión del Outrun original de los 80, sin duda, hubiese supuesto un interesante plus más para los nostálgicos de la saga.
Velocidad arcade
Bueno, ya sabéis de que va esto ¿no? Una carrera contra reloj a toda velocidad en anchas carreteras repletas de tráfico. Deberemos llegar a los puntos de control y a las metas volantes antes de que el tiempo se agote dentro de un único circuito preestablecido, eso sí, el circuito cuenta con diferentes trazados. Tendremos la posibilidad de elegir bifurcación en cada meta volante hasta en cinco ocasiones antes de llegar a la meta final, siempre teniendo en cuenta que el camino de la izquierda será el mas fácil de los dos que elijamos. El circuito global nos permite realizar hasta quince combinaciones distintas en total, lógicamente deberemos jugar varias partidas si queremos recorrer todos los trazados. Esto en cuanto el juego arcade, ahora bien, como he comentado anteriormente en OR2006 Coast to Coast disponemos de más modos de juego.
Podremos participar en una carrera contra otros diez Ferraris más, debiendo quedar entre los tres primeros para seguir adelante en la competición. En otro de los modos deberemos satisfacer los caprichos de nuestra novia o acompañante y demostrarle que somos unos auténticos ases del volante. Esta puede pedirnos entre otras cosas, que derrapemos en las curvas, que choquemos contra otros coches o que adelantemos a determinados vehículos… lo que sea para mantenerla contenta y que no agarre un buen cabreo :-D También encontraremos el modo contra reloj, donde competimos contra un coche fantasma en pos de la mejor marca.
El juego nos permite la opción de ir acumulando “millas Outrun” las cuales nos servirán para canjear por nuevos coches (todos Ferraris), desbloquear nuevas melodías o modificar el color de los coches que ya tenemos.
Aspectos técnicos del titulo
Los controles son de lo más sencillo, izquierda, derecha acelerar y frenar, con la posibilidad de elegir entre marchas automática y manual. Como veis no es precisamente necesario disponer del B1 para ponernos al volante de unos magníficos Ferraris…
Si bien disponemos de diferentes perspectivas de conducción, se echa mucho en falta una trasera a modo de retrovisor, por lo que, sólo podremos observar lo que tenemos delante de la carretera. Otro de sus grandes fallos son las colisiones con los vehículos, al chocar con ellos a gran velocidad estos ¿¿¡¡desaparecerán!!??, algo que resulta de lo mas incomprensible. Otro aspecto negativo es la total ausencia de modificaciones en la carrocería de nuestro Ferrari, siempre permanecerá impoluto a pesar de los múltiples golpetazos que nos demos.
Gráficamente el juego luce bastante bien pero sin excesivos alardes. Conduciremos a través de bonitos y variados paisajes teniendo en todo momento una gran sensación de velocidad. No podemos decir lo mismo en cuanto a su ambientación, ya que no observaremos apenas ningún tipo de movimiento fuera de los lindes de la carretera, salvo contadas excepciones de bandadas de pájaros, algún que otro avión y poco más, los cuales siempre aparecerán en los mismo tramos del recorrido. Los cambios de luz resultan bruscos y un tanto repentinos, echándose en falta mayor variedad climática (no hubiese estado de mas que en determinados momentos lloviese por ejemplo).
Los efectos de sonido son de lo más sencillo, siguen el compás de lo ofrecido. Se puede destacar los comentarios en castellano de nuestra acompañante, con unos “Oles!!!” muy castizos, unos “eres superguay” y algún que otro comentario en un tono más picaron como ese “¿A dónde me llevas?”
En cuanto a la banda sonora nos encontramos con los temas del Outrun original, en su primera versión y en otras versiones má actualizadas, así como otros temas más sofisticados interpretados por una bonita voz femenina.
OutRun 2006 Coast to Coast consigue atrapar el espíritu del arcade original, lo que ya de por si es una garantía, aunque nos queda esa espinita clavada, dejándonos con la sensación de que Sega podría haberse esmerado un poquito más y haber pulido esas carencias técnicas que lo habrían dotado de una mayor presencia y jugabilidad.
