El precursor de los sandbox tal y como los conocemos. Afirmación impactante, ¿no? El videojuego que revolucionó los juegos de acción con libertad hasta límites insospechados llega a Android, iPad e iPhone, y nos ofrece un resultado francamente bueno para uno de los juegos más generosos en cuanto a duración que hemos visto en estos dispositivos.
Los resultados que están ofreciendo los teléfonos Android de la actualidad en cuanto a videojuegos son sencillamente fantásticos, y es que productos que hace no mucho estaban presentes en un ordenador personal se pueden disfrutar ahora en estas plataformas portátiles. GTA III es el último gran ejemplo de las cosas que se pueden lograr en este tipo de dispositivos, y el resultado es francamente notable.
Claude Speed y toda la tropa de secundarios criminales de la creación de Rockstar lucen de forma extraordinaria también en Android, con prácticamente las mismas virtudes que mostraron en PC hace ya una década aunque lógicamente recortadas. El control puede resultar caprichoso en los primeros compases y, lógicamente, muestra algunas limitaciones; no obstante no es óbice para considerar a este título de lo más recomendable para los fans de los sandbox, y no sólo por el factor nostálgico, sino también por el de la indudable calidad que todavía muestra su propuesta.
Grand Theft Android
Perder el tiempo narrando por enésima vez las peripecias de Claude Speed resulta completamente innecesario, especialmente teniendo en cuenta que hablamos de un título de hace diez años, no obstante sí matizaremos las bases sobre las que se fundamenta la tercera entrega de GTA para los que no tuvieran la fortuna de jugarla en su momento. Los pilares de lo que disfrutaríamos en el futuro con los siguientes capítulos de la franquicia están también aquí, ya que se repite la historia de este criminal al que sus compinches tienden una trampa y que se aliará con todos los capos del crimen organizado de Liberty City para gestar su ya memorable venganza.
Y es que no podemos ocultar que esperábamos con ansia el lanzamiento de GTA III en dispositivos móviles, y no sólo porque cualquier oportunidad de volver a sumergirse en la primera gran creación de Rockstar, sino porque teníamos verdadera curiosidad por comprobar cómo resultaba su adaptación al aspecto tecnológico y a los rigores del control de dispositivos de este tipo.
Ahora podemos asegurar que el resultado es notabilísimo, y que se vende al tremendamente competitivo precio de 3,86 euros desde el market de Android: Prácticamente una ridiculez teniendo en cuenta los precios en los que se mueve el mercado y la relación calidad-coste que ofrece esta pequeña joya clásica. Un título que, además, contempla algunas mejoras con respecto al original, especialmente pensadas para los nuevos tiempos como la mecánica de Auto-guardado que parece especialmente pensada para este tipo de dispositivos portátiles.
Que yo Recuerde, Siempre Quise ser un Gángster
Así pues nos encontramos con una revisión del clásico de Rockstar que dista mucho de ser un mero port, y que hace un notable esfuerzo por adaptarse a los controles táctiles de los móviles con un planteamiento muy acertado a todos los niveles y que, de hecho, ofrece una tremendamente innovadora forma de personalizarlos hasta extremos del todo insospechados. Eso sí, incluso con todas esas facilidades, nos va a costar hacernos con los controles seamos o no habituales de los videojuegos de este tipo de dispositivos, pero no por la excesiva complejidad de éstos, sino más bien por su profundidad, puesto que el programa es muy exigente en este sentido para un dispositivo del tipo de los que nos ocupan.
El planteamiento es sencillo, y contamos con un stick en la parte izquierda de la pantalla que accionaremos con la misma mano, y con varias acciones contextuales en la derecha: tales como el acelerado, el freno, el derrape, el claxon y la acción de bajar del coche siempre que vayamos a bordo de un vehículo, y a pié las acciones de disparar, saltar, esprintar o entrar en los vehículos... El interfaz puede parecer algo intrusivo según el prisma con el que lo observemos en las versiones Android, algo que no nos parecía demasiado problemático en la mucho más amplia pantalla de iPad.
Por otra parte hay un componente de auto-apuntado en las secciones de disparo, algo prácticamente inevitable teniendo en cuenta lo difícil que resultaría hacerlo con este tipo de controles, no obstante no resultan nada molestos si asumimos desde el comienzo el tipo de videojuego que tenemos entre manos. Lo mismo podemos decir de la conducción, bastante mejor y directamente heredera del estilo netamente arcade que caracterizó a los títulos de la pasada generación en los lanzamientos de Rockstar.
Por otra parte podemos mover la cámara cuando ésta esté fijada desde el ángulo tradicional (haciéndola rotar moviendo el dedo por el centro de la pantalla), aunque es de las pocas mecánicas que no nos han resultado en absoluto cómodas puesto que supone dejar todo lo que estamos haciendo para ajustar la perspectiva. En esta ocasión en las secciones de velocidad y a pié se suma una perspectiva cenital al más puro estilo de los dos primeros capítulos de la franquicia, y nos permite no sólo un toque de lo más agradecido por los nostálgicos, sino también desde el punto de vista práctico para determinadas situaciones límite.
En cuanto a lo tecnológico el programa presenta un aspecto fantástico, que saca gran partido de las posibilidades del hardware. La transición de la Liberty City de PC a la que vemos en nuestros Android es francamente meritoria, con muy pocos peros que interpelarle al programa en este sentido. Entre manos tenemos el mismo juego que veíamos hace una década, con todo el mérito que ello conlleva teniendo en cuenta que es un título tridimensional y plenamente interactivo que no puede alcanzar las cotas de calidad visual de títulos mucho más encorsetados como por ejemplo Infinity Blade. Lo que no nos ha gustado tanto es alguna ocasional caída de frame-rate de lo más incómoda, que llega incluso a paralizar la pantalla durante unas fracciones de segundo. No es algo excesivamente grave teniendo en cuenta los rigores de este tipo de plataformas, no obstante es algo que sí merece la pena ser reseñado.
Por lo que respecta al audio el juego también respeta la intención general de llegar intacto y sin recortes, ofreciendo la misma genial banda sonora de temas licenciados con todas las canciones del original, y con las secuencias cinemáticas y todas las voces impecablemente reproducidas. El juego, al igual que el de 2001, llega a nuestro país con la única traducción de sus textos, y con las voces en versión original.
Rockstar logra exactamente lo que esperábamos de esta conmemoración del décimo aniversario de GTA III para Android: un título notable que atesora las virtudes de un juego memorable. Hay problemas sí, algunas matizaciones tecnológicas y un control que en primera instancia es bastante incómodo, pero son meros lunares que no enturbian un conjunto fantástico y de generosa duración.
