Análisis de Babel Rising

Análisis de Babel Rising
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Paraliza la construcción de la gran torre de Babel en este divertido título de estrategia protagonizado por un dios vengativo y furioso, capaz de provocar todo tipo de calamidades. Lluvias de fuego, tormentas de arena, inundaciones... cualquier muestra de poder vale con tal de frenar a los infieles. Pero... ¿captarán el mensaje?

Se les ve tan pequeñines y trabajadores que a veces da pena aplastarlos con una roca gigante, calcinarlos con una tormenta de fuego, o lanzarlos por los aires con una poderosa ventisca; pero así es la vida de Dios, y más en los tiempos de Babilonia, en los que un grupo de infieles, liderados por el Rey Nabu, están dispuestos a alcanzar el cielo construyendo una gran torre. ¡Menudo sacrilegio!

Tu tarea consistirá en acabar con estos trabajadores para evitar que cumplan su objetivo. Y para ello, nada mejor que hacer gala de tu inconmensurable poder elemental, aunque deberás usarlo con cabeza para no quedar vendido frente a los cientos de infieles que han decidido participar en la construcción de la Torre de Babel. Acción y estrategia, por tanto, se dan la mano en este divertido título al que le ha faltado algo más para ofrecer un resultado redondo.

Trabajadores sin seguro médico
¿Recordáis el clásico Lemmings? Muchos tratamos de salvar a estas simpáticas criaturas de instintos suicidas guiándolas por intrincados niveles repletos de trampas mortales y obstáculos insalvables. El juego que nos ocupa, Babel Rising, parte de un concepto similar, aunque con un giro radical: en vez de ayudar a los trabajadores, debemos acabar con ellos antes de que construyan la gran torre que amenaza nuestro poder. Prometedor ¿verdad?

Ciertamente lo es, aunque la sólida base jugable que atesora este título de Mando Productions no es suficiente para mantener el interés más allá de las partidas iniciales. Y es que llega un punto en el que la acción se vuelve excesivamente repetitiva y carente de emoción, limitando mucho la diversión. En este sentido, echamos en falta una mayor variedad de situaciones, puesto que la acción prácticamente no varía ni un ápice de principio a fin. Y esto es algo que condena a un juego que no es capaz de motivarnos a seguir adelante, ni tan siquiera en su faceta multijugador.

Como punto a su favor, destaca el acertado uso que se ha hecho de las cuatro fuerzas elementales a las que podemos acceder -fuego, tierra, aire y agua-, cada una de ellas con dos ataques únicos y un movimiento especial al que accederemos tras recargar una barra de energía. Pero lo divertido que resulta usar estos recursos, y las diferencias existentes entre los distintos tipos de energía elemental, no son suficientes.

Desatar un infierno de fuego, una terrible ventisca o un devastador maremoto son solo parte de los recursos que usaremos para imponer nuestra ley divina...sobre nuestro amado pueblo.
Desatar un infierno de fuego, una terrible ventisca o un devastador maremoto son solo parte de los recursos que usaremos para imponer nuestra ley divina...sobre nuestro amado pueblo.

Más que nada, porque aun siendo un título de estrategia en el que solamente se nos permite usar dos de estas fuerzas elementales en cada nivel, la acción resulta demasiado simple y limitada, sin plantear desafíos que supongan un auténtico reto estratégico. Y eso a pesar de encontrarnos con enemigos especiales como los sacerdotes, que serán inmunes -junto a los aliados cercanos- a un tipo de energía elemental determinada. O los portadores de las vasijas malditas, que al romperlas bloquearán temporalmente el uso de la habilidad que hayamos usado para destrozarlas. Pero, como decíamos, no es suficiente.

Y no lo es porque Mango Productions no ha sabido aprovechar una idea tan divertida como la de Babel Rising, quedándose en la superficie. Por supuesto, masacrar a decenas de trabajadores, castigar con rayos a un número determinado de sacerdotes, o derribar barcos y torres de asedio es muy divertido, pero no tanto como para mantenernos pegados a la consola durante horas. Y lo mismo se puede decir de su faceta multijugador local, de la que destacaríamos únicamente las partidas cooperativas, que permiten que hasta dos jugadores combinen las cuatro energías elementales para vencer a los trabajadores.

Algo muy recomendable en el nivel de dificultad más elevado, donde el juego se torna un auténtico desafío debido a la gran cantidad de trabajadores que aparecerán simultáneamente desde varios frentes. En su faceta competitiva, por el contrario, el objetivo consistirá en sobrevivir más tiempo que el rival o en obtener la máxima puntuación posible en un tiempo límite, algo que lograremos encadenando un gran número de muertes para que el marcador de puntos aumente exponencialmente.

Podemos competir contra otro jugador en pruebas de puntuación o de resistencia, aunque el rey del multijugador es el cooperativo.
Podemos competir contra otro jugador en pruebas de puntuación o de resistencia, aunque el rey del multijugador es el cooperativo.

En este punto, conviene destacar el acertado uso que se ha hecho de PS Move y Kinect -también se puede jugar con un mando tradicional-, con los que resulta bastante sencillo controlar la acción; aunque en nuestro caso nos quedamos con la experiencia con el controlador de Sony, que consideramos más pulida y precisa que con el sistema de control por movimientos de Xbox 360. En este último supuesto, resulta muy intuitivo desencadenar las fuerzas elementales con los movimientos de mano y brazos, pero como decíamos, no es todo lo preciso que nos habría gustado y a veces, en los momentos de máxima tensión, es algo que se nota mucho.

Para terminar, Babel Rising también cumple discretamente en su faceta audiovisual, presentando unos entornos y torres muy resultones a nivel gráfico, en los que destacan la gran cantidad de trabajadores que pueden aparecer en pantalla, y las divertidas formas en las que estos morirán. No es nada espectacular, pero al menos sí agradable a la vista. Lo malo es que el sonido no acompaña, y aparte de unos efectos sonoros algo discretos, debemos sumar una banda sonora muy repetitiva y poco inspirada.

Regular

Sin sello

Babel Rising

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Un juego con mucho potencial que se ha quedado a medio camino. Babel Rising es divertido, su faceta cooperativa engancha lo suyo y cuenta con ideas interesantes que nos han hecho recordar nuestros tiempos con los clásicos God Game, pero al mismo tiempo es un título demasiado limitado en su faceta jugable, que se queda solo en la superficie de una idea que daba para muchísimo más. No esta nada mal y gustará a todos aquellos que busquen divertirse sin demasiadas complicaciones, sobre todo por su precio y opciones multijugador.

Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español
Duración:
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