Los juegos de motocross no viven su época más dulce, eso desde luego. Atrás quedaron los tiempos de Excite Bike y compañía -clásicos del género donde los haya- pero de vez en cuando llegan propuestas como MUD que, a pesar de ser modestas, por lo menos rellenan un hueco.
Ya tenemos aquí otro juego de velocidad de los siempre atareados Milestone, los mismos que firman año tras año las distintas entregas de SBK y WRC entre otros. Su nueva propuesta lleva el nombre de MUD: FIM Motocross World Championship y nos invita a superar y participar en una amplia gama de pruebas oficiales relacionadas con el mundo del motocross, muy olvidado en lo que respecta a videojuegos.
Motocross refrescante
Lejos de estar ante un simulador de motocross convencional, MUD se sitúa a medio camino entre la simulación y el arcade, aunque éste último aspecto prima sobre la simulación. Además los chicos de Milestone se han molestado en ofrecer algo de frescura a un género que, en ese sentido, no suele conceder demasiado espacio a la innovación.
Y gran parte de este factor sorpresa lo encontramos en las diversas facetas que nos ofrece su modo de juego principal, que ha sido bautizado como MUD World Tour.
En este profundo y extenso modo de juego debemos asumir el papel de cuatro pilotos (uno de inicio, al resto es necesario desbloquearles) y participar en una serie de eventos englobados en más de una docena de pruebas distintas. En total nos esperan más de medio centenar, por lo que la duración está asegurada.
Uno de los factores más interesantes que encontramos en MUD World Tour es la posibilidad de ir mejorando las aptitudes y habilidades de los pilotos conforme superamos eventos y conseguimos dinero y puntos de experiencia, al más puro estilo RPG. Así cada uno de los pilotos posee unos determinados niveles de Aguante, Instinto, Agilidad y Fuerza, que vienen a ser las cuatro áreas o habilidades que es posible i r mejorando.
Dichos atributos se traducen en determinadas características que se reflejan durante las carreras. El Aguante está relacionado con la duración que tiene en el organismo de nuestro piloto la ingesta de una bebida energética, la cual nos permite aumentar la velocidad de nuestra moto durante un breve período de tiempo. Por su parte el Instinto prolonga el pequeño impulso o acelerón que obtenemos tras realizar satisfactoriamente un scrub, el trick más básico que podemos pertrechar en MUD. La Agilidad es necesaria para girar con más soltura la moto en cada curva, mientras que la Fuerza nos permite mantenernos más pegados al suelo en los terrenos más abruptos.
Este toque de aventura o RPG también se ve reforzado por el hecho de poder "equipar" convenientemente a nuestro piloto antes de cada carrera, pudiendo escoger su casco, bebida energética, tricks y su traje. No es que estemos ante una revolución en el género ni tampoco es que gracias a esto la jugabilidad se potencie de manera bestial, pero por lo menos se agradece el esfuerzo de los diseñadores por ofrecernos algo un tanto diferente a lo que estamos acostumbrados a degustar en este género, demasiado limitado en ocasiones.
Variedad sobre el barro
Al margen de esto, MUD World Tour también nos procura una variedad de pruebas realmente interesante. Y es que en función del evento en el que nos toca competir es necesario lograr ciertos objetivos de equipo y, lo más importante, superar ciertas premisas que vienen dadas por el tipo de carrera que debemos afrontar.
Básicamente (y dejando de lado las Carreras Rápidas a las que también tenemos acceso) en esta modalidad tenemos que afrontar cuatro tipos distintos de competiciones: Eliminatoria, Duelo Uno-contra-Uno, Carreras de Puntos de Control y Trick Battle.
Las carreras Eliminatorias nos animan a dar varias vueltas a un mismo circuito tratando de quedar en la mejor posición posible… y evitar quedarnos rezagados, ya que si esto ocurre quedaremos eliminados automáticamente al terminar cada una de las vueltas. Los Duelos no requieren de demasiada explicación, ya que consisten simplemente en enfrentarnos a un único competidor (cuando lo normal es hacerlo contra otros 15 pilotos más) y ganarle. En las Carreras de Puntos de Control tenemos que marchar lo más rápido que podamos para ir superando los diferentes check points situados a lo largo de cada trazado, mientras que en las Trick Battles la velocidad cede protagonismo en favor de la habilidad, teniendo que pertrechar la mayor cantidad de acrobacias posible. Sin duda éste último modo tiene bastante gracia y pica bastante.
Debido a esta diversidad de objetivos esta modalidad se hace bastante entretenida incluso a medio-largo plazo, proporcionándonos la emoción suficiente para no cansarnos demasiado rápido. A esto también contribuye la dificultad progresiva, ya que si bien al principio todo parece demasiado fácil, las pruebas van complicándose a medida que desbloqueamos nuevos eventos.
Pero MUD no solo vive de esta modalidad, ya que posee otras complementarias y mucho más clásicas como pueden ser las Carreras Rápidas, Campeonato, Multijugador Online y el Monster Energy FIM. Y en todos ellos es posible competir en la clase MX1 y MX2, siendo ambas oficiales.
Como ya os hemos comentado anteriormente, MUD se sitúa entre la simulación y el arcade, y eso se manifiesta claramente en su sistema de control. De esta forma pilotar cada una de las motos es una tarea relativamente sencilla, si bien es necesario frenar y desacelerar en cada una de las curvas para no acabar empotrados contra alguna valla publicitaria o cualquier otro elemento hallado en las pistas.
Sin embargo en MUD no sólo es necesario apurar cada curva y abrir gas lo antes posible, ya que se han añadido pequeños extras que aumentan la jugabilidad. Y uno de ellos es el tema de los tricks o acrobacias. Aunque al principio sólo es posible realizar uno o dos, conforme avanzamos y obtenemos los créditos suficientes es posible ir adquiriendo y habilitando nuevos hasta sumar un total de 29. La forma de ejecutarlos es relativamente sencilla, teniendo que pulsar en el orden correcto los botones frontales del mando. Y cuanto más difíciles son dichos tricks, más puntos obtenemos, al margen de conseguir pequeños "acelerones" al pertrecharlos con éxito.
Velocidad funcional
En el plano puramente técnico, MUD da una de cal y otra de arena, como suele ser habitual en los títulos desarrollados por este estudio italiano. La solvencia con la que el motor gráfico es capaz de mover 16 pilotos simultáneamente sin que la acción sufra ralentizaciones ni otros problemas es digna de elogio, a lo que se añade una sensación de velocidad que sin llegar a ser impactante, cumple. Las animaciones de los pilotos son algo menos certeras, siendo algo robóticas y artificiales en ocasiones. Pero lo menos conseguido son los circuitos, que no llegan a la altura de lo deseado (salvo un par de excepciones) por su falta de detalle en general y, especialmente, por su pésima elección en lo concerniente a la paleta de colores.
En cuanto al sonido, lo más destacado es su cañera banda sonora, repleta de temas de rock, metal y heavy que se adaptan perfectamente a cada carrera y, de paso, amenizan las pantallas de menú… siempre y cuando te gusten dichos estilos musicales, porque en caso contrario puede acabar siendo algo repetitiva y molesta. Los efectos son algo menos inspirados, destacando solamente el rugido de los motores y poco más.
Milestone ha efectuado un digno trabajo llevando a las consolas y PC el mundo del motocross, insuflando cierta frescura a un género de capa caída. No es ni de lejos el mejor exponente de la velocidad bajo ningún concepto, pero por lo menos entretiene y se deja jugar.
Milestone sigue su línea de juegos de velocidad con un título de motocross bien diseñado que ofrece cierta innovación dentro del género aunque peca de los mismos defectos de siempre, muchos de ellos de tipo técnico. A pesar de esto y teniendo en cuenta lo desangelado que está este subgénero, lo cierto es que es un título que puede satisfacer a los amantes de este deporte.
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