Ingeniosa, con mucha personalidad y unos puzles tan divertidos como variados. Por fin se ha estrenado en PC el fantástico Stacking de Double Fine. Una de las aventuras más perspicaces del momento que se apoya en la figura de las muñecas rusas matrioskas para construir una experiencia de juego única.
Tras el buen trabajo realizado con la adaptación de Costume Quest, el equipo liderado por el genial Tim Schafer, Double Fine, estrena ahora en PC su original y fantástico Stacking. Una ingeniosa aventura con muchos rompecabezas de por medio, que se apoya en las muñecas rusas matrioska para construir una experiencia de juego completamente novedosa, con muchísima personalidad y cargada de posibilidades jugables.
Rompecabezas Dentro del Rompecabezas
En el juego seremos el pequeño Charlie, una diminuta matrioska perteneciente a la familia Blackmore, que vive aterrorizado ante la autoridad que gobierna su mundo y que ha arrebatado de su lado a su familia. Nuestro pequeño protagonista pasa desapercibido para todo el mundo, incluso para su propia familia, pero esto tiene el inesperado punto positivo de que cuando un matón viene a cobrar la deuda de los Blackmore con sus hermanos como precio, lo desechan rápidamente tratándole de "mocoso" e inservible para el duro trabajo.
Ahí precisamente comenzará nuestra aventura, cuando Charlie busque vengarse del malvado Barón y recuperar a los desaparecidos miembros de su familia de deshollinadores. Todos los miembros del universo de Stacking son precisamente matrioskas, de modo que cada personaje que nos crucemos en nuestra aventura, sea aliado o villano, tendrá la forma de estas curiosas figuritas, aunque variando el tamaño.
De hecho, cada tipo de muñeco tendrá sus propias características especiales, lo que resulta de extrema utilidad puesto que en lugar de utilizar objetos para resolver las situaciones, usaremos la habilidad especial de cada uno de ellos. Charlie, nuestro protagonista, pertenece al tipo de matrioska más pequeña, de modo que podemos irnos metiendo en unas y otras figuras -siempre que sean justo del tamaño mayor- para ir haciéndonos con sus destrezas especiales, pudiendo abandonar su interior también siempre que lo deseemos.
Lo divertido del juego es que todas y cada una de las figuras tienen habilidades especiales ciertamente demenciales, algunas de ellas realmente divertidas. Desde la de dar un guantazo al personal hasta la de lanzar ventosidades, cada tipo de matrioska es completamente única, y pese a que algunas de sus pericias pueden parecer totalmente absurdas, lo cierto es que la mayor parte de ellas suponen, como mínimo, la solución a algún puzle.
Seducir a un guardia de seguridad con el físico de una sexy matrioska femenina para poder pasar, utilizar la capacidad de dispersar una huelga de un sindicato de otra, o emplear la apertura de paraguas de una tercera para derribar una torre de piezas cuidadosamente apilada, son sólo algunas de las funcionalidades a las que podemos acceder en este divertido Stacking. Lógicamente con el paso de los niveles los retos serán cada vez más y más difíciles, llegando a encontrar en la recta final algunos realmente ingeniosos y complejos, que requerirán no sólo ingenio y exploración a la hora de dar con la solución al puzle, sino también de habilidad mental a la hora de encontrar la matrioska apropiada.
La brillantez del juego de Double Fine se deriva de no utilizar combinaciones de control excesivamente complejas, sino de basar todo el interés en la exploración y capacidad de observación del entorno y sus habitantes. De hecho no hay botones de salto, de sprint ni mayores posibilidades... Todo se gestiona con un par de botones o teclas si hemos optado por el uso del teclado y ratón, que irán modificando su función dependiendo de la matrioska que hayamos poseído.
Como no podía ser de otro modo, el equipo de desarrollo ofrece importantes opciones de personalización tanto a nivel de control como en lo que respecta al apartado gráfico, que aunque luce algo mejor que en consolas no es precisamente un portento tecnológico, más bien todo lo contrario. Lo que es innegable es que Stacking es un título con gran personalidad y genio artístico, y por tanto es una de esas obras que se recuerdan por el mimo con el que se han tratado la mayoría de sus elementos gráficos.
Esta adaptación de PC incluye además el pack de contenidos descargables El Rey Perdido de los Vagabundos, que actúa como una historia paralela a la que podemos acudir siempre que lo deseemos, aun no habiendo completado la campaña principal, para disfrutar de más o menos una hora de juego extra que dedicaremos a resolver un montón de puzles y a experimentar con sus 15 nuevas matrioskas.
Un añadido que nos deja con un juego de unas 6 horas de duración en su campaña individual, que puede verse incrementada si somos de los que trabajamos para desbloquear todos los logros posibles; y en este caso hay los suficientes como para disfrutar de un par de horas extra resolviendo desafíos alternativos o recolectando a todas las familias de matrioskas que podemos encontrar. Por todo ello, Stacking es un juego inteligentemente diseñado, con mucha libertad de acción y, sobre todo, tremendamente innovador: un soplo de aire fresco para el mercado actual de videojuegos.
Stacking es simpático, sencillo y, al mismo tiempo, tremendamente divertido. Lo nuevo de Tim Schafer y compañía es una propuesta única e irrepetible, y como tal y especialmente si pertenecemos al público que gusta de los rompecabezas más originales, es un videojuego muy interesante.
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