¿Un homenaje del recordado Castle of Illusion de manos de los creadores del destacado Henry Hatsworth? El planteamiento de la particular versión de Epic Mickey para Nintendo 3DS no apuntaba nada mal, y menos con el genio de Warren Spector como maestro de ceremonias. Sin embargo, el resultado final ha sido distinto. Te contamos cómo funciona la dinámica de pintura y disolvente en un plataformas 2D de estilo clásico.
La llegada de Epic Mickey: Mundo Misterioso era interesante por dos motivos. El primero, y también el más nostálgico, que en su ejecución los desarrolladores prometían inspirarse en algunos clásicos que muchos recordamos, como el sensacional Castle of Illusion (estrenado en el año 1990 en Megadrive). El segundo, y probablemente más importante para nosotros, que la obra está realizada por DreamRift, autores del destacado, innovador e inteligente Henry Hatsworth.
Por supuesto, la marca Epic Mickey (auspiciada por Warren Spector) es también una seña de identidad en este videojuego para Nintendo 3DS, uno que de hecho se presenta como secuela. Nuestro querido ratón estaba un buen día disfrutando de la programación de su televisor cuando Oswald aparece en pantalla con un mensaje de socorro. La bruja Mizrabel ha vuelto, capturando en su castillo a algunos de los más populares personajes Disney, incluida Minnie. No hará falta mucho más para que nuestro icónico héroe se ponga en marcha, con el fin de liberar a sus amigos de las garras de esta ya conocida antagonista (era la villana original en el clásico de las consolas SEGA).
En definitiva, un tributo que se resuelve en la forma de un plataformas de corte muy tradicional, pero a la vez novedoso. Y es que, a los clásicos saltos y peligros que nos encontraremos, hemos de sumar la pintura y el disolvente, aquí también presentes para plantearnos una mecánica de juego que mantiene lazos afectivos con las modas noventeras, pero que también coquetea con las particularidades táctiles de la portátil de Nintendo. ¿El resultado? Algo no tan destacado como esperábamos, pero aún así interesante.
El Poder de la Ilusión
Epic Mickey: Mundo Misterioso construye su núcleo jugable en torno a mecánicas plataformeras de toda la vida. Niveles donde ir de un punto A a uno B, derrotando por el camino a cantidad de enemigos y superando innumerables obstáculos en forma de caídas al vacío, lava y pinchos. Hasta aquí, nada que se distancie de Castle of Illusion. Incluso Mickey salta y ataca con el trasero a los rivales en forma de homenaje, tal y como hacíamos ya los más veteranos hace un par de décadas.
El sistema de vida basado en corazones es otro de los elementos que se recuperan, amén de la recogida de los billetes que van dejando nuestras enemistades. Todo en fases que pertenecen a las ilusiones generadas por Mizrabel, y que nos harán viajar al País de Nunca Jamás o al mercado de Agrabah (con un guiño muy sentido hacia los que disfrutaron del genial videojuego de Aladdin del año 1993), entre otros muchos emplazamientos propios del universo Disney..
La presencia de jefes finales enriquece el resultado, y la dificultad, aunque nunca demasiado elevada, hace la experiencia satisfactoria. La duración total de la obra, escasa, supone un problema serio, pero sin duda lo que hace más daño a este lanzamiento es la necesidad de rescatar elementos del universo Epic Mickey. En otras palabras, las mecánicas de pintura y disolvente no terminan de encajar por motivos de diseño en el marco de la obra, haciendo perder ritmo plataformero a un juego que cada dos por tres nos hace sacar el lápiz táctil para ponernos a perfilar una serie de prescindibles dibujos.
Dibujar no siempre es divertido
La gran novedad de Epic Mickey: Mundo Misterioso es también su gran talón de Aquiles. Resulta interesante que mientras que la pantalla superior nos muestra la acción, en la inferior aparezcan elementos ocultos del escenario, dispuestos a ser acertados con nuestro stylus para invocarlos. Un ascensor que nos permite llegar más alto, una especie de cohete propulsor que nos lleva a una plataforma lejana, un cañón que acaba con nuestros rivales fácilmente... La originalidad aplicada es de aplauso, aunque no tanto cuando tenemos que dibujar la silueta de estos artefactos para usarlos.
La presencia de estas dinámicas no es precisamente escasa. Frecuentemente, se nos propone coger el lápiz táctil y seguir los trazados indicados en la pantalla inferior. Tarea que podría divertir a jugadores de corta edad, pero que para jugadores más creciditos resulta una auténtica pérdida de ritmo. El reto, además, es inexistente, y cuando se presenta lo hace para frustrarnos, ya que lo único que cambia es que disponemos de un límite de tiempo para dibujar.
Las mecánicas plataformeras y los dibujos con stylus son incompatibles en el título según está formulado, dando al traste con lo que podía haber sido un más que notable videojuego. La pintura y el disolvente definitivamente destruyen todas las buenas intenciones plataformeras de la obra, aunque bien es cierto que hay determinadas acciones, como lanzar pinceladas a los enemigos para acabar con ellos a distancia, que no están mal implementadas.
Un Mickey Mouse muy nostálgico
Aunque la función del stylus no sea la más apropiada en Epic Mickey: Mundo Misterioso, eso no quiere decir que no existan buenas ideas, y bien ejecutadas. El mejor ejemplo lo tenemos en Fortaleza, un lugar al que irán las diversas personalidades (Tío Gilito, Goofy, Pato Donald...) que rescatemos en el castillo de Mizrabel. Encontrarlos será parte de la diversión, pero aún más disfrutar de la especie de minijuego RPG-conversacional que se nos plantea. Y es que no sólo podremos hablar con ellos y ayudarles con determinadas tareas, sino también mejorar sus estancias y hasta desbloquear una tienda.
Elementos accesorios a la aventura principal, por tanto, no hay pocos. Podemos obtener dinero y emplearlo en mejoras como potenciar nuestra ofensiva o añadir contadores de vida. Eso sí, se echan en falta elementos de conectividad, ya que no tenemos StreetPass, SpotPass ni online. Lo que sí tenemos son buenos gráficos. Cierto es que los que esperen modelados detallados en 3D se verán decepcionados, pero los amantes de los sprites 2D se sorprenderán por el enorme cuidado y cariño dedicado a cada una de las facetas visuales del juego: personajes, escenarios, enemigos, etc.
El movimiento de los decorados en "scroll-parallax" y ese "look" tan de la época de los 16 bits generan una nostalgia que se aprecia como actual gracias al efecto estereoscópico, realmente trabajado y el cual recomendamos activar durante toda la partida. Puede que por injustos errores de diseño este nuevo Epic Mickey para 3DS no haya salido tan bien parado como esperábamos, pero aún así no deja de ser un juego atractivo al tiempo que entrañable. Mickey Mouse es así.
Epic Mickey: Mundo Misterioso plantea la siempre agradable tarea de volver a los años noventa, a la época del mítico Castle of Illusion, y lo consigue. Estética de 16 bits, dinámicas plataformeras clásicas y el encanto Disney concentrados en un sentido homenaje. El problema viene cuando las dinámicas de pintura y disolvente -marca de Warren Spector- aparecen con una mala integración, rompiendo el ritmo de juego y, en definitiva, haciendo que el título pierda gran parte de su atractivo. Hay ideas buenas, pero estos injustos errores, unidas a la escasa duración, lastran el resultado final.
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