Análisis de The Banner Saga. La historia la cuentan los estandartes

Análisis de The Banner Saga. La historia la cuentan los estandartes
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Nacido de Kickstarter, The Banner Saga nos introduce en la mitología nórdica más original, con un título donde la estrategia por turnos se mezcla con la toma de decisiones que influirá en el devenir de los acontecimientos. Una epopeya que huye de las grandes gestas, que cuenta su historia con crudeza y deja la gloria cosida en su estandarte.

The Banner Saga es un concepto inusual, pero no nuevo. Sorprende incluso a los más afianzados al género de la estrategia por turnos, pues uno nunca está preparado del todo para la batalla. Aquí no hay tiempo para todo, el viaje debe continuar en todo momento y cada día perdido es una ración de alimentos menos. Así, se cuenta el viaje tortuoso de dos pueblos, los humanos y los Varl, una raza de gigantes con cuernos que tuvieron que dejar sus diferencias a un lado en pos de luchar contra un enemigo más feroz: los dredge, una especie de hombres de piedra que han vuelto para conquistar todas las tierras. Con el sol detenido, comienza una historia que nos fuerza en todo momento a seguir el rumbo de los acontecimientos de una forma poco tradicional, sin pararse a explicar su narrativa, esperando que os encontréis en el camino.

The Banner Saga es el primero de una trilogía llena de hazañas, héroes, muerte y desolación. El título se sirve de varios conceptos bien diferenciados para hacer avanzar la historia: los combates, la gestión de recursos y héroes y las circunstancias que suceden en el camino. Todo se retroalimenta y tendremos que gestionar bien nuestros bienes, héroes y decisiones si queremos mantener unida la compañía en un tortuoso viaje que el juego gestiona con maestría, ofreciéndonos algunos de los parajes bidimensionales más bellos que hemos visto, mientras el hambre, las peleas internas y externas se cobran su trabajo.

Desafío por turnos

Las batallas serán el punto fuerte, siguiendo el planteamiento de juegos como Fire Emblem o XCOM, pero con un toque personal que las hace únicas. Cada unidad puede moverse un determinado número de casillas, con sus puntos propios de ataque y defensa, y cada uno de ellos con su propia habilidad. A lo largo de la aventura iremos encontrando nuevos guerreros, pero también perderemos otros de una forma más inevitable que en ningún otro juego parecido. Una especie de modo clásico a lo Fire Emblem que no deja guardar partida y hace que algunas pérdidas de personajes sean totalmente irrecuperables. Eso sí, algunos de los personajes no pueden morir, no hay Game Over si mueren en mitad del combate, por lo que si caen quedarán heridos y tendremos que descansar varios días para poder contar con ellos al cien por cien.

El sistema funciona y nos pondrá en muchos aprietos incluso en su modo de dificultad normal. Pese a su tutorial y un modo entrenamiento al que podremos acceder en algunos campamentos, aprender bien a gestionar a nuestra compañía es algo que sólo conseguiremos dominar a base de luchar y, muchas veces, morir en el intento. De esta forma es como conseguiremos desarrollar estrategias clave, como debilitar al enemigo en vez de acabar con él, para que tenga que gastar turnos con sus tropas anuladas, o gestionar bien los puntos de voluntad, una característica que nos permitirá potenciar nuestros ataques o movernos algunos casillas extra. Lo primero que aprenderemos a dominar es el arte de romper la armadura, un ataque que no quita daño, pero que bajará las defensas del enemigo para poder hacer más daño el siguiente turno.

Si bien las batallas son profundos en su desarrollo, se echa de menos quizá unos escenarios más variados, ya que salvo en algunas batallas concretas, el tablero es llano y sin muchos elementos que diferencien unos de otros, que sirvan de protección o para impedir el paso, algo a lo que estamos acostumbrados en los anteriormente mencionados XCOM o Fire Emblem. Con un poco más de interacción con el escenario, las posibilidades estratégicas habrían sido incluso más profundas a medida que progresáramos en la aventura.

Los paisajes y cuidades son dignos de admiración, que transmiten perfectamente la esencia nórdica que rodea esta epopeya.
Los paisajes y cuidades son dignos de admiración, que transmiten perfectamente la esencia nórdica que rodea esta epopeya.

Sin tiempo para todo

Otro de los inconvenientes es el propio desarrollo de The Banner Saga como trilogía. Cuando uno empieza a desarrollar su estrategia y tener los suficientes recursos para mejorar a los héroes y añadirles objetos que los potencian, el juego llega a su recta final, dejándonos con ganas de más combates para poder demostrar todo lo aprendido. Sin embargo, nuestra partida quedará bien guardada en el juego a la espera del próximo capítulo para comenzar exactamente como la dejamos y con sus mismos personajes y niveles de experiencia.

El tutorial nos explica con relativa facilidad el funcionamiento de los combates, pero no tiene tanta suerte en hacer lo propio con el resto de la aventura. A menudo incluso podemos llegar a cometer errores, desperdiciar recursos por no terminar de entender del todo los conceptos de juego: moral, suministros y renombre. El renombre es el más fácil de entender, ya que será la moneda de cambio del juego, que nos permitirá subir de nivel a nuestros aliados a la vez que utilizarlo en los mercados para conseguir objetos preciados o suministros. Pero la comida y la moral nos jugarán malas pasadas, si bien no termina de quedar claro en un principio cómo afecta a nuestro viaje y cómo se reparte. Así, llegaremos a algunos pueblos totalmente desprovistos de comida, con pérdidas en el camino y la moral baja si no descansamos los apropiado para subirla.

Estos factores serán determinantes y es lo que hacen a The Banner Saga un juego bastante desafiante, ya que nunca tendremos todo lo que ansiamos. Si subimos demasiado a nuestros héroes con el renombre, no podremos comprar los suministros necesarios para el viaje. Si descansamos demasiado para subir la moral de la caravana, perderemos recursos por cada día gastado. Y esto, sin embargo, es lo que hace grande a The Banner Saga, pues transmite la misma necesidad en un viaje que desgasta cuerpo y alma, que va minando la moral de nuestras tropas ante un éxodo a ninguna parte.

Narrativa textual

Si las penurias que vivimos no fueran suficientes, en el camino puede ocurrir cualquier cosa, y es aquí donde encontramos un componente sustancial que agradará a algunos jugadores y a otros quizá no tanto: el texto. The Banner Saga cuenta su historia con una enorme cantidad de texto en pantalla, acompañado de pocas estampas y cero libertad de movimiento.

Como si volviéramos a las aventuras conversacionales de otra época donde no había gráficos en los que apoyarse, el juego nos presenta muchísimas circunstancias en el camino, en las cuales tendremos que tomar decisiones. No existen decisiones correctas o incorrectas, pero todas nos afectarán de un modo u otro y algunas cambiarán el devenir de los acontecimientos.

Los combates irán ganando en complejidad a medida que progresemos, si bien podían utilizar más el escenario a su favor para diferenciar unos de otros.
Los combates irán ganando en complejidad a medida que progresemos, si bien podían utilizar más el escenario a su favor para diferenciar unos de otros.

En las que menos repercuten, nos encontraremos con situaciones donde podremos perder hombres o suministros o ganarlos si damos con la tecla correcta. A veces es cuestión de intuición y otras de suerte, ya que no sabemos cómo se comportarán el resto de compañeros. En otras situaciones podremos incluso llegar a perder a uno de nuestros héroes, quizá por forzarlo demasiado o por no ir a ayudarle, algo que nos puede dejar sin una unidad clave para el combate. Las partes más arraigadas a la historia nos pondrán en encrucijadas en las que nos veremos forzados a escoger un bando o tomar decisiones drásticas, y serán las que más retomen sus secuelas. Para más inri, el juego viene en completo inglés, con las pocas voces que acompañan a la aventura sin subtítulos, en un lenguaje que por su forma de hablar estará por encima de la media y nos requerirá más atención en sus abundantes lecturas.

Si bien esta forma de contar su historia es un recurso inteligente, el hecho de no poder movernos con cierta voluntad o que los héroes no dispongan de mucho trasfondo puede llegar a hacer que sintamos cierta desconexión en ocasiones con los personajes del juego. Algunos nos acompañarán y tendrán mucha importancia, pero es muy posible que de otros no lleguemos a depender tanto, por lo que no nos importará tanto su muerte. Algo que otros títulos como Fire Emblem resolvían mejor haciendo que nos preocupáramos por todos los miembros del grupo y no querer perder a ninguno de ellos.

Gráficos y tecnología

De lo que no hay género de dudas es que The Banner Saga es un título cuidado a un nivel gráfico como pocos. Presenta un estilo muy personal que mezcla esa estética de dibujos animados de la infancia con unos fondos inspirados en el artista americano Eyvind Earle que son una maravilla. Es la fuerza de este apartado la que hace que queramos seguir adelante cuando vemos a nuestra caravana avanzar inexorablemente; cuando tenemos pocos recursos y la moral es baja. Todo en un plano panorámico que otorga el protagonismo al mundo que nos rodea, convirtiéndonos en pequeñas e insignificantes hormigas, donde el elemento principal es el estandarte de nuestro clan. El que se va bordando y cuenta las gestas y las penurias que vamos viviendo. En medio de todo están los gigantes, los Varl, que desde su perspectiva de poder vivir varias vidas humanas están más en sintonía con los cambios del mundo, algo fugaz para un humano.

A medida que nuestros guerreros acaben con enemigos, podremos promocionarlos y añadiendo escasos puntos de experiencia a sus estadísticas.
A medida que nuestros guerreros acaben con enemigos, podremos promocionarlos y añadiendo escasos puntos de experiencia a sus estadísticas.

Si el apartado gráfico nos acompaña en nuestra travesía, el sonido no se queda atrás. Los efectos sonoros hacen bien su trabajo, pero la palma se la lleva la música, compuesta por Austin Wintory, compositor de Journey, que llega a sus momentos más brillantes en cada una de las gigantescas rocas dedicadas a los dioses. Deidades que la gente tiene dados por muertos, envueltos en un misticismo que hace a la compañía no querer demorarse demasiado en cada nueva roca que visitan, un aire de solemnidad reforzada por esta gran banda sonora.

The Banner Saga ha sido toda una sorpresa. Stoic demuestra que sabe gestionar tan bien sus recursos como nosotros tenemos que hacerlo en el propio juego, debido a sus aspiraciones, pero su presupuesto limitado. El resultado es un juego no apto para todos los paladares, pero con el que es muy fácil empatizar, gracias a su buena mezcla de narrativa y estrategia por turnos.

Excelente

Recomendado
La historia la cuentan los estandartes

The Banner Saga

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Gracias a su acertado apartado gráfico y sonoro y unos combates desafiantes, The Banner Saga sube a lo más alto del podio en el género de la estrategia por turnos. Deja con ganas de más y puede que a muchos jugadores no les atrape la forma textual de contar su historia, pero a pesar de su inicio algo pesado, recorremos el largo camino por estas tierras nórdicas como nuestros protagonistas: sufriendo todo tipo de penurias, pero con el corazón alegre.

Comprar The Banner Saga
  • Sus combates por turnos, originales y desafiantes
  • La sensación de "cualquier cosa puede pasar" por tus decisiones.
  • Su apartado gráfico y sonoro, diferente y con gusto.
  • Llegar a desconectar de la trama y de sus personajes, por falta de ritmo en el texto.
  • El tutorial podría habernos salvado de descubrir algunas cosas por las malas.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 10-12 horas (mínimo)
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO AVANCE

14.006 visualizaciones

Ya HEMOS JUGADO a HELLBLADE 2, el GRAN EXCLUSIVO de XBOX en 2024 - NUEVO GAMEPLAY

En 3DJuegos ya hemos tenido oportunidad de probar Senua's Saga: Hellblade 2 de primera mano durante casi una hora en nuestra visita a las oficinas de Ninja Theory. Te contamos nuestras impresiones.