“El espacio... la última frontera”. Muchos de vosotros sabréis como continúa esta frase. Star Trek es una de las franquicias más reconocidas de la televisión, literatura, cine y también de los videojuegos. Que mejor manera de celebrar el 40 aniversario de este fenómeno de culto, que hacerlo con un juego a la altura de las circunstancias.
Antes de que empieces a pensar, por la frase mencionada arriba, que nos encontramos ante una obra maestra, deberías saber que el listón en cuanto a juegos de Star Trek se trata, no se encuentra en lo más alto. Para infinidad de seguidores no hay un Star Trek decente desde el mítico Judgment Rites, del que recuerdo su magnífica edición limitada allá por el año 1995. Ha llovido a cántaros desde entonces y, pese a los incontables intentos por llevar a buen puerto un juego basado en la rica franquicia, parece existir algún tipo de maldición asociada al desarrollo de cualquier tipo de juego ambientado en el universo Star Trek, al contrario de lo que ocurre con la exitosa Star Wars.
Lo más fiel posible
El problema más obvio de desarrollar un juego basado en una popular franquicia, es intentar realizar un producto que sea lo más fiel posible a lo que la inmensa base de seguidores buscan o esperan. Los experimentos en este sentido casi siempre han salido fallidos, así que cuando Mac Doc y Bethesda, creadores del fantástico e incomprendido por muchos Oblivion, se pusieron manos a la obra para crear este Star Trek: Legacy, muchos nos frotamos las manos esperando que saliese algo que mereciese la pena, aunque cabía la posibilidad de que quizás nos volveríamos a encontrar con otro juego que acabase pasando sin pena ni gloria por nuestras pantallas.
Os adelantamos que en esta ocasión el esfuerzo ha sido titánico en lo que se refiere a representación de las más populares de la serie, capitanes y entornos, cosa que cualquier posible fan de Star Trek va a agradecer.
Star Trek en tres generaciones
Legacy muestra todas las generaciones de Star Trek, empezando por el capitán Jonathan Archer del Enterprise, pasando por Kirk, Picard, Sisko y Janeway. Todos situados en sus respectivas líneas de tiempo y con las naves y enemigos apropiados a su tiempo.
Tenemos más de 80 naves que abarcan las 3 generaciones de flotas estelares (Enterprise,The Original Series y The Next Generation) extendiéndose desde pequeños y ágiles exploradores, hasta los acorazados y los destructores de gran alcance. Siempre jugarás como el capitán y piloto del buque insignia de su época, siguiendo el hilo de la historia y añadiendo nuevas naves a tu flota durante el curso de las misiones.
Ganarás puntos de comando, los cuales podrás gastar entre misiones para escoger alguna de las numerosas variedades de naves específicas de la era en que te encuentres.
Sólo podrás comandar cuatro naves al mismo tiempo, así que es estratégicamente importante acertar con la elección de las mismas, de forma que puedas balancear tu grupo entre características como velocidad, poder de ataque y capacidades defensivas.
Acción+Estrategia
Legacy es un original híbrido entre acción y estrategia. De hecho, sino fuese por la posibilidad de contar con cuatro naves y manejarlas en nuestra mini flota, el juego sería más bien un juego de acción en toda regla. Siempre había imaginado las batallas espaciales entre naves como algo similar a las batallas entre submarinos: lentas y tácticas.
Mad Doc se aproxima a este concepto manteniendo una acción desenfrenada y excitante, enmarcada en un estilo de juego que requiere grandes dosis de estrategia y la utilización de tácticas correctas.
El interfaz es realmente intuitivo, algo que personalmente me ha sorprendido. Supuse que me encontraría con un sofisticado, retorcido y complicado sistema para controlar las naves y acceder a sus posibilidades, pero lo cierto es que no he podido estar más equivocado: sólo te llevará realizar un pequeño tutorial para hacerte con los controles.
Disponemos de un mapa en 2D que muestra nuestra posición, así como la de nuestra flota y la de los enemigos, además de reflejar los objetivos y otros cuerpos celestiales como planetas, cinturones de asteroides y nebulosas. Puedes mover el cursor a lo largo de este mapa y seleccionar objetivos en 2D o, si lo prefieres, verlo todo en 3D.
En la vista principal volarás con tu nave usando el gatillo izquierdo y moverás la cámara con el derecho. A través del teclado tendremos control sobre muchas de las funciones, aunque en la práctica, la combinación teclado+ratón puede llegar a resultar algo frustrante y extraña, haciendo difícil el apuntar correctamente, y no teniendo suficiente con las 2 manos para manejarlo todo.
Diplomacia, la justa
En la serie, Picard siempre aboga por la diplomacia, pero en Legacy se apuesta por las batallas, y como no podría ser de otra forma, os abriréis camino entre hordas de Klingons, Romulanos, Borgs y otra serie de amenazas extraídas del universo Star Trek, como los Vulcanianos. Destacar que el combate es increíblemente simple gracias al maravilloso sistema de control implementado.
Cuando entras en un área infestada de enemigos podrás seleccionar el enemigo más cercano, o desplegar una lista con todos los adversarios, y escoger uno de ellos mediante un par de pulsaciones. Una vez hecho esto, la cámara se girará automáticamente centrándose en el enemigo, aunque podrás cambiarla manualmente. En esta vista podrás disparar tus phasers y torpedos. Los phasers son armas de corto alcance y pueden ser disparados en 360 grados, mientras que los torpedos son armas para ser utilizadas solamente cuando tenemos al enemigo enfrente.
Los enemigos disponen de escudos y poderosos blindajes. Primero necesitas tirar abajo sus escudos con los phasers y, una vez hecho esto, bombardear su casco con torpedos hasta hacerlos volar “por los aires” (nótese la ironía). Además, a no ser que destruyas su regenerador de escudo, lo irán recuperando lentamente de nuevo.
Naturalmente nuestros enemigos no serán los únicos en recibir daño. Nosotros y nuestra flota también recibiremos una buena cantidad de daños a lo largo de los combates. Podremos ver el estado de nuestra flota, pudiendo seleccionar sus motores, cascos o armas y repararlos. Aunque si necesitas de reparaciones drásticas o recargar torpedos, deberías buscar una estación de reparación.
Una campaña muy bien llevada
En cuanto a las misiones, son variadas y se dejan jugar muy bien, encontrando misiones de exploración, de escolta o de enfrentamientos directos. La dificultad puede llegar a ser bastante elevada y, en muchas ocasiones, tendremos que pensar rápidamente y probar nuevas salidas. Por ejemplo, en una misión tendrás que enfrentarte a más de 50 naves romulanas. En mi partida no había forma de acabar con ellos, ni siquiera usando el poder de mis cuatro naves, pero cerca había un destacamento abandonado Vulcaniano a los que pude pedir ayuda y acabar con los romulanos.
Sin duda lo mejor es la campaña, narrada de forma sólida por cada capitán (y con las voces de los actores originales que los doblan en la serie, aunque en inglés), de forma que todos los trekkies van a disfrutar de lo lindo.
El modo escaramuza te permitirá entrar en batallas de tipo Deathmatch, donde podremos elegir entre las razas (Federación, Klingon, Romulano y Borg), escoger tu época, el tamaño de la flota, los puntos de comando iniciales, tiempo limite y el número de “respawns” permitido. Esto hará las delicias del Live de Xbox sin duda.
Apartado técnico a la altura, aunque no Next-Gen
Nos encontramos ante un juego bastante bonito gráficamente, los menús son simples, fáciles de navegar y se ha intentado trasladar toda la estética de la serie. Una vez en el juego (campaña) se nos dará el briefing de misión utilizando escenas generadas con el motor del juego. Los modelados de las naves son excepcionales, tanto en el número de polígonos utilizados como en el exquisito detalle que sus texturas ofrecen, capaz de mostrar múltiples niveles de destrucción en los cascos de las naves. Además, cuando estalla cualquiera de ellas, veremos una lluvia de partículas y chatarra de gran detalle, muy lograda.
Los cuerpos celestiales se ven como si hubiesen sido sacados de el álbum de fotos del Hubble: preciosas nebulosas de gas compuestas por niebla volumétrica de calidad. Pero sin duda lo más espectacular es que muchos de estos cuerpos espaciales, así como la “metralla” producida por las explosiones, pueden afectar a nuestros escudos y causar daños al Enterprise.
Los planetas son variados y cuentan con un aspecto realista, además de poder apreciar hasta su lenta rotación. Los efectos de iluminación son bastante buenos también. No llega al nivel de X3 Reunion, pero sin duda rallan a gran altura.
Sonido interestelar
Como decíamos antes, el juego cuenta con las voces del casting original en todas sus épocas y, aunque están en inglés, comprobaremos que son inmejorables. Los sonidos son los utilizados en la serie y casan de forma estupenda, sin olvidarnos de la banda sonora con los cortes habituales compuestos por Rob Abernethy y Jasón Graves.
Star Trek Legacy es un buen juego capaz de divertir a cualquiera, aunque sin duda, hará especialmente las delicias de cualquier Trekkie. Cuenta con un tiempo de juego en torno a 15-20 horas del modo campaña, un modo escaramuza muy divertido, 5 diversas facciones y más de 80 naves de las 3 distintas eras, que se unen a un sistema de control intuitivo, un aspecto técnico logrado y múltiples posibilidades online. El aspecto negativo de su versión PC, es que cuenta con una serie de problemas en el control que dificulta notablemente su jugabilidad en ciertas ocasiones.
