El genial Batman: Arkham City de Rocksteady tiene ya nuevo contenido descargable, y éste vuelve a ser una opción interesante y a la altura de lo visto con los de Catwoman y Nightwing. Robin se enfunda su apretado traje para ayudar a Batman y enfrentarse a Harley Quinn tras los eventos del juego original en un DLC divertido aunque con algunas limitaciones.
Arkham City está disfrutando de numerosos DLCs hasta el momento, y Harley's Revenge engrosa esta lista de añadidos con dos horas más de experiencia jugable para aportar un más que aceptable epílogo a la campaña individual del juego. Más combates, algunos rompecabezas, el co-protagonismo de Robin acompañando a Batman y una nueva porción de historia para un añadido recomendable para los que buscan más horas de entretenimiento en Arkham.
Una Venganza
El comienzo de la expansión recoge directamente el testigo donde la narrativa del Arkham City original lo dejó. Va a ser complicado hablar sobre el argumento de Harley's Revenge sin reventar el final del juego al que expande, de modo teniendo en cuenta esto y su escasa importancia en lo que vemos en pantalla vamos a pasarlo por alto. Eso sí, matizamos que para el disfrute de esta expansión es fundamental haber terminado el juego, no porque no se desbloquee hasta que lo acabemos, sino más bien porque a pesar de que está liberado desde el momento que lo instalamos todo lo que nos cuenta está marcado por la conclusión de la campaña.
Lejos de ser un DLC sobre desafíos, trajes o cualquier otra característica, el que nos ocupa se centra en la campaña y, como ya hemos dicho, nos pone en el papel de un Robin que debe enfrentarse a la mismísima Harley Quinn y a su ejército de acólitos. La historia nos pondrá en el pellejo de él y también de Batman, en un desarrollo que saltará dos veces entre uno y otro para contarnos su aventura. Este añadido para el modo historia, como ya hemos adelantado, nos supondrá alrededor de un par de horas terminarlo, y si bien no aporta muchas respuestas a la conclusión del anterior sí encaja con él.
Quizá el número de rompecabezas parece algo exiguo si lo comparamos con el de Arkham City, pero es que Harley's Revenge es una expansión muy orientada hacia la acción y sin ningún temor por quedar encasillada en ello. Robin es tan ágil como Batman en todos los sentidos, y también tiene un buen puñado de gadgets que nos van a hacer la vida más sencilla. El protagonista tiene sus propios accesorios como el escudo antibalas que nos permite cubrirnos de proyectiles, gases y otros peligros, y también el snap-flash. Posee algunos como la patada Zip, una derivación de la bat garra del propio Batman, y también como los shurikens que ejercen de batarangs tanto en su modelo normal como en el teledirigido. Tiene, además, las bombas de humo y el gel explosivo, ya éstas sin ningún tipo de maquillaje cosmético para diferenciarlos de los del propio murciélago.
La experiencia es en esencia la misma, ya que Robin se controla de una forma prácticamente idéntica a la del oscuro alter-ego de Bruce Wayne. Sus animaciones quizá no son tan exageradamente naturales como las de Batman, pero su movimiento en combate y en acrobacias es igual de satisfactorio, y el juego reedita su capacidad para llevar a cabo todas las cadencias de acciones con mucha velocidad y resultando muy accesibles en todo momento.
Lamentablemente lo que sí que no repite es el mundo abierto que caracterizaba a Arkham Asylum y, todavía en mayor medida, a Arkham City. La expansión es muy lineal y con objetivos muy convencionales, y pese a que todo se sigue con mucho interés (más por las misiones que por su casi inexistente guión) sí echamos en falta algunas de las características de libertad que tanto han caracterizado a los juegos de Batman de Rocksteady. Casi todo lo que vamos a hacer es luchar en el DLC, así que más nos vale estirar músculos y ejercitarnos, ya que disfrutar del potente sistema de combates del original es lo que más vamos a llevar a cabo aquí.
A cambio de 800 Microsoft Points o algo más de 9 euros tenemos entre manos un añadido interesante para los fans de Arkham City que busquen algún motivo para desempolvar el genial videojuego. 2 horas de campaña que, pese a su protagonista poco carismático y a su historia discreta, resultan divertidas si estamos interesados en el sistema de combates del juego.
