Una de las sagas de shooters en primera persona más legendarias de todos los tiempos, Doom, regresa con una completa colección que mantiene la esencia de los originales e incorpora sendas mejoras y cambios.
Han pasado ya cerca de ocho años desde que Id Software lanzara su espectacular (y también controvertido) Doom 3, título que aunque recibió críticas bastante favorables en su mayoría, hubo un sector de usuarios a los que no terminó de satisfacer. Pero con todo y con eso se trata de un verdadero y sobresaliente clásico en su género, título que llega a PS3, Xbox 360 y PC con una edición remasterizada llamada BFG Edition.
Claustrofobia espacial
Al tratarse de un remake el título mantiene muchas de sus características originales intactas, comenzando por su argumento. En el juego adoptamos el papel de un marine de elite perteneciente a la UAC (Union Aerospace Corporation) que llega a Marte para investigar unos extraños sucesos que tienen lugar en unas instalaciones situadas en dicho planeta. Y nada más comenzar la aventura, nos damos cuenta de que hechos paranormales afloran y se pertrechan sin ningún tipo de control…
Sin duda no se trata del argumento más original del mundo ni del más trabajado, algo que se demuestra con las numerosas líneas de diálogos no especialmente inspirados que van teniendo lugar durante las 12-15 horas aproximadamente que dura el título (aunque esto último depende mucho del nivel de dificultad escogido). Pero a pesar de esto resulta interesante comprobar cómo van desarrollándose los acontecimientos de manera descontrolada, hechos que tienen que ver con la aparición súbita de espíritus demoníacos y alienígenas bastante intimidantes.
Shooter clásico
Ante esta trama se desenvuelve un shooter que poco o nada tiene que ver en cuanto a su jugabilidad se refiere con los shoot’em up subjetivos actuales que campan a sus anchas por toda clase de máquinas. Por lo tanto ya podéis iros olvidando de esperar un desarrollo más o menos similar al experimentado en Call of Duty, Medal of Honor, Halo y el resto de juegos semejantes porque Doom 3 no tiene nada que ver.
Doom 3 propone un estilo simple y directo, bastante más lineal de lo que el género expone en nuestros días, con escenarios más bien estrechos que transmiten una sensación de claustrofobia y asfixia casi constantes. Y tampoco esperéis presenciar secuencias preestablecidas espectaculares ni sorprendentes, pilotar vehículos de diversas clases o portar armas súper originales y espectaculares más allá de las clásicas granadas, pistolas o recortadas, porque Doom 3 es un juego "old school" hasta la médula.
Y eso se deja notar en todos los ámbitos. El sistema de control por ejemplo es mucho más básico de lo habitual y, en líneas generales, basta con disparar, recargar e interactuar con ciertas puertas e interruptores para superar el 95% de las situaciones que propone el título.
Pero lo más importante es el desarrollo de las batallas, que se muestran totalmente directas y poco estratégicas, hecho que los más veteranos seguirán encontrando irresistible pero que seguramente echará para atrás a los jugadores más noveles. Y es que este género ha evolucionado mucho en estos últimos años, aspecto que inevitablemente se deja notar, y mucho, en este remake. Todo se resume en avanzar y disparar una y otra vez con muy poquito hueco para nada más que no sea recoger munición y botiquines e interactuar con ordenadores y otros dispositivos puntuales. La variedad no es el punto fuerte de Doom 3 BFG Edition, pero eso es algo con lo que los usuarios más veteranos seguro que ya contaban de antemano.
Sin embargo también conviene destacar una pequeña innovación que se ha incorporado en esta versión relacionada con la jugabilidad que, aunque mínima, afecta bastante y de manera positiva a la experiencia de juego. Hablamos del uso de la linterna, objeto que podemos emplear siempre que así lo deseemos para abrirnos paso entre tanta oscuridad, solucionando de esta forma una de las principales lacras que arrastró (y que fue duramente criticada en su momento) el título original. Se acabaron los constantes disparos a ciegas.
Tres juegos en uno
Esta edición ofrece mucho contenido en el mismo pack, siendo precisamente este hecho uno de sus ganchos principales. Y es que de inicio podemos escoger el título de la saga al que deseamos jugar, ya sea Doom, Doom 2 o el citado Doom 3. Los dos primeros se basan en sus homónimos de PC que salieron al mercado en 1994 y 1995 respectivamente y, aunque como es lógico técnicamente han quedado desfasados, los usuarios más expertos y nostálgicos seguro que siguen encontrándolos totalmente irresistibles.
Pero la cosa no se queda ahí. Y es que en el caso de Doom 3, al margen de la campaña principal es posible adentrarnos en otras dos expansiones más, Resurrection of Evil y The Lost Mission, siendo ésta última totalmente inédita. The Lost Mission se compone de siete niveles y su jugabilidad sigue a pies juntillas lo experimentado en la Campaña principal, manteniendo un nivel de diversión cercano a la misma (aunque una duración bastante inferior como es menester).
Y en cuanto a sus modos multijugador, tan sólo el tercero de los capítulos de Doom soporta esta característica, pudiendo liarse a tiros hasta ocho jugadores a la vez en la versión para PC, y únicamente cuatro en las diseñadas para consolas. Eso sí, no esperéis encontrar opción cooperativa de ningún tipo en ninguna de las tres ediciones.
Renovado, pero…
Como es lógico el paso del tiempo pasa factura a todo lo relacionado con el apartado técnico. Y es que un juego que tiene ocho años de solera a sus espaldas no es moco de pavo, a pesar de los intentos de los desarrolladores por dotar de algo más de calidad a su obra retocando ciertos elementos y mejorando la iluminación y otros detalles.
De esta forma el diseño de los escenarios no está mal, si bien muchas de sus texturas se muestran realmente feas y hasta casi pixeladas en ciertas ocasiones. Pero lo peor es el diseño de los personajes, sobre todo los humanos, que se muestran muy poligonales, toscos en sus desplazamientos y dotados de una inteligencia artificial casi nula, limitándose a perseguirnos (y dispararnos) como locos en el 95% de las ocasiones… y ya está.
Por fortuna la ambientación sigue funcionando, con unos efectos de luz para nada sorprendentes pero sí efectistas y ciertos detalles (como transparencias, efectos básicos de partículas, etc.) que aportan el picante necesario.
Y al sonido le sucede algo muy parecido a lo señalado en el apartado anterior. Los efectos de las armas son un tanto "light" y les falta contundencia, si bien la banda sonora mantiene el tipo con melodías ambientales que se adaptan perfectamente al desarrollo de cada fase. Pero lo que más "canta" es el doblaje de las voces de los personajes, totalmente en nuestro idioma, que debido al tiempo transcurrido desde su lanzamiento original dejan entrever una falta de credibilidad que harán sonrojar a parte de los usuarios. Eran otros tiempos, eso está claro.
Doom 3: BFG Edition es un título creado y pensado casi en exclusiva para fans de la serie y del trabajo de Id Software en general, ofreciendo una gran cantidad de contenido y material extra que agradará a dicho grupo de usuarios. Sin embargo y por lo que hemos podido comprobar justo antes de publicar este artículo, el título aún se encuentra en el limbo en nuestro país en cuanto a su distribución física, si bien las versiones en diferentes plataformas digitales ya pueden adquirirse.
Los más veteranos seguro que reciben con los brazos abiertos este remake de Doom 3, título que sigue conservando el encanto del original pero sobre el que el paso del tiempo ha hecho mella en su vertiente jugable y tecnológica. Las adiciones de Doom y Doom 2 son un lujo, y especialmente para los usuarios de consolas, Doom 3 BFG: Edition es una forma fantástica de disfrutar de un shooter "puro". En el caso de compatibles la elección es más dudosa, ya que no soporta mods y entre los trabajos de la comunidad hay verdaderas maravillas.
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