¡Bienvenido a la ICPA! Estamos encantados de que un investigador como usted se haya decidido a ayudarnos a desencriptar el DVD que el propio asesino en serie, “El Fénix”, nos facilitó. Por favor, introduzca su usuario y correo electrónico para continuar.
Cuando recibimos este título en la redacción, nos dio emociones contradictorias. Por una parte alegría, porque todavía sigan quedando compañías que apuesten por las aventuras gráficas; pero por otra, un poco de recelo, ya que no suelen caer en nuestras manos demasiados títulos interesantes de este género. A los diez minutos de probarlo ya nos había hecho cambiar completamente de opinión.
Historia de un asesino
Lexis Numérique, compañía responsable de la primera entrega, vuelve a ponernos en la piel de un investigador privado contratado por la ICPA, departamento policial encargado de detener a “El Fénix”, un asesino en serie cuya perturbada mente le hace cometer horribles asesinatos rituales, inspirados en el infierno de Dante. No contento con eso, siente la necesidad de retar a sus perseguidores con complicados acertijos y pruebas. Tu deber es resolver docenas de enigmas en una lucha contrarreloj donde el destino de la próxima víctima está en juego.
Inmersión y tecnología
Como todos los géneros, las aventuras gráficas han intentado no quedarse atrás en la carrera tecnológica, y han ido apostando por efectos gráficos cada vez más complicados a pesar de que, el fondo, siempre solía ser el mismo. La falta de innovaciones en aspectos como, la jugabilidad y la historia, hicieron que el género entrase en declive y provocó que a día de hoy, los aficionados a este tipo de juegos tengan suerte si disfrutan de 4 o 5 títulos al año.
La compañía francesa, consciente de este problema, ha apostado por no intentar deslumbrar al usuario con “píxel shader” y gráficos de postal, centrando sus esfuerzos en hacer sentir al usuario estar dentro de la investigación. O lo que es lo mismo: transformar un puñado de puzzles en una historia absorbente y un juego inmersivo. Y desde el primer momento lo deja patente la cuidada ambientación con detalles tan simples como efectivos.
Lo podemos ver por ejemplo, en la interface, que no tiene menú propiamente dicho, si no que simula una aplicación policial. También ayuda el hecho de que no intentan hacernos creer que somos un personaje, sino que los protagonistas somos nosotros mismos con placa de detective. ¡Casi podemos creernos que el disco que tenemos en las manos no es un simple juego, sino la única esperanza de atrapar al despiadado criminal!
Una vez dentro, lo que nos encontramos es de una sobriedad técnica palpable. Los puzzles están compuestos en su mayoría por una mezcla estática de fotos, animaciones con actores reales y gráficos generados por ordenador. También encontramos videos en formato quicktime de varios minutos, entre uno o varios puzzles de una calidad aceptable.
Todo esto, que parece impensable en los tiempos que corren, se perdona una vez que te fijas en la elevada calidad artística de las pruebas, con unas opresivas y siniestras composiciones y con un estilo retorcido que te hacen pensar que están hechas de verdad por un desequilibrado.
La música también sigue la misma tónica con inquietantes y minimalistas melodías electrónicas, dejando paso a silencios no menos inquietantes que, no sólo aportan una buena dosis de inmersión al conjunto, sino que también son imprescindibles para resolver determinadas pruebas.
Como nota negativa, aunque la calidad técnica general es más que suficiente, sí que existen problemas en algunas pruebas concretas, donde la resolución de la imagen no es muy elevada y necesitamos leer un texto muy pequeño. Esto hace que en ocasiones nos encontremos casi pegando la nariz al monitor y dejándonos los ojos para leerlo.
Materia gris y Google
Lo sorprendente de “In Memoriam2” es que aunque a simple vista puede parecer un juego muy simple, en realidad es muy complejo. Pero, para explicar esto mejor, vamos por fin a comentar los puzzles.
Lo verdaderamente importante de un juego de estas características son al fin y al cabo sus puzzles, y los del título que nos ocupa son de lo mejorcito que hemos visto. Se presentan como hemos dicho antes, en forma de pequeñas obras de arte que, en un principio dejan desconcertado y sin saber por dónde empezar debido a su surrealismo, pero gracias a una críptica pista que nos da el asesino y a un poco de imaginación, pronto estamos inmersos en su descifrado. Porque una de sus grandes virtudes es que todos son lógicos y nada está puesto por azar o para despistar.
Son bastante variados, van desde algunos de agudeza visual, como por ejemplo, descifrar unos dígitos en una maraña de imágenes en movimiento, a otros donde el sonido y la melodía son la clave. Pero las que realmente forman el núcleo principal y son las realmente impactantes, son aquellas donde la única forma de descifrarlos es saliéndonos al escritorio y buscándolos en Internet. Y ahí es donde vemos la verdadera complejidad: descubrir la cantidad de páginas, en apariencia normales, hechas expresamente para el juego por los desarrolladores. Páginas con multitud de apartados, algunas en inglés o francés según el guión, con temáticas tan dispares como tiendas de música, detectives privados, religión, etc., que para alguien que entre en ellas sin saberlo pueden pasar por reales.
Otras veces tendremos que buscar en Internet datos muy concretos para llegar a la solución de puzzles que ponen a prueba nuestra cultura, resultando muy refrescante el hecho de que al completarlos, nos demos cuenta que hemos aprendido cosas sobre pintura o historia, algo que no suele ser habitual en el mundo de los videojuegos.
Pero ahí no acaban las novedades, sino que no contentos con la integración de Internet como medio de investigación, desde la primera vez que entramos en el juego nos empiezan a enviar correos electrónicos a nuestra dirección real. Algunos vienen desde nuestro departamento para comentarnos cómo va la investigación y darnos nuevas herramientas, pero la mayoría serán de supuestos compañeros, con los que compartimos la búsqueda, y que nos darán valiosas pistas para continuar.
Desafiante y difícil
La complejidad es otro de los aspectos importantes, y en “in Memoriam2” hemos de decir que la curva de dificultad está bien ajustada y va aumentando de manera regular. Pero no nos engañemos, es un juego que requiere tiempo, paciencia y ,en muchas ocasiones, devanarse mucho los sesos hasta dar con la solución.
Otro handicap a tener en cuenta es el tema del idioma, ya que aunque el juego está totalmente doblado en castellano, para algunos vídeos, y sobre todo, para las búsquedas en Internet, sería recomendable tener un nivel medio de inglés, ya que si no, se pueden llegar hacer un tanto tediosas.
In Memoriam 2 constituye, a nuestro modo de ver, una de las mejores sorpresas de la temporada. Gracias a una genial ambientación ,unos puzzles inteligentes y un precio ligeramente bajo sobre la media, se convierte en una compra muy recomendable no sólo para los fanáticos de las aventuras gráficas.
