iOS continúa demostrando su fortaleza y nos regala uno de los mejores títulos que hemos visto para estas plataformas en lo que va de año. Horn es acción y aventuras de la más alta calidad, en un juego que cumple la meta de manejarse perfectamente con unos controles táctiles casi impecables.
La idea de tener un mundo plenamente explorable en formato de videojuego de acción y aventura y con gráficos potentes era una de las grandes ambiciones de iPad e iPhone. Desde luego no vamos a decir que Horn sea el primer título en hacerlo, pero sí ha sido uno de los que lo han logrado con mayor éxito. ¿Las claves? Están en muchos sentidos presentes en el juego de Phosphor Games Studio, y las vamos a diseccionar en esta review, pero la conclusión debe ser clara: ésta es la línea a seguir de cara a agradar al público que busca los productos menos casuales del mercado portátil.
Una ambiciosa aventura
En el título encarnamos a un joven llamado también Horn, un pequeño aprendiz de herrero que aparece misteriosamente en las ruinas de un gigantesco castillo sin saber el motivo. A partir de entonces se desencadena una simpática historia de fantasía y hechizos por la que descubrimos a los pocos minutos de empezar la partida que los ciudadanos han sido convertidos en gigantescos robots y criaturas, de modo que tendremos que luchar contra ellos para derribarlos y liberar a los humanos que llevan dentro.
Los chicos de Phosphor Games, creadores de The Dark Meadow, han logrado cuajar en esta villa rural un viaje fantástico en el que acabar con los enemigos tiene premio, y se convierte rápidamente en parte fundamental de nuestra aventura. Los secretos que se esconden detrás de la campaña, por supuesto no vamos a revelarlos, pero conjuntamente con la cuidada dirección artística y la deliciosa música de Austin Wintory (que ya nos regaló los oídos con la banda sonora de Journey) hacen de Horn un título francamente redondo desde el punto de vista narrativo y audiovisual: uno que, además, se sigue con mucho interés.
En cuanto a la experiencia jugable, el título se maneja desde la perspectiva más sencilla y efectiva que podamos imaginar. Nos desplazamos por los escenarios del juego sencillamente tocando con el dedo la parte de la pantalla a la que queramos llegar, y para rotar la cámara sólo hay que pulsar y girar en la dirección y ángulo que deseemos. No diríamos en ningún caso que Horn es un juego de corte libre, pero sí es uno en el que se fomenta la exploración de unos escenarios muy lineales pero también con cierto margen para descubrir rincones con suculentos bonus.
Sin embargo no todo es moverse y explorar en Horn, también hay que hacer frente a los mencionados combates y hay que resolver algunos puzles y secciones de plataformas bastante sencillas. Las luchas recuerdan de alguna manera a las de Infinity Blade, con un sistema que nos introduce en una suerte de minijuego donde el sentido del ritmo para esquivar los golpes de los descomunales enemigos y la habilidad para buscar sus puntos débiles y "dibujar" con el dedo los ataques sobre la pantalla, serán fundamentales. Lógicamente el esquema es más sencillo que en el juego de Epic ya que aquí hay muchos otros elementos de interés, pero el esfuerzo llevado a cabo en este sentido es sin duda admirable. Hay también otras armas como, por ejemplo, el arco que hay que apuntar y disparar de forma algo más rudimentaria pero también bastante lograda, y que nos servirá para lidiar con objetivos más pequeños. Todo ello se complementa con el uso de pociones y otros ítems que nos proporcionarán desequilibrio en las luchas.
Los rompecabezas y los desafíos de plataformas son bastante sencillos también, siguiendo esta línea de accesibilidad que busca el programa en todas las facetas. Quizá no están a la altura del combate, pero hacen los deberes con desafíos muy básicos que se pueden resolver generalmente en un par de pasos, y en los que que basta con llevar a cabo las combinaciones de controles táctiles adecuadas para salir adelante. Todo lo que tiene que ver con las plataformas, en realidad, se lleva a cabo como si de QuickTime Events idénticos entre sí se tratara.
De hecho quizá el mayor inconveniente del juego es que peca de ser algo repetitivo. Los escenarios son bastante parecidos entre sí, sin embargo el problema reside en que los esquemas jugables son siempre los mismos y que a medio plazo acaba siendo bastante sencillo anticiparse e intuir por dónde van los tiros en cada sección. Eso sí, lo que realmente perdura es que a pesar de su estilo algo derivativo, Horn es un juego muy agradable, con valores de producción impactantes para iOS y con una historia encantadora y con gancho. Quizá no para usuarios hardcore por su sencillez, pero definitivamente a caballo entre el público casual y el que busca productos algo más profundos de lo que es habitual en estas plataformas.
Gráficamente el juego es sencillamente asombroso. Se trata de uno de los productos más avanzados de iPhone e iPad, en parte gracias al fantástico trabajo artístico y también merced al uso de Unreal Engine como motor gráfico. Tecnológicamente el juego en las versiones iOS más antiguas presenta algunas incidencias de esporádicas ralentizaciones, sin embargo no son demasiado importantes y es un lanzamiento fantástico en el resto de sentidos visuales. En cuanto al audio el doblaje es fantástico aunque el juego llega traducido a nuestro país únicamente en sus textos, y la música tiene algo menos de presencia de lo que nos gustaría pero demuestra el talento e inspiración de su compositor.
Una aventura de las de la vieja escuela: eso es lo que propone el fantástico Horn a los usuarios de iOS, un título simpático y ligero pero también más profundo de lo que es habitual en la plataforma. Por algo más de cinco euros tenemos un juego de acción de duración muy respetable y de fantásticos apartados gráficos, sonoros y jugables.
