En la oscuridad de la noche, en un mundo agonizante condenado a desaparecer bajo una espesa capa de nieve, prender objetos en una pequeña chimenea se ha convertido en el pasatiempos de moda entre los más pequeños. Y sin saber muy bien por qué, también nosotros hemos caído rendidos a los encantos de este original juego creado por el equipo responsable del excelente World of Goo.
Quemar cosas en una chimenea. Jugar con el fuego durante esos breves instantes en los que las llamas bailan rítmicamente alrededor de los objetos que devoran. Quedar embelesados ante ese brillo casi hipnótico que resplandece frente a un mundo oscuro, frío, que ha olvidado lo que realmente importa en la vida. Abrazar, en definitiva, la luz de la esperanza; esa señal que nos dice que hay algo más allá del mundo conocido, que no todo es tan gris como nos lo pintan. Y todo ello simplemente quemando cosas, acabando con los objetos que nos impiden seguir adelante.
Se podrán decir muchas cosas de Little Inferno, pero es innegable que el nuevo trabajo del equipo responsable tras el genial World of Goo es una apuesta muy arriesgada. Un título rompedor en su concepción que, como un incendio desbocado, busca recuperar la esencia primaria con la que nacieron los primeros videojuegos. Divertir, solo divertir. Y para eso no hacen falta complejos sistemas de juego ni espectaculares motores gráficos. Coge una cerilla, prende fuego a tus juguetes y disfruta del encanto de las llamas en este título que va a dar mucho de qué hablar... para bien o para mal.
Espíritu ardiente
Bajo una apariencia infantil, muy del estilo del director de cine Tim Burton, Little Inferno nos propone básicamente quemar objetos en una chimenea de juguete sin ningún otro objetivo en mente más allá del pasarlo bien frente a las llamas. Ni un temible villano al que vencer, ni complejos rompecabezas que superar: solo quemar, comprar y quemar objetos. Algo por otro lado comprensible, ya que el protagonista de esta original aventura vive en un mundo en el que nieva desde... ¡ni ellos mismos lo saben!
Pero como quemar leña no resulta tan divertido como prenderle fuego a un niño bomba, a un coche de radiocontrol totalmente descontrolado, a un zombi, una bomba atómica, e incluso a un mostacho postizo; la gran compañía juguetera Tomorrow Corporation -curiosamente también es la desarrolladora del juego- acompaña a cada chimenea Little Inferno con un completo catálogo de juguetes diseñados exclusivamente para arder en las llamas. Curioso ¿verdad?
Con una crítica velada al consumismo compulsivo en el que vivimos, Little Inferno nos propone simple y llanamente eso: comprar juguetes para incinerarlos en la chimenea. Y al hacerlo, obtendremos a cambio más dinero del que gastamos inicialmente para comprar juguetes cada vez más caros y originales. Siendo así, ¿cómo es posible que algo tan básico resulte a su vez tan divertido? Aunque suene mal y muy de pirómanos... porque es divertido. Tan simple como eso.
Más teniendo en cuenta que cada uno de los 140 juguetes a nuestra disposición responden de formas muy distintas al contacto con el fuego, permitiéndonos así crear delirantes reacciones en cadena, asombrosas explosiones multicolor, e incluso originales espectáculos pirotécnicos que nos harán reírnos tontamente. Todo ello sin limitaciones de ningún tipo, más allá de las puramente económicas. Así que tenéis toda la libertad del mundo para ser creativos, para experimentar con el fuego y probar nuevas combinaciones que den lugar a efectos más y más llamativos.
Combinaciones imposibles
Si hablamos de desafíos jugables como tal, Little Inferno nos propone dar con 99 combinaciones de objetos con las que será posible obtener puntos de estrella que usaremos para desbloquear nuevos catálogos con más y más juguetes. Dar con estos combos será, por tanto, uno de los mayores atractivos del juego, que únicamente nos dará el nombre del combo y el número de objetos necesarios -de dos a tres- para crear esos efectos tan llamativos.
Si a esto le sumamos lo divertido que resulta experimentar con los nuevos juguetes, queda claro que Little Inferno no es un título falto de contenidos. Sin embargo, entendemos que esta es una obra muy personal que no gustará a todo el mundo en la misma medida. Habrá quienes disfruten como niños comprando nuevos juguetes con los que experimentar en el fuego, y otros que se cansen rápidamente de esta mecánica de juego que no varía ni un ápice durante las poco más de cuatro horas que puede llevarnos desbloquear el catálogo al completo -más las horas adicionales que nos lleve descubrir todos los combos-.
Pero sería injusto por nuestra parte no valorar la valentía de Tomorrow Corporation, que con este título tan sencillo es capaz de transmitir tantas cosas. Y es que Little Inferno esconde en su interior mucho más de lo que aparenta a simple vista. Sus críticas a la sociedad actual, a la crisis económica -señalando a sus culpables-, el corporativismo; esas hermosas referencias al aislamiento de las personas, a la esperanza de alcanzar los sueños, aunque para ello sea necesario quemar todo lo que nos ata a este mundo...
Es alocado, muy divertido y más simple que el mecanismo de un botijo, pero Little Inferno también es un precioso relato que os llegará al corazón. Y no es que su historia sea la más conmovedora del mundo, simplemente funciona muy bien gracias a ese estilo tan infantil por el que se ha apostado, con divertidas y entrañables cartas que recibiremos cada vez que desbloqueemos un número determinado de objetos. Y así hasta el final, que os garantizamos os sorprenderá mucho.
Tampoco podemos obviar el magnífico trabajo llevado a cabo a nivel audiovisual, ya que tanto el diseño de los juguetes, con claras referencias a otros juegos indie, como los sonidos que emitirán al arder hará que sonriáis malévolamente frente a esta original chimenea virtual. Un entorno de juego en el que además disfrutaréis de una realista y muy vistosa recreación del fuego. Y es que los chicos de Tomorrow Corporation han tenido en cuenta hasta el tipo de materiales por los que se propaga el fuego, que se comportará de muy distintas formas dependiendo de qué haya en la chimenea.
Tal vez no sea una obra tan redonda como World of Goo, pero es indudable que Little Inferno es otra obra rompedora. Una experiencia de juego muy personal que no gustará a todo el mundo en la misma medida, pero con la que es muy difícil no pasarlo bien. Capaz de hacernos sentir una vez más como niños pasando el rato frente al fuego, lo entrañable del relato que narra y su adictiva jugabilidad lo convierten en uno de los juegos independientes más originales del año.
