El legendario Baldur’s Gate II regresa a la vida 13 años después de marcar época con la que es, para muchos, la mejor aventura de rol de la historia. Un clásico inconmensurable que recibimos ahora en una nueva edición que aporta pocas novedades y mejoras de peso, pero que conserva intacto todo su esplendor.
Baldur's Gate II es una obra maestra de las que ya no se hacen. Un videojuego asombrosamente complejo que 13 años después de su nacimiento, continúa siendo uno de los grandes referentes en el género de las aventuras de rol. Épico, apasionante, con un argumento de órdago e infinitas posibilidades jugables, todo lo que digamos será poco en comparación con lo que merece este clásico de BioWare. Así que recibir en estos tiempos una edición mejorada suya solo puede traer alegrías, ¿verdad?
Pues sí y no. Porque como ya ocurrió hace prácticamente un año con el lanzamiento de la Enhanced Edition de Baldur's Gate, el equipo de Beamdog ha vuelto a quedarse a medio camino, aportando interesantes novedades que sin duda satisfarán a los fieles seguidores que ya disfrutaron en su día del original, pero a su vez, con muy pocas mejoras de peso que justifiquen el elevado precio al que se ha puesto a la venta. Obviamente, el juego en sí es espléndido, eso nadie puede ponerlo en duda; pero lo cierto es que la falta de ambición de sus nuevos responsables lo alejan de la perfección que sí rozó el original hace ya más de una década.
Clásico Imperecedero
Parecía imposible. Más, tras dejarnos absolutamente encantados con el genial Baldur’s Gate. Pero a finales del año 2000 BioWare fue capaz de superarse a sí misma creando, como decíamos, una de las obras más recordadas de la historia del videojuego. Un título que de principio a fin supo llevar a un nuevo nivel todo lo visto en el original, aportando una mayor variedad de acciones a acometer durante la partida, mientras de fondo desarrollaba un hilo argumental de los que no se olvidan con facilidad. Y el resultado fue, ni más ni menos, que un videojuego tan sublime como Baldur’s Gate II: Shadows of Amn.
Una aventura rolera de corte clásico, de esas que ya no se hacen, que nos concede un grado de libertad absoluta para explorar sus muchos y variados contenidos jugables, respetando a pies juntillas la esencia del original y, a su vez, las reglas de la segunda edición de Dungeons and Dragons. Detalle este último para nada baladí teniendo en cuenta el grado de complejidad jugable que alcanza esta obra, que sin duda transmite las sensaciones propias de un auténtico juego de rol de mesa.
Si hablamos de nuestro héroe y sus aliados, por ejemplo, Baldur’s Gate II aporta todo aquello que deseamos de un buen juego de rol. Infinidad de opciones de personalización, una amplia variedad de arquetipos con estilos jugables totalmente distintos entre sí y, además, conciencia moral para nuestros aventureros. Algo que va muchísimo más allá de lo meramente estético, en el sentido de que cualquiera de nuestros aliados, por codicia, maldad o simplemente por no estar de acuerdo con nuestra forma de proceder, podrá traicionarnos y acabar con nuestra vida –o simplemente abandonarnos- en el momento que menos lo esperemos. Lo que resulta, creednos, verdaderamente espectacular.
Del mismo modo que es imposible no quedar maravillado ante las enormes posibilidades de juego que brinda el sistema de combate de Baldur’s Gate II, absolutamente estratégico en el sentido de que no solo tendremos que conformar un equipo de cinco aventureros perfectamente equilibrado, sino también, aprovechar al máximo todas y cada una de sus habilidades especiales –para ello la pausa táctica resulta esencial- para sortear los duros enfrentamientos en los que nos veremos envueltos. ¡Y menudos duelos! Porque ya os lo advertimos. El más mínimo error, incluso contra enemigos de segunda categoría, podrá terminar con todo vuestro equipo en el Más Allá.
Y qué decir de la libertad de exploración que se nos brinda. Descomunal en comparación con lo visto durante los últimos años en la mayoría de aventuras de rol, bastante lineales y carentes de caminos alternativos en comparación con el clásico de BioWare. ¿Lo mejor? Que en este sentido, el juego es tan desafiante como cabría esperar de un título propio de la vieja escuela, poniéndonos incluso trabas a la hora de guiarnos hacia nuestro próximo objetivo. Y es que será cosa nuestra el dar con las localizaciones en cuestión en base a las pistas que se nos darán durante los interesantísimos diálogos que dan forma al hilo argumental del programa.
Resucitando un clásico
Hasta aquí, como ya ocurrió con el anterior trabajo de Beamdog, todo se mantiene exactamente igual a lo visto en el clásico Baldur’s Gate II y su expansión, Throne of Bhaal, que también viene incluida en el paquete. Lo que no está nada mal. ¿Novedades? Pues como decíamos anteriormente, algo escasas en lo jugable, y tristemente poco llamativas si hablamos de mejoras visuales y de usabilidad en comparación con el original.
En este último caso, se mantiene la rediseñada interfaz de usuario ya vista en la anterior Enhanced Edition, más intuitiva y amigable que la del Baldur’s Gate original, con ligeros añadidos y retoques que le sientan francamente bien. Hablamos por ejemplo de un acceso directo a la opción del Guardado Rápido, o un botón especial dedicado a saquear de manera rápida y efectiva los objetos que hayan dejado caer los enemigos abatidos a nuestro alrededor.
También se ha aumentado la resolución de pantalla para que la acción se adapte a los monitores panorámicos, lo que a fin de cuentas significa tener un mayor campo de visión real, a la par que se han retocado ligeramente los fondos para que luzcan algo mejor. Nada especialmente llamativo, es cierto, pero que se agradece. Sin embargo, la mayor pega de esta reedición es que aquí acaban todas las mejoras técnicas del programa, algo que obviamente nos sabe a muy poca cosa teniendo en cuenta que muchos de estos avances ya se ofrecen de manera gratuita gracias a la labor desinteresada de la comunidad modder.
Para más inri, el juego vuelve a presentar más errores tecnológicos de los que cabría esperar tras lo vivido con la Enhanced Edition de Baldur’s Gate –plagada de bugs-, si bien es verdad estos resultan mucho menos molestos que los de su antecesor. Aun así, resulta poco menos que indignante que a estas alturas sea prácticamente imposible disfrutar de una buena partida online en condiciones, que a veces cueste horrores importar a nuestros personajes del Baldur’s Gate original para continuar la aventura con ellos como protagonistas, o que en ocasiones no se puedan completar adecuadamente ciertas misiones debido a unos fallos que, esperamos, se solventen lo antes posible.
Épica Rolera
Mejores palabras tenemos para las novedades jugables que aporta esta Enhanced Edition, que aparte del Baldur’s Gate II original y su expansión, también incorpora a un nuevo personaje con su propia historia y misiones especiales, el misterioso ladrón Hexxat, que se suma a los tres aventureros que ya conocimos en el anterior, la medio elfa hechicera Neera, el monje Rassad yn Bashir, o el medio orco Dorn il-Karn, cada uno de los cuales también cuenta con una nueva historia y misiones de fondo completamente novedosas.
Misiones que no están nada mal, puesto que se han integrado perfectamente en la propia línea argumental del clásico de BioWare, pero que no alcanzan las cotas de maestría del título original. Lo que por otro lado era esperable, dada su enorme calidad. Aun así, es un añadido que sin duda satisfará a los fieles seguidores de Baldur’s Gate, que de este modo tienen una nueva excusa para retomar sus viejas aventuras.
Y lo mismo podemos decir de Los Fosos Negros 2, que siguiendo el ejemplo visto en la anterior Enhanced Edition, añade una nueva modalidad de juego basada en la lucha contra diversas oleadas de enemigos en una peligros arena de combate. Una buena forma de probar las habilidades especiales de nuestros héroes sin andarnos con rodeos.
Dicho esto, y a diferencia del anterior Baldur’s Gate, esta secuela en manos de Beamdog se ha estrenado con las voces y textos en inglés, suponiendo un handicap enorme para todos aquellos que no se manejen bien por el idioma. ¿Se traducirá al castellano? No está del todo claro, pero lo lógico sería pensar que sí, ya que su antecesor –y el clásico de BioWare- fue traducido. Y si no, como siempre ocurre en estos casos, bastará con recurrir a la siempre activa comunidad de usuarios para disfrutar del juego en el idioma de Cervantes.
Pero este detalle, sumado a la falta de ambición del equipo de Beamdog a la hora de aportar novedades y mejoras de peso a un juego ya de por sí perfecto, son los que en cierto modo nos hacen sentir que esta Enhanced Edition ha sido una oportunidad perdida. Más teniendo en cuenta, como decíamos anteriormente, que comprando los juegos originales a un precio inferior, gracias al trabajo de la comunidad modder se pueden obtener muchas de esta mejoras.
Baldur’s Gate II es una obra maestra. Así de sencillo. Un clásico imperecedero que 13 años después continúa siendo auténtico referente entre las aventuras de rol de corte occidental. Un juego de diez, vamos. ¿Merece la pena hacerse con esta Enhanced Edition? Esa ya es una cuestión muy personal. Aporta pocas novedades, y las mejoras que trae consigo no son tan notorias como esperábamos. Así que si ya tienes el original, poco nuevo te vas a encontrar. ¿No lo jugaste en su día? Entonces sea como sea, hazte con Baldur’s Gate y su secuela.
- Sistema de combate estratégico cargado de posibilidades de juego.
- Puedes pasar más de cien horas con el juego y seguir sorprendiéndote.
- Pocas mejoras con respecto al original.
- El programa presenta ciertos errores tecnológicos, muy molestos en el caso del online.
