Análisis de Impire

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En las profundidades de la tierra, en el interior de oscuras y lúgubres mazmorras, una criatura demoníaca ha sido convocada para liderar la conquista del mundo conocido. Y tú serás el encargado de guiarla en este simpático juego de estrategia en tiempo real inspirado por el clásico Dungeon Keeper, pero que se ha quedado muy lejos de la genialidad que alcanzó la obra de Bullfrog.

Desde hacía meses veníamos siguiéndole la pista a Impire por sus semejanzas con el genial Dungeon Keeper de Peter Molyneux. Desgraciadamente, y a pesar de las buenas ideas con las que ha nacido este título desarrollado por el equipo francés Cyanide y Paradox Interactive, el resultado final dista mucho de ser ni tan siquiera aceptable. Todo por culpa de un sinfín de erróneas decisiones de diseño que han echado por tierra los escasos aciertos que presenta este simpático juego de mazmorras protagonizado por un divertido diablillo, Báal-Abaddon, y su malvado –y algo atolondrado también- conjurador, Oscar van Fairweather.

El Señor del Calabozo
Comparte ambientación, mecánicas jugables y hasta el malsano gusto por el humor negro, pero si esperabais encontrar al sucesor espiritual de Dungeon Keeper os vais a llevar un gran chasco. ¿La razón? Impire está muy lejos de la profundidad jugable vista en el clásico de Bullfrog, al centrar su atención en las batallas más que en la gestión y el diseño de las mazmorras. Detalle este último que nos ha decepcionado enormemente por su notable falta de profundidad.

Mientras que la gestión de recursos ha sido relegada a un muy segundo plano, la construcción de las mazmorras se limita al uso de salas prefabricadas muy propias de este tipo de juegos, pero con una preocupante falta de opciones que limitan enormemente la acción. Lo que sumado a una discreta interfaz de usuario, totalmente opuesta a lo que esperaríamos de un título de estas características, el resultado no hace más que empeorar.

Y es que son incomprensibles los motivos que han llevado a Cyanide a apostar por unos menús radiales tan liosos y desesperantes como los que presenta el programa. Tanto es así que resulta difícil, extremadamente lento y demasiado trabajoso navegar por ellos con comodidad en las situaciones de mayor intensidad. Error capital en un juego que debería, precisamente, permitirnos actuar con presteza ante las diversas situaciones de combate que se plantean a lo largo de la partida. ¿Pero cómo vamos a hacerlo si para abrir estos menús hay que mantener pulsado el botón del ratón durante unos instantes?

La vista estratégica nos permite controlar fácilmente el movimiento de nuestras tropas por la mazmorra, mientras construimos nuevas salas con el apoyo de los trabajadores.
La vista estratégica nos permite controlar fácilmente el movimiento de nuestras tropas por la mazmorra, mientras construimos nuevas salas con el apoyo de los trabajadores.

Por eso, si bien es cierto el sistema de combate resulta bastante atractivo por fomentar el uso combinado de unidades de distinto tipo, a la hora de la verdad resulta tan caótico y difícil dirigir a las tropas –el uso de escuadrones es fundamental-, que terminaremos frustrados ante un título que apuntaba muy buenas maneras, pero que claramente se ha quedado lejísimos de lo esperado a todos los niveles.

El diseño de las misiones, la escasa variedad de escenarios, la pobre libertad de personalización a la hora de crear las mazmorras, la discreta inteligencia artificial de aliados y enemigos… pese a las ganas con las que hemos cogido a Impire, lamentablemente pronto nos ha invadido cierta sensación de hastío que no ha hecho sino empeorar con el paso de las horas.

Todo ello, repetimos, pese a contar con muy buenas ideas de fondo que claramente se han plasmado de la peor forma posible en el juego. Hablamos por ejemplo del interesante sistema de mejora de habilidades que incluye el programa, y que nos permite desbloquear unidades de combate superiores, o potenciar los hechizos de nuestro diablillo (que modificará su apariencia) y las salas de la mazmorra. Sin embargo, la mayoría de estas mejoras se reinician al final de cada misión, obligándonos a empezar desde cero, que ya os avisamos es algo que no divierte nada.

Los enemigos pueden caer en cualquier lugar, por lo que conviene llenar el escenario de trampas. Desgraciadamente, estas resultan poco útiles a la larga.
Los enemigos pueden caer en cualquier lugar, por lo que conviene llenar el escenario de trampas. Desgraciadamente, estas resultan poco útiles a la larga.

Las limitaciones a la hora de construir la mazmorra también le pasan factura al programa, que muy pronto se queda corto a nivel de opciones de juego. Y aunque la posibilidad de disfrutar de la campaña en cooperativo resulta divertida, y el poder enfrentarse a otros jugadores a través de Internet es un añadido fantástico, no podemos sino lamentar la oportunidad que ha perdido el equipo de Cyanide por crear un título de estrategia a la altura del mítico Dungeon Keeper.

Porque tampoco en lo audiovisual estamos ante un título que destaque sobremanera, pecando de falta de personalidad en lo que se refiere al sonido ambiente y su banda sonora; y de poca ambición en lo visual. Y es que el estilo caricaturesco de las tropas y el nivel de detalle de la mazmorra resulta aceptable, pero nos ha faltado algo más para sentirnos de verdad como los amos y señores de un lúgubre calabozo plagado de criaturas demoníacas. Por último, si bien es verdad el sentido del humor que atesora esta obra resulta cuanto menos muy llamativo, la historia y algunos diálogos nos han resultado cargantes por momentos, restándole todavía más valor al hecho de avanzar en la partida. Hay que destacar que las voces y textos se encuentran en perfecto inglés.

Malo

No recomendado

Impire

Por: El equipo de 3DJuegos
No recomendado

Pese a las buenas ideas con las que ha nacido el proyecto, Impire no solo se ha quedado lejísimos de alcanzar las cotas de calidad del genial Dungeon Keeper, sino también de lo esperado en cualquier buen juego de estrategia en tiempo real que se precie en estos momentos. Tiene ciertos detalles que nos han gustado, pero la interfaz de usuario y la falta de genio creativo en el diseño de la aventura son muy importantes.

Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración:
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