Los juegos sencillos y divertidos están a la orden del día en plataformas como Android o iOS, y Nutty Fluffies es buen ejemplo de ello. Un videojuego de montañas rusas que nos exige mucho en términos de concentración, y que supone un reto sorprendentemente difícil y exigente de manos de los creadores de Trials.
Quizá lo primero que tiene que hacer un videojuego para garantizarse un buen camino comercial en plataformas móviles/táctiles es llamar la atención estéticamente, y en ese sentido Nutty Fluffies hace los deberes de sobra. La simpatía que caracteriza a los trabajos de RedLynx, responsables de la saga Trials, está incluso más presente en el título que nos ocupa, gracias a una dirección artística rotunda y una línea amable y de lo más agradable.
Esto, sin embargo, no tendría mucha valía si se limitara a los aspectos audiovisuales, pero la misma línea estética que tiene el producto es la que exhibe en la faceta jugable. Este lanzamiento es de esos que tienen la virtud de ser muy sencillos de comprender en cuanto a sus premisas más básicas, pero también de los que tienen la fortuna de ser muy difíciles de dominar y de convertirnos en maestros de su propuesta.
El concepto es el de mover por acusadas pendientes y caídas un vagón de montaña rusa cargado de varios aterrorizados e intrépidos animalitos. Para ponernos en marcha basta con desplazar el dedo por la pantalla y, a partir de entonces, utilizar los controles táctiles a derecha o izquierda para, respectivamente, coger velocidad o ralentizarnos en los momentos necesarios para lidiar con las subidas, bajadas y los espectaculares loops.
A partir de ahí, y con un planteamiento tan básico, es fácil sentirse atrapado por lo que ofrece Nutty Fluffies. Y la recogida de corazones por el escenario será nuestra meta, pero todo ello con mucho cuidado ya que el descarrilamiento será en todo momento una amenaza a tener en cuenta. Hay una plantilla de misiones a cumplir en cada escenario que se muestra al final, algunas de ellas realmente difíciles, y que nos brindan dinero que podremos utilizar para liberar cosas. El juego, de hecho, anima al usuario a recuperar los primeros niveles para volverlos a superar una y otra vez a la hora de maximizar los resultados y los premios, y así liberar a pasajeros más y más capaces de ofrecer ventajas.
De hecho hay varios factores a estudiar, por ejemplo, el de que cada animal que monta en nuestros vagones nos aporta diferentes bonus. ¿En qué se traducen? En función de los que formen parte del pasaje obtendremos multiplicadores distintos para los corazones recogidos. Hay de hecho detalles simpatiquísimos con ellos, como la pauta de que en determinadas maniobras si nos hemos pasado de aceleración, por ejemplo, saldrán volando y podremos recogerlos a la primera si logramos que caiga exactamente sobre nosotros.
Así que tenemos entre manos un juego sencillo y bastante divertido, pero uno de los problemas que tiene es que no ha calibrado demasiado bien la mecánica de desbloqueos para el usuario que no quiera gastar más dinero del euro que vale el producto. El tema está en que o invertimos dinero en micro-transacciones o estamos condenados a machacar una y otra vez las primeras pistas para sacar adelante un progreso que es, a todas luces, demasiado lento.
Simple, amable y bastante divertido. Nutty Fluffies es un juego interesante a un precio ridículo que puede depararnos unas cuantas horas de buen y desafiante entretenimiento. Algunas decisiones como las de la importancia radical de sus micro-transacciones y lo repetitivo de la fórmula le restan algunos puntos, pero es una propuesta agradable.
