Rockstar celebra el décimo aniversario de Grand Theft Auto: Vice City de la mejor manera posible: lanzándolo para iOS y Android. Tras GTA III tenemos ahora uno de los productos más redondos que lanzó Rockstar en los comienzos del siglo XXI, un videojuego memorable dispuesto a reavivar algo más que nuestra nostalgia.
De acuerdo. GTA III en iOS y Android estuvo bien, realmente bien, pero puestos a pedir el siguiente paso lógico era el de poder disfrutar del absolutamente genial Vice City en tabletas y smartphones. La tercera entrega fue precursora y pionera del género sandbox en 3D tal y como se entiende en la actualidad, pero huelga decir que como juego en términos absolutos su continuación era sensiblemente superior.
Así que Tommy Vercetti ya está en la Vice City de iOS y Android, y llega con un port irreprochable que traslada punto por punto al genial videojuego original, y que mejora los escasos puntos flacos del traslado que veíamos el año pasado de Grand Theft Auto III. Pocas opciones hay de disfrutar en mejor medida de un absoluto Triple-A que la que nos brinda Rockstar y, por si fuera poco, con un precio de lo más competitivo: 4,49 euros.
Ocean Beach
Si allá por el 2001 GTA III fue la introducción de las 3D en la dinámica de libertad, disparos y manejo de vehículos que la serie Grand Theft Auto había venido ofreciendo, Vice City suponía un refinamiento de la fórmula y una apuesta por un modelo mucho más cinematográfico sólo un año después. De hecho el juego estaba cargado de referencias a conocidas películas del género criminal, algo de lo que se beneficiaba mucho una campaña cargada de humor.
Así encarnábamos a Tommy Vercetti, con la inconfundible voz de Ray Liotta, un matón que recién salido de la cárcel visita la exótica y calurosa Vice City, la versión de Rockstar de Miami. La mayoría de los aficionados ya conocen sobradamente "qué pasa después", pero aún así nos guardaremos para nosotros la descripción de los hechos por todos aquellos nuevos amantes de los sandbox que quieren enfrentarse a la experiencia del título sin ningún tipo de pista. La narrativa vuelve a ser efectiva, contada al más puro estilo GTA con los vídeos de antes de cada misión: el juego, recordemos, está algo alejado del estilo tan directo de GTA III en este sentido y resulta mucho más elaborado, pero todavía queda muy lejos de las kilométricas cinemáticas de GTA IV y de sus personajes complejos y tridimensionales.
Con el escrupuloso respeto de fondo y forma del original por bandera, el verdadero caballo de batalla de una versión para Android e iOS de un juego tan complejo como GTA vuelve a residir en la forma de control. En III observábamos algunas pegas, pero nos alegra decir que Rockstar continúa afinando el formato para volverlo más y más cómodo a cada entrega que lanza para este tipo de dispositivos.
Volvemos a ver muchas opciones a la hora de personalizar nuestro método de control, así que nuevamente el juego busca adaptarse a un mayor número de usuarios. Así podemos definir el posicionamiento de los botones de acción en la pantalla y manejo de vehículos (terrestres y aéreos) como ya veíamos en la tercera parte, pero en esta ocasión incluso en mayor medida. También vuelven las alternativas de conducir con el stick, o no, o la de contar con palanca para zurdos, posibilidad de invertir la vista, autoapuntado opcional o la alternativa de contar con el clásico manejo gestionado con la inclinación del dispositivo. Se trata, por lo tanto, de un panel de pormenorización del control no sólo más completo, sino que también sirve como representación de un mayor esmero en cuanto a la fórmula de manejo.
Estas mejoras, obvias con sólo pasar unos minutos a los mandos del juego, no enmascaran que volvemos a hablar de un producto algo árido en términos de control. Está claro que no esperábamos controlar Vice City como con un pad o con el combo ratón-teclado, sin embargo todavía nos cuesta sentirnos cómodos al 100% incluso con varias horas en el pellejo de Tommy. Por otra parte nos ha gustado la posibilidad de definir el pilotaje de coches entre el stick virtual y los botones de flechas. Mientras que el auto-apuntado es poco menos que una obligación en las misiones más dificultosas, pero existe una opción bastante simpática que nos permite poner en el punto de mira a nuestros enemigos con sólo tocarlos para después abrir fuego sobre ellos.
En términos visuales el videojuego sigue teniendo ese encanto y esa personalidad tan acusadas de todos los productos de Rockstar para la pasada generación de videoconsolas. A nivel puramente gráfico el traslado es impecable, incluso resulta bastante sorprendente que este tipo de dispositivos sean tan capaces de reproducir con semejante grado fidelidad un juego que hace sólo una década quizá no era un referente visual, pero sí un lanzamiento poderoso y sobresaliente. Hay algunos matices, como alguna ralentización puntual incluso en las versiones para iPad, y una distancia de dibujado más que aceptable pero lastrada por algunos problemas de popping lamentablemente necesarios pero siempre molestos.
A nivel sonoro, por supuesto, el título sigue contando con las líneas fundamentales de cualquier lanzamiento de Rockstar. La impecable banda sonora licenciada del original vuelve a acompañarnos en nuestros viajes, y recordar a grandes del cine venidos a menos como Ray Liotta, Dennis Hopper o Burt Reynolds reproduciendo diez años después unos papeles inolvidables no tiene precio.
Cuesta imaginar una forma mejor de disfrutar GTA: Vice City en un Smartphone o Tableta que la que nos ofrece Rockstar. Mejorando lo que veíamos en GTA III de forma ostensible y con un precio fantástico, Tommy Vercetti y su epopeya criminal se visten de gala para celebrar los 10 años de su lanzamiento.
