Análisis de Dead Head Fred

Análisis de Dead Head Fred
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Seguro que tú también te enfadarías si descubrieras que has muerto y resucitado, pero algo ha cambiado, tu cabeza se ha reducido a un cerebro con ojos en un bote de formol que, para colmo, puedes cambiar por todo tipo de cabezas. Bajo estas premisas, se estrena el nuevo título Vicious Cycle, un juego cabezón.

No siempre el mejor juego es el más famoso, aunque por suerte o por desgracia, los buenos títulos no pasan desapercibidos. Aunque este no es el caso de Dead Head Fred, un título más que correcto y con un planteamiento de sobra conocido como lo es el beat’em up, pero con un aporte inevitable de originalidad. En un mar de títulos basados en películas taquilleras, ports de su hermana mayor y algún bombazo puntual, nos llama la atención este juego que, tímidamente, se ha introducido en el catálogo sin ningún tipo de renombre y con un bajo presupuesto.

Fred Neuman es un reputado detective de las pacíficas calles de Hope Falls, o más bien era así hasta que llegó un malvado mafioso llamado Ulisses que no sólo ha convertido a Hope Falls en un hervidero de zombies y toda clase de monstruosidades… sino que a nuestro protagonista le ha cortado la cabeza...

El renacimiento de un antihéroe
…claro que la historia así no ha hecho más que comenzar. Tras ese exagerado corte de pelo, un enigmático y típico “profesor chiflado” llamado Friedich Steiner reconstruye parte de su cabeza introduciendo el cerebro y los ojos en un tarro de cristal con formol y creando una nueva unión con su cabeza. El caso es que tuvo la mala pata que esos mismos mafiosos se llevan preso al susodicho profesor, y Fred no dudará en marchar y machacar a todo aquel que se cruce en su camino para recuperar al tal Friedich y así terminar el trabajo en su región craneal y devolverlo a la normalidad.

Tras habernos puesto en antecedentes en el video de presentación, quizá con demasiado tiempo de carga entre corte y corte (recordar que ni voces, ni subtítulos o menús los encontraremos en nuestro idioma), al fin podemos controlar a Fred en un típico tutorial donde gastaremos los primeros minutos de juego en descubrir cómo controlar al protagonista.

Sin tener un apartado técnico puntero, Dead Head Fred sorprende por su marcada estética y personalidad inconfundible.
Sin tener un apartado técnico puntero, Dead Head Fred sorprende por su marcada estética y personalidad inconfundible.

¿Y qué hay de ese control? Pues la respuesta es clara, “Sencillo, pero no efectivo”. El movimiento del personaje es “de manual” por así decirlo, ya que usaremos la seta analógica para caminar y correr y la equis de botón de salto. Y aunque la mayor parte del tiempo estemos golpeando enemigos, habrá fases puramente plataformeras en las que tendremos que demostrar nuestra pericia en los saltos y caer en el lugar exacto en el momento exacto, un hecho a lo que no ayuda precisamante la ausencia de un control de cámara, ya que lo único que podremos hacer con ésta es centrarla con la cruceta o girarla a nuestro alrededor desde los mismos ojos de Fred.

Comienza la venganza de Fred
La principal característica de este título es la capacidad del protagonista de intercambiar su cabeza por la de otros enemigos y así cambiar el estilo de lucha o adquirir diferentes habilidades. Lo que a priori parece una mera curiosidad más tarde se convierte en la base del juego dada la importancia de poseer una u otra cabeza para abrir nuevos caminos. Por ejemplo: con la cabeza principal (la del tarro de formol), dispondremos de un estilo de lucha intermedio (velocidad/fuerza equilibrada) además de poder volvernos invisibles durante cortos periodos de tiempo.

Otra de las bazas jugables son los puzzles, que es dónde realmente nos tendremos que “quebrar la cabeza” ya que casi siempre nos hará falta una en concreto. La cabeza de piedra además de ser realmente impactante con los enemigos nos permite derribar muros e incluso caminar por el fondo del agua gracias al gran peso que nos aporta (lo que también deriva en lentitud). La cabeza tótem nos permitirá activar maquinarias y utilizar hechizos; y por último (aunque no he desvelado las ocho cabezas) la cabeza zombi que nos transfiere una gran velocidad además de permitirnos absorber cosas aumentando dicha cabeza en extrañas proporciones, que nos hace pensar que explotaría cual globo si la pinchamos con un alfiler, para poder expulsar estos líquidos o gases más adelante para abrirnos camino, o eliminando a nuestros enemigos.

Ataques especiales, combos, llaves… todo es poco para reventar cabezas y quedarte con otras cuantas para poder recuperar la tuya.
Ataques especiales, combos, llaves… todo es poco para reventar cabezas y quedarte con otras cuantas para poder recuperar la tuya.

Dead Head Fred no es un juego fácil, pero una vez superado el hándicap citado del control, se puede llegar a disfrutar sin ser un reto que consiga alcanzar la frustración. Eso también es gracias a los checkpoints que encontraremos al cruzar casi cualquier habitación, así como las “vidas infinitas” con las que podremos repetir hasta conseguir nuestro objetivo. Tampoco los enemigos nos lo pondrán nada fácil, aunque no por falta de medios. Con nuestros ataques, la posibilidad de cubrirnos y las técnicas especiales que nos confiere cada cabeza vamos bien servidos, pero la I.A. está bien ajustada y por suerte tiende a evitar el combate directo, ya que Fred no suele aguantar más que tres o cuatro golpes antes de caer y cargar el último punto de control.

De novela sesentera
Como dijimos al principio, estamos ante un título de bajo presupuesto y que finalmente no ha resultado para nada decepcionante. Si bien en el apartado gráfico no nos deslumbrará, sí lo hará en cuanto a su originalidad estética. Los modelados de los personajes son simples, aunque de estética estrambótica y surrealista que transmite una personalidad inigualable a cada personaje, tanto protagonista como simple secundario. Igual ocurre con las texturas, que rozan el mínimo si las comparamos con los títulos más punteros gráficamente como MG:Portable Ops o Daxter.

El diseño de escenarios sí puede dejar algo que desear, ya que pasillos o bien calles al aire libre pueden confundirnos al principio y en las que no será difícil perderse sin saber que hacer. A esto hay que sumarle unos elevados tiempos de carga al pasar de una habitación o zona a otra, un factor que puede restar bastante diversión al hecho de deambular por los escenarios.

Todo ese surrealismo visual se complementa con un buen apartado técnico sonoro gracias al soberbio doblaje (como ya cité, en inglés), ya que los efectos sonoros son más bien escasos y repetitivos, casi todos basados en golpes o ruido de huesos rotos tras una llave.

Bueno

Sin sello

Dead Head Fred

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Dead Head Fred es un soplo de aire fresco al género en PSP. No le hace falta publicidad para darnos cuenta de que merece más de una oportunidad. Y sobre todo prepárate, porque no falta ni humor, ni golpes ni incluso algún que otro chorrito de sangre. Hace falta cabeza.

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Jugadores: 1
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