Turok se adapta a los nuevos tiempos cambiando a su legendario indio por un puñado de marines espaciales en apuros. Y lo cierto es que cinco años después del último episodio la nueva entrega sale victoriosa, aunque lo haga “a los puntos” y no por un K.O. técnico inapelable. El nuevo héroe es un competente guerrero, y protagoniza una aventura algo más rutinaria de lo que esperábamos pero igualmente notable.
Turok es una legendaria saga de acción en primera persona protagonizada por un nativo americano que batalla contra criaturas prehistóricas, y que está inspirada en un oscuro cómic protagonizado por un personaje homónimo. El primer juego llegó en 1997 a Nintendo 64 y fue un éxito indiscutible avalado por su sobresaliente calidad.
La saga ha venido dando algunos bandazos desde entonces; a su memorable segunda entrega le siguieron otros episodios menos brillantes como Evolution, Rage Wars o Shadow of Oblivion, todos ellos de una calidad, cuanto menos, discreta. Ahora le toca el turno al debut de las series en la nueva generación, y lo hace bajo el escueto título de Turok; nombre que lejos de ser una declaración de intenciones que le acerque a los inicios de los primeros títulos, le deja a una distancia muy importante de éstos por sus cambios tanto jugables como de propuesta.
El Nuevo Mundo
Joseph Turok es un marine espacial con ancestros indios que se ve embarcado en una peligrosa misión en un planeta desconocido. El mundo en cuestión está regido en este instante por Roland Kane, un antiguo superior suyo y mentor, que enseñó a nuestro protagonista todas las tácticas de combate que conoce y que ahora domina con puño de hierro y sin obedecer órdenes de nadie un mundo entero con valiosísimas instalaciones.
Como exalumno de Kane somos “acogidos” en tareas de consejero y agente de campo por una escuadra de marines más bien poco amigables. Uno de ellos culpa a Turok de la muerte de su hermano, y el resto se muestran recelosos y desconfiados de las habilidades del nativo americano. Como es lógico, y respondiendo a los más vulgares clichés del cine norteamericano de acción de los últimos años, iremos dándole la vuelta a la situación y ganándonos su confianza con unas habilidades fuera de toda duda.
El planeta, por su parte, esconde sorpresas, en primer lugar porque Kane está tratando de “terraformarlo” destruyendo el equilibrio natural y evolutivo del lugar; y en segunda instancia por la presencia de dinosaurios. Éstos son lo más interesante con sensible diferencia del programa, y determinados combates contra ellos nos reportan los mejores momentos del título.
La campaña individual tiene un buen abanico de escenarios y situaciones, y ronda las 12 horas si la jugamos en un nivel de dificultad medio; multiplicándose exponencialmente si nos enfrentamos a los desafiantes niveles máximos.
El multijugador, por su parte, está presente con modos cooperativo y versus. Se trata de una forma muy efectiva de alargar la vida del título, pues responde con un nivel de calidad muy razonable a las necesidades de juego on-line que puede tener un juego, por lo demás, tan centrado en la experiencia individual como este.
Deathmatch, Deathmatch por equipos y captura la bandera son las premisas principales del multiplayer, contando además el título con la oferta de varias misiones independientes de la campaña que podrán ser superadas de forma cooperativa por hasta cuatro jugadores.
Los Enemigos de mis Enemigos, son Mis Amigos
Lógicamente era difícil hacer que un juego donde se mezclan dinosaurios, entornos selváticos, arcos y flechas, y muertes a machete fuera aburrido; no obstante el juego queda como un buen título de acción, pero nos deja la sensación de lo que se podría haber logrado con un desarrollo algo más variado y con un nivel de dificultad mucho más ajustado.
Lo cierto es que si algo se puede decir de Turok es que es un juego difícil. Hay varias formas de superar todas las situaciones: Actuando “a saco”, empleando el sigilo, tratando de rodear y de engañar a los enemigos, o incluso empleando a los dinosaurios a nuestro favor enfrentándolos con nuestros enemigos.
El de la discreción será una de las más valiosas variaciones con las que contaremos, especialmente por la posibilidad que se nos brinda de matar episódicamente y sin levantar la alerta a un pelotón entero de soldados rivales. El concepto es francamente bueno, y los escenarios proponen multitud de lugares donde esconderse y de recursos naturales que emplear a nuestro favor. Lamentablemente los reajustes para componer un factor de sigilo aceptable vienen de la mano de una inteligencia artificial muy limitada, y la desmesurada dificultad que en ocasiones alcanza el programa viene dada por la acumulación masiva de enemigos en mayor medida que por la brillantez de éstos.
Los escenarios a menudo resultan confusos, pero por lo general ofrecen gran cantidad de tácticas y opciones a la hora de resolver las situaciones. Una de las más espectaculares, y útiles, tácticas que podemos emplear es la de enfrentar a humanos y criaturas. Esta estrategia por “desgaste” de ambos bandos nos reportará cuantiosos beneficios a lo largo de la aventura, y a menudo es la opción más inteligente.
Por su parte la variedad de armas es aceptable, y se nos permite configurar el arsenal más o menos a nuestro gusto para que se adapte a nuestras necesidades. Las dos únicas armas inalterables son el arco y el gigantesco y mortal cuchillo, ambas imprescindibles para matar de forma silenciosa.
Los combates y tiroteos están muy bien resueltos a nivel de control y desarrollo, y resultan especialmente características las ejecuciones a machete tanto de humanos como de criaturas; con unas animaciones tan espectaculares como violentas que trasladan la cámara de primera a tercera persona para darnos una perspectiva de la acción totalmente cinematográfica.
Es por lo tanto Turok un buen juego de acción que nos deja sabores muy agradables, especialmente en los combates contra dinosaurios. El tramo final del juego peca de estar más descuidado que el resto de la campaña, pero en general el conjunto no decepciona.
Unreal Power
Turok emplea como principal herramienta gráfica al conocido Unreal Engine 3.0. Los resultados son en líneas generales buenos, no obstante el título presenta algunas deficiencias de acabado algo desagradables a la vista.
En lo positivo destaca la correcta recreación de los entornos y el fenomenal modelado de los dinosaurios. En lo negativo cabe resaltar la pobreza de la mayoría de texturas, el flojo acabado y la reducida carga poligonal de los enemigos humanos y el reciclaje de numerosos elementos y escenarios.
Turok, asimismo, cuenta con los mismos problemas que acusan gran parte de los videojuegos que utilizan Unreal Engine, y son básicamente los del cargado tardío de texturas. Factor algo más notorio en la edición de PlayStation 3 que en la de Xbox 360.
A contribuir en las diferencias entre ambas versiones se suma el factor de la inestable tasa de imágenes por segundo del título en la videoconsola de Sony, frente al impecable y sólido frame rate de la de Microsoft.
En lo sonoro el juego cumple con gran solvencia. El apartado musical es excelente, y la banda sonora nos traslada a la perfección a un universo futurista y violento con partituras sobrias pero francamente efectivas. Los efectos sonoros también están muy cuidados.
El doblaje, no obstante, es uno de los puntos que se podrían haber trabajado más. En primer lugar por la pésima sincronización entre las voces y el movimiento labial de los personajes, pues a menudo comienzan a hablar antes de empezar a mover los labios y deja de oírse su voz cuando todavía tienen la boca abierta.
En Estados Unidos cuentan con un elenco de voces de lujo, entre el que se incluyen Ron Perlman (HellBoy), Donnie Whalberg (El Sexto Sentido), Powers Boothe (Sin City) o William Fichtner (Heat). En España, sin embargo, estamos como de costumbre “castigados”, y tenemos que conformarnos con el equipo de localización habitual de los últimos años en consolas, especialmente recordado por su trabajo en Gears of War. De modo que aquí tenemos, en mitad de la jungla, a Marcus Fenix, Dominic Santiago, Baird, Cole, el Coronel Hoffman y el resto de miembros del escuadrón Delta sin apenas cambios de timbre o registro.
Turok es un notable juego de acción que si bien cumple de forma notable en todos sus apartados, queda algo lejos de lo que cabía esperar del regreso de una saga mítica. Gráficamente bueno, dotado de escenas de acción espectaculares y con una campaña individual algo repetitiva pero enteramente sujeta a nuestro estilo de juego, Turok tenía mimbres para ser un imprescindible. Lamentablemente la pobreza de algunos niveles, la ineficaz IA y su devastadora dificultad lo convierten en lo que es, un buen juego pero no un “triple A”.
Comprar Turok