Análisis de Mega Man ZX

Análisis de Mega Man ZX
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Megaman no podía faltar a la cita en su veinte aniversario. Tras varios meses desde su salida en Japón y EEUU, nos llega la nueva apuesta de Capcom para Nintendo DS. Un videojuego donde el famoso hombre biónico volverá a los orígenes mezclando todos los elementos que hicieron grande a una franquicia. Acción y “rock” se vuelven a juntar para convertirnos de nuevo en los particulares mensajeros de la paz.

Criticado hasta la saciedad y amado también hasta límites insospechados. Así es Megaman, uno de los personajes más cotizados en la historia del videojuego. Concretamente, el personaje biónico, ideado por Keiji Inafune (Capcom) en el año 1987, lleva ya cerca de 100 títulos a sus espaldas. Una centena de videojuegos que (Capcom puede alardear de ello) pocas veces ha sufrido el temido efecto “spin off”, salvo por la presencia de algún que otro juego basado en el fútbol o la lucha.

Lejos de suponer una característica favorable, tal vez la monotonía que implicó esta negación de abandonar la fórmula original también causó una cierta crisis en la franquicia, sobre todo en sus primeros compases: la acción “rocanrolera” con saltos imposibles y enemigos finales desquiciantes resultaron repetitivos a partir del que fue, seguramente, uno de los mejores videojuegos de la saga: “Megaman 3” de NES.

Juntando lo mejor de la saga
Sin embargo, y gracias a las críticas, pronto la franquicia se renovaría al pasar con éxito por el cerebro de la bestia con la saga X, experimentar con el género de la aventura en PlayStation (“Megaman Legends”), e incluso probar suerte con los RPG en las consolas de Nintendo a través de los “Megaman: Battle Network”.

Todos ellos fueron títulos admirados, pero nadie duda que al robot azul siempre le habían sentado mejor las plataformas. Este nuevo videojuego, Megaman ZX, es sin ninguna reserva, un claro ejemplo de esta vuelta a lo clásico. Es la demostración de que lo que busca Capcom es volver a los orígenes con un planteamiento que fusiona dos series que hacen honor a su coletilla “ZX”: la búsqueda del equilibrio entre la franquicia de los “Megaman X” (Super Nintendo) y de los “Megaman Zero” (Game Boy Advance).

El mensajero de la paz
Nos encontramos con un Megaman que por primera vez es humano dentro de un mundo aparentemente gobernado por el bien, y donde impera la paz. A través de un menú de selección donde escogemos el nivel fácil o normal (recomendamos encarecidamente la primera de las opciones para los menos duchos en la franquicia), y también el sexo de nuestro personaje (chico o chica), entramos en una historia donde el paso de los años ha dado lugar a un estrechamiento de las relaciones entre humanos y reploides.

El poder de los biometales nos permitirá superar las situaciones más complicadas. Atravesar el pasadizo más peligroso, bucear en el agua o usar armas de fuego especiales serán algunas de las habilidades que adquiriremos al vencer a nuestros enemigos.
El poder de los biometales nos permitirá superar las situaciones más complicadas. Atravesar el pasadizo más peligroso, bucear en el agua o usar armas de fuego especiales serán algunas de las habilidades que adquiriremos al vencer a nuestros enemigos.

Ambos entes han conseguido establecer un clima de paz y prosperidad, potenciado por el hecho de que la empresa más importante del mundo (Slither Inc.), consiguió acabar con los problemas de suministro de energía. Todo parecía perfecto, hasta que un día un joven mensajero se viera envuelto en un problema de incalculables consecuencias a causa de algo llamado “biometal”, un objeto que buscaban tanto humanos como reploides, y que iba a contener la clave para salvar al mundo o sumirlo en el más completo caos.

La linealidad de Megaman
Así es cómo, gracias a unas interesantes secuencias animáticas con estilo anime, se nos presenta el título dentro de las dos pantallas de nuestra Nintendo DS. Unas pantallas y un micrófono que, dicho sea de paso, no se usarán apenas en el videojuego: no hay capacidades táctiles ni empleo de voz. Solamente nos centraremos en el pad y los botones al estilo de siempre para avanzar en un título dividido en misiones. Ya no hay enemigos o fases que seleccionar, sino que nuestra tarea será la de escuchar un “briefing” y llegar al punto que se nos indica dentro de un mapeado dividido por zonas.

Estas misiones serán aparentemente seleccionables, con lo que la idea de no-linealidad se fomenta. El problema estriba en que para acceder a determinadas áreas necesitaremos de llaves de colores: amarillo, verde, rojo… con lo que la aparente libertad de movimiento se rompe en ese punto. Esto no es algo negativo ni mucho menos, aunque evidentemente la dificultad se disparará en el mismo momento en que pretendamos establecer un orden de juego diferente al que se nos da.

Volveremos a aprender de nuestros enemigos
A través de estas misiones, nuestro objetivo principal será el de conseguir biometales, los cuales están protegidos por cada uno de los enemigos que pueblan el cartucho. Es decir, nos encontramos con el mismo concepto de siempre: “derrota a tus contrincantes para conseguir sus habilidades”, pero con una importante remodelación en lo que se refiere a la forma de llegar hasta ellos. Ahora los rivales no se encuentran en un menú de selección, sino dentro de un mapeado que tendremos que ir desvelando con nuestro avance.

Esto introduce un componente importante de exploración (al estilo de “Super Metroid”), puesto que no será infrecuente que nos perdamos en el mundo laberíntico y dividido por zonas de “Megaman ZX”. No obstante, el hecho de que cada vez que venzamos a un enemigo seamos recompensados con un biometal dotará de alas al título. No sólo cambiarán nuestras habilidades al usar los poderes de nuestros oponentes, sino que también lo hará nuestro aspecto. Habrá diferentes modelos para distintas situaciones: un traje acuático para movernos como pez en el agua, uno con poderes de fuego, otro basado en la habilidad de detectar objetos ocultos o ver en la oscuridad…

Realmente, los biometales, al igual que pasaba en anteriores videojuegos de la saga con los poderes especiales, suponen el elemento estratégico del título, ya que determinados enemigos serán más vulnerables a algunas de las características de nuestro particular armario biónico (podremos cambiar de apariencia “in situ” con sólo pulsar un botón y navegar entres las habilidades adquiridas). La impresión es la de estar frente a un título con todo el aroma clásico de la franquicia pero con un aspecto completamente diferente: varía la estructuración del título, pero no el contenido.

Siguiendo la tradición de los pixels
Lo que tampoco va a cambiar sobremanera en “Megaman ZX” va a ser el aspecto gráfico. Si bien en este nuevo título se aprovecha el potencial de Nintendo DS para ofrecer algunos efectos como la lluvia o virguerías gráficas en 2D relacionadas con la simulación de llamas paseándose por la pantalla, no hay que obviar que se trata de una representación gráfica que no dista mucho de la estética de personajes y escenarios ya presentes en la saga “Megaman Zero” de GBA.

A lo largo de nuestra aventura no sólo nos encontraremos con rivales sobre los que usar una estrategia para vencer, sino que antes tendremos, en muchas ocasiones, que enfrentarnos con los típicos enemigos de mitad de nivel que no nos pondrán las cosas nada fáciles.
A lo largo de nuestra aventura no sólo nos encontraremos con rivales sobre los que usar una estrategia para vencer, sino que antes tendremos, en muchas ocasiones, que enfrentarnos con los típicos enemigos de mitad de nivel que no nos pondrán las cosas nada fáciles.

Todo se mueve con completa suavidad a un “frame-rate” muy apropiado, ralentizando en ocasiones las acciones al acabar con el enemigo de un sablazo, algo que le da un aspecto más espectacular. Destaca también el buen empleo del “scroll-parallax” (varios fondos moviéndose en diferentes planos), que da una profundidad de campo que no sólo potencia la presencia de diferentes localizaciones (una fábrica, una ciudad, un bosque), sino que también da una apariencia sólida al apartado gráfico en general. Un apartado que como broche, se ve apoyado por secuencias de animación muy conseguidas y que nos ilustran la historia con un toque anime.

A ritmo de rock
En lo que respecta al sonido, Capcom vuelve a la reminiscencia del rock que tan buenos resultados dio a la franquicia desde su origen, sólo que en esta ocasión lo ha fusionado con un estilo techno que se ha terminado convirtiendo en protagonista. Probablemente, esta mezcla haya sido acertada para proponer una mayor variedad, cosa que se consigue; aunque se aprecia también que esta combinación ha dado lugar a altibajos con unas melodías mucho más épicas que otras.

El apartado FX está a la par, muy en tono con todo lo visto hasta ahora y que, sin ser una maravilla, nos pone completamente en situación. No obstante, si algo podemos destacar, es que tanto Megaman como otros protagonistas gritarán y emitirán voces. Incluso, en las secuencias animadas, podremos escuchar alguna que otra conversación, eso sí, en perfecto japonés.

Muy Bueno

Recomendado

Mega Man ZX

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

“Megaman ZX” supone un nuevo nivel en lo que se refiere a la saga ideada por Capcom hace ya veinte años. Un avance que no viene motivado por un giro de 180º en lo que se refiere al concepto original del juego (que sigue intacto) sino por la fusión de los elementos que desde 1987 han hecho grande a la popular franquicia: plataformas, estrategia y exploración. Tres pilares que, conservando toda la acción de la saga junto a un esquema gráfico 2D muy sólido, hacen de este videojuego (a pesar de su retraso) la primera gran aportación del robot azul para Nintendo DS.

Comprar Mega Man ZX
Jugadores:
Idioma:
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...