Disney ya tiene preparado uno de los proyectos más importantes en los que ha trabajado en los últimos tiempos, al menos de aquellos relacionados con los videojuegos… y también con el merchandising tradicional. Sí, porque Disney Infinity va a unificar en un mismo producto dos conceptos diferentes y atractivos.
Skylanders abrió el camino que va a intentar seguir, al menos a grandes rasgos, Disney Infinity. Sí, porque tanto uno como otro unen a los videojuegos con los muñecos tradicionales. De esta forma y gracias a una base hexagonal con tres slots que se conecta a la consola, podemos colocar sobre ella a los personajes que deseemos y a los respectivos escenarios y sets de aventuras para que, instantes después, podamos disfrutar de ellos en la pantalla. Auténtica magia Disney con la que estamos seguros que van a disfrutar como locos muchos fans de la famosa fábrica de sueños, especialmente los más pequeños. Y es que el atractivo que supone gozar de la compañía de héroes tan conocidos como Rayo McQueen, Jack Sparrow o Sulley es irresistible. Además se trata de un producto muy completo, como vamos a tratar de explicaros.
El funcionamiento básico de esta producción es muy sencillo. En la ya mencionada base que conectamos a la consola colocamos una o dos figuras de las que se integran en cada set de juego (se pueden adquirir varios diferentes), con las correspondientes mejoras o potenciadores que creamos oportunos (llamados Power Discs), y luego sólo nos queda seleccionar la ficha de turno para poder disfrutar del escenario y trasfondo que deseemos: Piratas del Caribe, El Llanero Solitario, Monsters University…
Como veis el funcionamiento no puede ser más sencillo, algo fundamental teniendo presente que el público mayoritario al que va dirigida esta producción es el infantil, con todo lo que eso conlleva en todas las áreas y funcionalidades de juego.
Universo de opciones
El Starter Pack de Disney Infinity incluye, al margen de un Power Disc y tres figuras de acción, tres Play Sets basados en las películas Los Increíbles, Piratas del Caribe y Monstruos University. Sin embargo también pueden adquirirse otros Play Sets diferentes por separado, como uno protagonizado por los héroes de Cars y otro por El Llanero Solitario.
¿Y qué son concretamente dichos Play Sets? Pues los escenarios en los que tienen lugar todas las aventuras que podemos vivir con los personajes. Y estos lugares pueden servirnos para dos fines bien diferenciados: disfrutar de un modo de juego individual tradicional o gozar de una libertad total de acción en la correspondiente opción Toy Box.
Pero comencemos por la primera de estas funcionalidades, las aventuras tradicionales. Cada vez que carguemos uno de los mundos podremos disfrutar de una historia diferente, ambientada y diseñada en función de la misma película en la que se basa. De esta forma si queremos vivir la experiencia de Piratas del Caribe, el título se transforma en una aventura en tercera persona muy marcada por los duelos de espadas y las situaciones de acción marca de la casa. Pero si por el contrario nos decantamos por Monstruos University la fórmula de juego pasa a ser algo muy diferente, siendo ésta más pausada y con una mayor relevancia de aspectos como la resolución de puzles, la interacción con personajes secundarios o incluso el sigilo. Y esta adaptabilidad nos ha gustado bastante.
Cada una de estas aventuras cuenta con un generoso número de misiones a cumplir, objetivos que ciertamente no son ni especialmente complicados ni muy originales. Y debido precisamente a esto y a que el nivel de dificultad es bastante suave, se trata de un título ideal para los pequeños.
Cabe apuntar que si nos decantamos por jugar a dichas aventuras, sólo podemos escoger a los héroes que las protagonizan. Es decir, que es imposible jugar con Jack Sparrow en el modo historia del Set basado en Monstruos University, con Rayo McQueen en la trama diseñada para Los Increíbles, etc. En cambio lo que sí que podemos hacer es jugar en compañía de un amigo en plan cooperativo, opción bastante interesante y que se desarrolla con fluidez. Uno de los mejores elementos que nos depara el juego, sin duda.
Sin embargo todo esto cambia por completo cuando nos sumergimos en la otra gran modalidad que incorpora Disney Infinity, la denominada Toy Box. Y como ya os comentamos en las impresiones que publicamos hace unas semanas, cuando nos decantamos por esta opción el título se transforma en una especie de LittleBigPlanet pero ambientado en los mundos de Disney.
De esta forma en Toy Box tenemos libertad para hacer lo que nos dé la gana literalmente. ¿Queremos adentrarnos con Sulley en el mundo de Cars? Podemos hacerlo. ¿Nos apetece construir un complejo polideportivo para practicar diferentes actividades? Perfecto, adelante. ¿Preferimos diseñar un circuito en el mundo de Piratas del Caribe para correr en él con Rayo McQueen y sus amigos? Pues nos ponemos manos a la obra. En nuestra opinión esta es precisamente y con diferencia la mejor funcionalidad que ostenta Disney Infinity. Es increíblemente enganchante y adictiva. Las posibilidades que nos sirve en bandeja son muy notables, pudiendo ya no sólo crear toda construcción que se nos pase por la cabeza, sino que también es posible interactuar con una serie de objetos muy copiosa como balones de fútbol, armas de todo tipo, jet packs, deslizadores, vehículos…
La cantidad de contenido que se ha incorporado en Toy Box es brutal. Lo mejor de todo es que la herramienta de creación de este editor infinito es muy sencilla de utilizar, deparándonos grandes resultados a poco que le dediquemos algo de empeño. Y por si fuera poco, esta opción tiene cabida para cuatro jugadores simultáneos, incluyendo modo online. Y por supuesto podemos compartir lo que deseemos con la comunidad, aumentando de esta forma y hasta límites insospechados la vida útil que nos ofrece esta producción. Toy Box es una fuente de diversión casi inagotable con la que es posible pasar meses entretenidos, y no es broma.
En este punto conviene señalar que tanto esta función como alguna que otra más no se encuentran incluidas (o han sido muy modificadas) en la edición para Nintendo 3DS, entrega que es bastante más limitada que el resto. Y eso incluye todo lo relacionado con el aspecto técnico.
Sencillez funcional
Tal y como era previsible, Disney Infinity es un título bien diseñado y bastante aparente desde el punto de vista gráfico, aunque por supuesto no se trata de ninguna maravilla tecnológica.
Lo más llamativo que nos ofrece esta propuesta en materia visual tiene que ver tanto con la concepción de los fondos como, especialmente, con la apariencia que ostentan los protagonistas. De esta forma cada uno de los escenarios que dan cabida a las aventuras de Disney Infinity ha sido plasmado siguiendo la estética y la línea artística denotada por las susodichas series originales. De esta forma y puestos a comparar, el mundo de Piratas del Caribe es algo más adulto y “oscuro” que el que alberga las andanzas de Mr. Increíble y el resto de su tropa de héroes, por ejemplo. La concepción de estos fondos no está mal y aunque existen pequeños defectos técnicos (texturas no especialmente depuradas, cierta brusquedad en la generación de algunos elementos…) y su grado de detalle no es el más sobresaliente del mundo, en general son más que dignos.
Por su parte cada uno de los protagonistas ha sido modelado con bastante fidelidad a los originales. Además todos ellos lucen unas animaciones bastante fluidas y, lo más importante, pueden efectuar una cantidad de acciones aceptable y que van más allá de las habituales (como correr y saltar). Sin duda y para tratarse de un título de clara orientación infantil, su rendimiento gráfico es notable.
Mejor aún es el apartado sonoro, que en este caso llega al sobresaliente. Y es que no es para menos teniendo en consideración que se han implementado muchas de las melodías originales de cada una de las películas que se dan cita en el título y, por si no fuera suficiente, todos los diálogos han sido doblados con toda la gracia del mundo a nuestro idioma. Un esfuerzo que ha sido bien secundado por efectos de sonido variados y apropiados.
Es difícil saber qué va a pasar con esta nueva apuesta pertrechada por Disney pero, si tuviéramos que mojarnos y en función de la calidad que ostenta el producto en sí, pensamos que puede llegar a ser un éxito sensacional. Puede que no sea lo más original que hemos disfrutado (Skylanders llegó antes, así como LittleBigPlanet) pero en su conjunto es un título muy completo, divertido y que puede ofrecer grandes momentos a los jugadores… especialmente a los más pequeños. Ha tardado bastante en llegar, pero la espera ha merecido la pena.
Ya teníamos ganas de comprobar hasta dónde podía llegar este producto ideado por Disney. Y la respuesta ha sido clara: muy lejos. En lugar de tratarse de un mero y descarado "fan service", Disney Infinity supone un torrente de diversión que premia la creatividad y la jugabilidad social. A poco que se le dedique el tiempo suficiente el jugo que puede extraerse de tanto potencial es impresionante. Los más pequeños van a disfrutar mucho con esta propuesta, seguro. Y puede que también más de un padre…
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