Dos desconocidos buscando el amor en un mundo donde nada es lo que aparenta ser. Con este planteamiento tan original, los creadores del ingenioso The Path han vuelto a sorprendernos con otro de esos videojuegos experimentales que no dejan indiferente a nadie. Inspirado en uno de los relatos literarios de Marguerite Duras, ¿serás capaz de encontrar a tu alma gemela en esta original aventura?
La gran cantidad de obras experimentales que hemos recibido durante estos últimos años denota el grado de madurez que ha alcanzado la industria del videojuego, que ha dejado de lado ese concepto de "juguete" con el que se originó, para ahondar en nuevas formas de comunicar, de expresar emociones e ideas de forma interactiva. Y ejemplos no nos faltan, como os mostramos recientemente en nuestro especial Casi Experimentales.
Precisamente, en esta línea al margen de los convencionalismos siempre se ha movido el equipo belga Tale of Tales, que ya en su día nos presentó su delirante visión del cuento de Caperucita Roja con el rompedor The Path, y ahora regresa a la acción con otra aventura difícilmente clasificable como videojuego, y por ende no recomendable para todos los públicos, pero capaz de tocar la fibra moral de una forma muy especial. Y no es para menos, teniendo en cuenta que Bientôt l'été nos propone relacionarnos con un completo desconocido a través de una aventura muy pausada, basada en las sensaciones y la exploración de un mundo onírico en el que, quién sabe, podríamos terminar encontrándonos con nuestra alma gemela.
Casi verano
Estamos acostumbrados a que nos marquen el camino a seguir en un videojuego. Que nos digan qué hacer, cómo hacerlo y por qué debemos hacerlo. Pero... ¿qué pasa cuando todas estas premisas desaparecen? ¿Cómo reaccionamos ante un videojuego en el que no existen desafíos jugables, ni un objetivo que alcanzar al final de la partida? Como otros tantos títulos experimentales, Bientôt l'été responde perfectamente a estas preguntas con otra de esas aventuras inclasificables que van mucho más allá del puro entretenimiento electrónico.
Y es que lo nuevo de Tale of Tales es tan cuidadosamente ambiguo y enigmático en su planteamiento jugable, y tan ingenioso en algunos aspectos como original en otros tantos, que por momentos caeremos ensimismados ante las visiones oníricas que se mostrarán a nuestro alrededor durante el original viaje que propone esta aventura. Todo esto con un un fin último que resulta, cuanto menos, verdaderamente chocante: encontrar a nuestra alma gemela. ¿Cómo es posible?
Ni más ni menos que conversando. Disfrutando de una charla distendida con otra persona en un Café situado frente a las costas de una playa con muchísimo que decir... y no precisamente con palabras. Porque este es, repetimos, un juego de apariencias; de dobles sentidos y mensajes crípticos que aparentemente no tienen ningún sentido, hasta que nosotros mismos se lo damos. Y esto lo lograremos al sentarnos frente a un completo desconocido, con el que mantendremos un diálogo basado en el uso de frases prefijadas que solo desbloquearemos durante nuestros paseos por la orilla del mar.
Inspirado vagamente en la novela Moderato Cantabile de la escritora francesa Marguerite Duras, de la que se han extraído muchas de las frases que usaremos durante las conversaciones en el Café, Bientôt l'été explora de este modo las relaciones personales entre completos desconocidos, jugando mucho con las ilusiones, los recuerdos y visiones del pasado, a las que no trata de dar ninguna explicación veraz. Están ahí porque tienen que estar, y aparecen cuando tienen que hacerlo sin importar si tienen o no sentido. Nosotros mismos se lo daremos. Y eso es lo hace tan interesante a esta obra.
Como otros tantos juegos experimentales, a primera vista parece un producto excesivamente simple, poco trabajado y quizá sin ningún fundamento; pero bastan un par de minutos para que comencemos a descubrir las bondades del programa. Sus diálogos, por ejemplo, pueden ser tan poco lógicos como increíblemente lúcidos dependiendo de nosotros mismos, de cómo respondamos a las preguntas que nos hagan, o del modo en el que sigamos el juego a determinados comentarios. Todo ello, repetimos, con frases prefijadas a las que accederemos únicamente tras desbloquearlas durante los paseos por la playa (donde también encontraremos piezas de ajedrez, útiles en estas mismas conversaciones).
También nos parece fantástico cómo se ha construido este mundo de ensueño, que representa una playa simulada dentro de un mundo simulado. Algo que sobre el papel suena rarísimo, pero que una vez lo vives en tus propias carnes disfrutas notoriamente. Máxime gracias al buen trabajo llevado a cabo a nivel artístico, con efectos visuales verdaderamente llamativos que remarcan el carácter onírico de una obra en la que incluso llegaremos a toparnos frente a frente con nuestra alma gemela en los límites de la playa.
En este sentido, el acompañamiento musical también resulta bastante bueno, con piezas que casan perfectamente con las distintas situaciones anímicas por las que pasará nuestro protagonista -hombre o mujer- en este viaje tan inspirado, que nos hará meditar mucho acerca de aspectos como las relaciones personales, la sociabilidad, etc. Huelga destacar que el juego está traducido al castellano, aunque las voces se mantienen en francés.
Nunca resulta fácil recomendar experiencias de juego tan poco tradicionales como la que nos brinda Bientôt l'été. Sin embargo entendemos que por su originalidad, su estética y la profundidad del mensaje que transmite, esta es una obra muy recomendable para cualquier aficionado abierto a este tipo de propuestas experimentales. Su intencionada ambigüedad que da pie a que interpretemos libremente su mensaje, y la forma en la que trata aspectos como la socialización o las relaciones personales, es única.
