El ya ancestral enfrentamiento entre Smackdown y Raw vuelve a la carga. Las nuevas estrellas del cuadrilátero, y las neumáticas luchadoras de la actualidad se juntan con los viejos clásicos como Hulk Hogan, Mr. Pefect o The Rock. ¡Salta al ring!
La lucha libre era a los sábados por la mañana lo que la lluvia al mes de abril para miles de jóvenes españoles, que seguíamos con inusitado interés las andanzas de estos luchadores. THQ ha tomado nota de la pasión que despierta este “deporte” en Estados Unidos, y lleva años lanzando productos de lucha libre para consolas con un nivel notable.
Guantazos de lujo
El juego viene cargado de modos de juego aparte de los clásicos combates rápidos; la variedad es alta, y la oferta de calidad.
El modo historia presenta una narración diferente para cada uno de los luchadores. Se ha realizado un buen trabajo en este sentido, ya que se ha contado tanto con la imagen como con la voz de los wrestlers para los videos entre los combates, lo cual le aporta al juego un componente muy inmersivo.
Este hecho incide directamente en lo jugable, ya que los combates no se convertirán en una sucesión de peleas sin ton ni son, si no que estarán orientados dentro de una historia con una dirección definida, y con la perpetua meta de desbloquear nuevos personajes y modos de juego.
Obviamente el hilo argumental no es una obra de Shakespeare, y las diferentes pantomimas se desarrollan de una forma muy similar a lo que podemos ver en los programas televisivos.
Vuelve el modo GM tras debutar en la edición del año anterior. Se trata de un estilo de juego algo difuso pero muy interesante, en que deberemos ejercer de managers y organizar combates, contratar luchadores, etc., tratando de lograr mantener el interés y popularidad del deporte. Es un modo original, pero fallido, ya que nos mantiene a cierta distancia del propio deporte quitándole relevancia al hecho de ganar o perder combates, lo que lo acaba convirtiendo en una experiencia repetitiva y poco interesante.
El modo On-Line tampoco ha sido descuidado, y nos aportará la posibilidad de descargar nuevos personajes, y la posibilidad de luchar contra usuarios de todo el mundo. El multijugador funciona algo peor que la versión de 360 en lo que se refiere a problemas de lag, aunque ofrece un entretenimiento interesante a pesar de su escasez de modos de juego.
Podremos así mismo crear luchadores gracias al potente editor, así como torneos y combates. Uno de los aspectos más interesantes es el de crear la entrada de nuestro luchador al ring, desde el que podremos incluso llevar a cabo labores de realización escogiendo el ángulo de cámara o los fuegos artificiales.
Aporreando al personal
Los controles son sencillos y aportan una curva de aprendizaje muy bien graduada, que ni abrumará con cientos de combos a los primerizos, ni limitará por su sencillez a los veteranos.
Es fácil hacerse con él, pues apenas necesitamos de unos segundos para comprender el sistema de bloqueos y golpeos. Sin embargo aporta la suficiente profundidad y calidad en las combinaciones de controles como para necesitar de una buena temporada antes de ser unos verdaderos maestros. En esta edición se han incluido todos los movimientos en el stick derecho, con lo cual la sensación de libertad es notable.
Hay algunas novedades en lo jugable, pero la esencia viene a ser idéntica a la de ediciones anteriores. A parte de que todo presenta una mayor fluidez, y los combates se desarrollan de forma más audaz, se ha incluido el exterior del ring como lugar de lucha. Podremos atizar a los rivales con objetos de atrezzo como sillas, o escalinatas, e incluso recogeremos objetos del público.
Contra las cuerdas
En lo gráfico una de cal y una de arena. Los modelos son bastante correctos, y representan con un cierto grado de fidelidad a los luchadores reales, aunque presentan algunas deficiencias en el detalle.
Los personajes se mueven con cierta soltura, pero no están dotados del realismo que deberían tener, y en ocasiones resultan desagradablemente toscos. Por si fuera poco el motor de colisiones es bastante flojo, y en muchas ocasiones adolece de serios defectos, como golpes que derriban a los luchadores sin impactar sobre ellos o caídas y empujones de muy poca veracidad; sin mencionar los habituales problemas de clipping, y unos tiempos de carga largos que, en ocasiones, pueden llegar a ser desesperantes.
El sonido es otro apartado discreto. Si bien no tiene nada especialmente negativo, desde luego no tiene nada especialmente positivo. Una olvidable selección de temas que oscilan entre el rock guitarrero y el hip-hop componen lo musical, y los comentarios no dejan de ser correctos, aunque en inglés.
El juego llega a nuestro país lamentablemente con todo el software en inglés. No es que sea de gran importancia la historia ni los comentarios, pero el haberlo traducido podría haber sido un detalle muy interesante hacia los compradores. No obstante el manual llega en español, y contiene todo lo que necesitamos saber para manejarnos con soltura dentro del juego.
Pocos cambios para la última entrega de los luchadores en PlayStation 2. Un más que correcto juego de wrestling que hará las delicias de los fans, y que reclutará muchos de las nuevas generaciones, gracias a su atractivo visual y a la vuelta de la lucha libre a nuestro país por su reciente reprogramación televisiva. Si te gustan los juegos de lucha es una opción francamente interesante.
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