Uno de los personajes más queridos de esta industria, el Príncipe de Persia, regresa con una aventura tradicional de jugabilidad 2D que continúa la línea argumental del primer título de la saga. Y sin ser un juego extraordinario en ningún sentido, por lo menos Ubisoft le ha dedicado el tiempo suficiente en su desarrollo para hacer de él una aventura bastante digna.
El Príncipe de Persia es una de las sagas más populares y reconocidas de todas las que tiene en cartera Ubisoft, de eso no hay duda. Sí, es cierto que otras series como Assassin's Creed, el extraordinario regreso de Rayman o el esperadísimo Watch Dogs han relegado a esta franquicia a un segundo plano, pero aún así posee un amplio número de seguidores. Y la inmensa mayoría de estos jugadores han dejado claro que prefieren la jugabilidad tradicional de esta saga en 2D a la vivida en los últimos episodios de jugabilidad abierta en 3D, por lo que la compañía francesa ha escuchado las opiniones de los jugadores y les ha brindado este título clásico diseñado para sistemas tanto iOS como Android.
En esta ocasión los desarrolladores han querido recuperar la trama del primer título de la serie, y por eso mismo la aventura que nos ocupa tiene lugar diez días después de lo ocurrido entonces. Jaffar, el archienemigo del Príncipe, ha regresado, poniendo otra vez en jaque al protagonista. La trama no es la más trabajada de la franquicia, para nada, pero por lo menos se hace relativamente entretenida una vez nos vamos adentrando a lo largo de los más de una docena de niveles que nos aguardan. Para ser un título portátil, su extensión es más que aceptable.
Habilidad, combate y aventuras
Las fases tienen un desarrollo clásico 2D que termina atrapando al jugador… a pesar de sus defectos. De esta forma el título combina las plataformas, los saltos ajustados y la superación constante de trampas mortales con los combates. El problema es que la primera de estas ofertas jugables resulta mucho más entretenida que las batallas, secciones que a medio plazo terminan haciéndose algo tediosas a pesar de las habilidades que posee el protagonista en esta faceta concreta. Es cierto que se ha trabajado mucho en ello y que la gama de movimientos de ataque que posee el Príncipe es destacada, pero eso no evita una sensación de monotonía al cabo de un par de horas de juego.
Por fortuna los momentos de exploración y plataformas son algo más abundantes que las batallas, y eso favorece mucho al título ya que la fluidez y nivel de desafío de las mismas son muy meritorias.
El sistema de control que se ha integrado es bastante bueno y, además, contempla dos opciones distintas. La primera se basa en los movimientos táctiles en la pantalla del dispositivo, sistema que al principio se hace demasiado raro pero que, una vez te acostumbras, funciona de manera correcta. Y el otro es el más tradicional y habitual en este tipo de propuestas, con stick y botones virtuales en pantalla que nos permiten realizar todas las acciones. Tampoco vamos a engañaros: de vez en cuando tanto uno como otro sistema falla, falta precisión. Pero, igualmente, no es algo que ocurra con la frecuencia necesaria para que acabe siendo frustrante.
Por otra parte el esfuerzo de los desarrolladores puesto al servicio de esta nueva odisea del Príncipe se deja notar de manera clara en el apartado gráfico. Y no porque éste sea perfecto, que queda lejos de ello, sino porque los grafistas han querido otorgar un nuevo look a la aventura, hecho que se agradece y que valoramos.
De esta forma el aspecto de los personajes y escenarios ha sido muy bien resuelto. Todos ellos han sido modelados en 3D y la solidez de unos y otros es encomiable. Sin embargo, han sido los decorados los que mejor parados han salido. Y es que el grado de detalle que poseen, su variedad, cantidad de elementos ornamentales que es posible divisar en ellos y su ambientación son excelentes, siendo quizá el mejor aspecto de todo el juego. ¿Y qué pasa con los personajes? Pues que aunque su apariencia es buena, sus animaciones no lo son tanto, especialmente las que puede efectuar el personaje principal. Su mayor defecto es la falta de naturalidad de las mismas, siendo hasta forzadas en algunos casos. Y aunque no afecta a la jugabilidad del título, es un defecto rara vez encontrado en esta saga precisamente.
Y en cuanto al sonido, éste se encuentra a un nivel inferior al mostrado en el apartado anterior. Y eso se debe a la falta de "punch" de su banda sonora y efectos de sonido, demasiado mediocres sin llegar a ser malos.
Por todo esto y a pesar de que esperábamos algo más de esta incursión portátil del Príncipe de Persia, se nota que Ubisoft ha querido complacer en la medida de lo posible a sus fans. Su jugabilidad sigue siendo cautivadora a pesar de la monotonía reinante durante los enfrentamientos, siendo una aventura moderadamente atractiva y que en ningún caso decepcionará a sus seguidores.
El Príncipe más conocido de la industria vuelve por sus fueros en una aventura plataformera correcta y entretenida, a pesar de arrastrar un par de defectos significativos pero no vitales. A poco que os gusten este tipo de propuestas os terminará convenciendo, si bien esperamos que para futuras entregas Ubisoft corrija un tanto el sistema de combates y ciertos problemillas menores.
