Uno de los iconos más reconocibles de esta industria, la bola amarilla de Namco Bandai Pac-Man, regresa a la actualidad con un título que le aleja de sus primeros pasos en este sector para aventurarse en otra de sus especialidades: las plataformas 3D. Sin embargo el resultado de esta nueva incursión sólo entretendrá a los más pequeños de la casa.
Pac-Man está considerado como uno de los primeros personajes verdaderamente icónicos que ha dado esta industria del ocio electrónico en su historia. Recorriendo incontables mapeados laberínticos de diseños 2D recopilando bolas y sorteando (o engullendo) fantasmas de colores le catapultaron al éxito... hace ya muchas décadas. Y es que en la actualidad es pertinente señalar que su popularidad ha descendido bastantes enteros y, si bien sigue siendo un tipo conocido, no puede competir contra los Mario, Sonic, Angry Birds, Ratchet y demás mascotas de otras compañías. Sin embargo este intrépido comecocos ha querido protagonizar otra nueva aventura que está ya disponible para un nutrido número de formatos.
De esta forma Pac-Man y las Aventuras Fantasmales, que así es como se denomina esta producción, es un arcade plataformero 3D de esos que ya apenas se dejan ver en la actualidad. Basado directamente en la serie de animación del mismo nombre y fuertemente inspirada por obras como Super Mario 64, en el juego debemos recorrer una decente cantidad de fases recolectando ítems de todo tipo y, por supuesto, zampando fantasmas (o esquivándolos, según la situación). Eso sí, debemos dejar bien claro desde ya mismo que el clásico de Nintendo 64 que acabamos de citar sirve meramente como referencia para esta propuesta, ya que en cuanto a calidad, innovación, diversión que ofrece y demás apartados existe un abismo entre ambas aventuras.
El argumento que sirve para ponernos bajo la piel de Pac-Man es increíblemente simple y, por qué no decirlo, poco atractivo. Así, debemos hacer todo lo posible por evitar que el malvado Betrayus se haga con un arma devastadora capaz de congelar el mundo de Pac-Man y sus amigos. Poca chicha hay que extraer de la narrativa, os lo aseguramos.
Saltos continuos
El aspecto más importante sobre el que se apoya la jugabilidad son los saltos constantes, de eso no existe duda alguna. De esta forma en todos y cada uno de los niveles debemos realizar decenas, casi cientos de estas acciones para ir solventando los diferentes retos que nos propone el título, los cuales no son precisamente los más complicados de superar debido al carácter infantil que posee el título.
Al tratarse de un juego diseñado especialmente para niños, el grado de dificultad que arroja cada fase es muy liviano, siendo relativamente sencillo superar cada situación que nos plantea la aventura. Sin embargo es justo afirmar que por lo menos los desarrolladores se han esforzado en otorgar de cierta variedad a su producción, ya que más allá de saltar sin parar también es necesario tener en cuenta un par de factores adicionales.
El primero de ellos tiene que ver con la presencia de los inevitables fantasmas. Dichos seres tratan de golpearnos y molestar todo lo que pueden en cuanto tienen la ocasión, siendo necesario evitar sus arremetidas o, también, engullirlos. Pero más importante aún es la posibilidad de ir recogiendo las llamadas bayas especiales, una especie de orbes que tras ser tragados por el protagonista, otorgan a éste un nuevo aspecto y habilidades únicas temporales. De esta forma tan pronto nos vemos capacitados para congelar tanto a los rivales como a ciertos elementos de los fondos como, más tarde, aumentamos considerablemente nuestro tamaño para acabar con los rivales de forma sencilla.
Y lo mejor es que dichos poderes también deben ser empleados para dar con la solución de ciertos puzles más bien sencillos que también salpican cada uno de los niveles. Y entre unos y otros detalles jugables adicionales, hacen que la aventura gane un tanto en diversión y variedad, beneficiando así a su jugabilidad en global... si bien ésta queda algo dañada por un aspecto mejorable: el control.
Guiar a Pac-Man por cada nivel es una tarea sencilla en grado sumo y, en su mayor parte, también gratificante. Los problemas surgen cuando las cosas se ponen más animadas, instantes en los que el manejo pierde parte de su precisión. De esta forma en ocasiones la cámara nos juega malas pasadas cuando tratamos de efectuar algún salto más complicado de lo habitual, atinar a los adversarios cuando éstos multiplican su presencia se vuelve más difícil de lo deseado, etc. Por fortuna estos problemas derivados del manejo son ocasionales y no muy graves, pero sí que es cierto que a veces resultan algo frustrantes.
Tampoco queremos dejar de comentar el modo multijugador que también incluye el título, que trata de complementar a la aventura principal. Y decimos esto porque, por desgracia, esta opción apenas tiene miga y trascendencia. Hasta cuatro jugadores a pantalla partida pueden darse cita en una especie de homenaje en 3D al clásico Pac-Man de toda la vida... con la gracia extra de que en lugar de controlar al protagonista, en este caso cada uno de los jugadores pasan a manejar a los fantasmas. Nuestra meta es dar caza a Pac-Man, héroe que está controlado por la CPU, si bien también debemos estar alertas cuando engulle uno de los clásicos potenciadores para evitar ser tragados por sus enormes fauces. La primera vez que pruebas este modo se hace divertido y hasta un poco curioso, pero a partir de ahí todo se vuelve predecible y algo anodino.
Pasando a comentar su aspecto gráfico, seguro que ya imaginaréis qué vais a encontraros en este sentido teniendo en cuenta el cariz de la producción. Gráficos más bien simples y para nada detallados, personajes alegres y animados con acierto, entornos básicos y, por encima de todo, colorido, mucho colorido. Teniendo en cuenta su talante y orientación infantil, pensamos que la aventura cumple sin más en este sentido. Pero no esperéis nada especialmente destacado porque no lo vais a encontrar por mucho que indaguéis.
Y en cuanto a su apartado sonoro, qué queréis que os digamos: estamos ante un título muy mediocre en este sentido. La banda sonora carece de ninguna brillantez, los efectos cumplen sin más, los diálogos en inglés subtitulados son de "órdago"... En fin, que se nota que los desarrolladores no han invertido demasiados recursos en su realización.
Pac-Man y su nueva aventura plataformera es, en resumen, un título diseñado para que pueda ser disfrutado medianamente por los jugadores menos expertos y, sobre todo, por los más pequeños. Y es que su desarrollo es demasiado convencional y simple como para que pueda atraer el resto de usuarios. No es el mejor título del género en absoluto pero, dada cuenta de la escasez de propuestas de esta misma índole presentes en la actualidad, no está del todo mal.
Las plataformas 3D ya tienen un nuevo representante, lo cual ya es una noticia en sí misma dado que este tipo de producciones ya no se prodigan demasiado en la actualidad. No esperéis encontraros una especie de Super Mario 3D World pero protagonizado por el comecocos amarillo porque os llevaréis una gran desilusión, ya que estamos ante una propuesta infinitamente más sencilla y destinada casi exclusivamente para los más pequeños. Cumple su cometido sin ningún tipo de alarde.
Comprar PAC-MAN and the Ghostly Adventures- Pac Man sigue despertando mucha simpatía.
- Los poderes que puede ir recopilando el protagonista.
- El desarrollo va de menos a más.
- Resulta demasiado simple y limitado en general.
- Técnicamente no pasa de correcto.
- Apenas innova en ningún sentido.
