Desde Japón nos llega la última aventura de la saga “Tales of”, un RPG de influencia anime, exclusivo para PSP y con muchas horas de juego.
La saga “Tales of” de Namco es una de las más importantes y extensas del rol japonés. Con muchas sub-sagas y títulos a las espaldas (como Tales of Symphonia, Abyss, Eternia o Phantasya...), se ha granjeado una reputación muy importante a lo largo de los años. Tales of the World: Radiant Mythology es el último título hasta ahora, y el primero desarrollado para PSP. Estamos hablando de un juego muy ambicioso, con más de dos años de elaboración, y que se puede convertir en uno de los mejores, aunque, lamentablemente, nos llega, para variar, en inglés.
La historia de Tales of the World: Radiant Mythology nos desplaza a Terresia, un mundo arrasado e infestado de demonios que van sembrando el mal por donde pasan. Allí existe un gran árbol, llamado World Tree, que fue el creador de todo, pero que está perdiendo su poder. Con sus últimas fuerzas crea a un héroe para que salve Terresia.
Como se puede observar, el argumento no es muy original. Se trata de una historia simple pero con sorpresas que, aunque al principio es bastante lineal, a medida que pasan las horas va cogiendo fuerza. La trama principal tiene una duración de unas 30 horas, aunque para pasárselo entero habrá que invertir unas 200.
Quests a raudales
Lo primero que tenemos que hacer al empezar una partida nueva es crear a nuestro personaje. Para ello elegiremos su aspecto (sexo, pelo, color de piel, voz...), su nombre y su oficio. Al principio contamos con cuatro: Luchador, ladrón, mago y clérigo. Pero posteriormente tendremos otras seis posibilidades: guerrero, guerrero mágico, ninja, sabio, invocador y arquero. Un total de diez oficios, cada uno con sus habilidades y cualidades características.
Una vez hecho esto, la historia comienza. El juego se desarrolla en torno a las quests (misiones). En la mayoría de las ocasiones nos dirigimos al gremio de la ciudad, donde seleccionamos entre varias misiones disponibles. Normalmente avanzamos así en el juego, aunque muchas de la trama principal nos surgen por otras razones. En total, son unas trescientas misiones, aunque muchas son similares y pueden llegar a hacerse repetitivas; del tipo elimina a tal monstruo o busca tal objeto.
Pese a ser un RPG típicamente japonés, Tales of the World: Radiant Mythology posee algunas diferencias con respecto a otros del mismo tipo. El primero es el sistema de desplazamiento, especialmente en las ciudades. Al llegar a una, no aparecemos en la entrada principal y recorremos las calles de la población, sino que se despliega un menú, con una imagen de la ciudad al fondo. En éste nos aparecen diferentes ubicaciones, una casa, una plaza, el gremio, una tienda... Seleccionamos y aparecemos directamente allí. Al salir de ese lugar volvemos al menú principal. Aunque es un sistema original, y reduce la necesidad de recursos, no es el más acertado, pues limita mucho la libertad de movimiento de nuestro personaje. Además, es una pena no poder disfrutar de la belleza de algunas de las ciudades por las que pasamos, y que aparecen en los menús.
La otra gran diferencia, y con esta sí que se ha acertado, es el sistema de batallas, denominado Flex Rang Linean Motion Battle System. Una vez que entramos en una mazmorra vemos a los enemigos, y al entrar en contacto con ellos la batalla comienza. Se trata de combates en tiempo real, en los que controlaremos a nuestro héroe de manera directa y hasta a tres más indirectamente. Tenemos un botón de ataque, pero contamos con muchas más opciones, como la magia, los ítems, huir... y dos especialmente importantes, las artes y los ataques al unísono (unison attacks). Las primeras son habilidades especiales, que se ejecutan con combos sencillos. Las elegiremos en el menú y asignamos la combinación de botones para la batalla. Pero además, para realizar estas artes, necesitamos TP (puntos de técnica) que, lógicamente, se ajustan a medida que realicemos los combos. Por su parte, los ataques al unísono son golpes combinados entre varios de nuestros personajes. Para ello se deben cumplir una serie de condiciones, como que nuestra barra de límite esté llena o que seamos cuatro en nuestro grupo.
En resumen, las batallas de este título son muy dinámicas, divertidas e intuitivas, posiblemente el punto más fuerte del juego. Y aunque sólo podemos contar con cuatro luchadores a la vez, el número total de ellos llega hasta la veintena, y muchos de ellos proceden de otros títulos de Tales of..., como Arche de Tales of Phantasy, o Lloyd de Symphonia.
Por otro lado, Tales of the World explota muy poco la conectividad a Internet de PSP. Tan sólo contamos con un modo de comercio ad hoc, en el que se intercambian personajes, equipamiento y objetos. Una pena, pues se podría haber integrado alguna especie de modo multijugador, que hubiera aumentado mucho las posibilidades de juego.
Anime de cine
Gráficamente, Tales of the World: Radiant Mythology es todo lo que se puede esperar de un título con dos años de desarrollo. Tanto los personajes como los escenarios de las ciudades presentan gran detalle y un gran número de polígonos, todo en estilo anime. Las mazmorras, sin embargo, aunque también de calidad, son algo repetitivas, lo que hará que nos perdamos en más de una ocasión. Por otro lado, las escenas CG son también de mucha calidad, y no tienen nada que envidiar a las mejores series y películas manga.
En cuanto al apartado sonoro, el juego está doblado a un buen inglés. Los Fx son aceptables, y la música, que no destaca, cumple perfectamente su función ambiental.
Tales of the World: Radiant Mythology, gustará especial a los amantes del género. Aunque tiene algunos fallos como el sistema de desplazamiento en ciudades o la repetitividad en algunas mazmorras, su larga duración, la bella estética anime con la que cuenta y, sobre todo, su sistema de batalla, hacen de este título un RPG recomendable.
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