Coches en la parrilla, luces rojas apagándose, mecánicos tensos, pilotos con el pulso al límite… La Fórmula 1 regresa un año más a cargo de Codemasters, que con F1 2013 nos presenta un título de transición, sin riesgos, que mantiene su velocidad y calidad jugable al tiempo que nos trae monoplazas clásicos. Conviértete en leyenda.
Mucho ha mejorado la Fórmula 1 en la industria del videojuego desde que Codemasters tomara el poder de las licencias gestionadas por la FIA. Los británicos son conocidos por su talento a la hora de diseñar títulos de conducción: desde los míticos Micro Machines hasta los más recientes Colin McRae. Podría decirse que su estilo no conoce rival, por ello es una gran noticia que el reputado circo automovilístico, una de las disciplinas más exigentes del mundo del motor, haya contado con ellos hasta en cuatro temporadas.
Y el espectáculo no ha terminado. Este año repetimos jugada, con un F1 2013 en el que se nota que los desarrolladores se han tomado un respiro de cara a la próxima generación de consolas. Hay pocas novedades en el núcleo del juego, con una conducción que sigue siendo tan asequible o exigente como nosotros deseemos, pero siempre con ese toque de realismo y fidelidad que satisfaga a los amantes de esta competición.
Recibimos ligeros retoques sobre este híbrido entre arcade y simulación, con la actualización de normas pertinente, así como los 11 equipos, 22 pilotos y 19 circuitos oficiales de esta temporada. Realmente, la gran novedad de esta edición está fuera del talento de Vettel, la agresividad de Hamilton o la frialdad de Raikkonen. Y es que se añaden carreras clásicas, con monoplazas y pilotos históricos que vienen de serie con el juego, aunque si queremos hacernos con todos deberemos comprar la edición Classic (también en forma de DLCs.). Así que abrocharos el cinturón, porque llegan curvas tanto actuales como clásicas…
Luz verde a tu carrera
Nuevo vídeo introductorio, un sistema de menús con una interfaz limpia pero conocida, y el habitual conjunto de modos de juego. Así se nos presenta F1 2013, título continuista, pero con todos los atributos que han hecho grande a la serie desde sus orígenes. En este sentido, no falta el modo Trayectoria, que nos invita a representar el papel de un joven piloto en busca de la gloria a través de cinco años de carrera. Es probablemente la mejor y más satisfactoria manera de entrar en contacto con el videojuego, ya que aparte de correr mucho, también aprenderemos.
La razón la tenemos en la Prueba para Nuevos Pilotos, nuestra carta de entrada en la Fórmula 1. Como en pasadas entregas, deberemos completar dos jornadas con diversas pruebas antes de conseguir un volante. Abu Dhabi será la pista que nos vea nacer, y a diferencia del año pasado los retos son más numerosos y variados, yendo desde algo tan básico como aprender a frenar a tiempo hasta orientar el coche correctamente en las salidas de curva con el fin de no patinar.
No es el único aspecto que se ha mejorado a este respecto. Afortunadamente, ahora el proceso de adjudicación de escudería es más verosímil. En virtud a las medallas que ganemos dentro de estos tests, obtendremos asiento en equipos modestos del estilo de Marussia, Caterham o Toro Rosso. Nada de empezar desde el principio con los grandes. Para eso ya tendremos tiempo si conseguimos ganar la atención de nuestros rivales superando los objetivos que se nos planteen. La sensación de progresión es por tanto muy importante, y trata de emular lo que ocurre en la realidad dentro de la competición automovilística.
Carrera sin riesgos
Esta opción de juego, el modo Trayectoria, trata de ponernos en la piel de un piloto de verdad, con entrenamientos libres en los que obtener mejoras aerodinámicas y pruebas de clasificación que se dividen en las habituales Q1, Q2 y Q3. Pero si lo que queremos es saltar a la pista, hacer una vuelta nada más y competir en carreras cortas pero intensas, lo nuestro es Mundial Exprés, una interesante opción para cuando no tengamos demasiado tiempo. Y si todavía queremos más, como jugar en compañía, tenemos el Mundial Cooperativo (junto a un segundo jugador en online), Desafíos donde competir con otro amigo y la clásica Pantalla Partida, ideal para disputar premios.
Sea cual fuere nuestra decisión, nos daremos cuenta enseguida de que se han añadido nuevas animaciones a la hora de entrar por primera vez en el box o de ocupar nuestro habitáculo dentro del monoplaza. Hasta levantaremos la mano cuando un adversario realice una maniobra antideportiva. Pequeños detalles que no son para nada numerosos. De hecho, hay mucho reciclaje, de forma que el ambiente en los boxes -todavía escaso- y las celebraciones, por citar algunos casos, son calcados a lo que vimos el año pasado.
La dificultad tampoco se ha rebalanceado, con los cinco niveles de siempre y el regreso de la técnica del rebobinado por si nos despistamos en una curva. Nunca está de más la opción, completamente accesoria y que no tendremos que usar si no queremos. Por otro lado, recuperamos las ayudas al pilotaje tradicionales, desde la frenada predictiva hasta la trazada ideal o la asistencia en boxes. Todo para que cada usuario ajuste la experiencia a su nivel de destreza, algo que podría llevarle hacia la parte más arcade o de simulación del programa. F1 2013 puede llegar a ser muy exigente con todas las ayudas desactivadas.
Cuidando las ruedas
Probablemente, si optamos por esta última opción necesitaremos un entrenamiento intenso, dedicarle muchas horas a la obra. Para este tipo de jugador lo ideal serán los Cronos de Medalla (en los que retarnos contra pilotos fantasma) y el clásico Contrarreloj. Puede que así comprobemos la forma de sacar partido a los sistemas KERS y DRS -nuevamente integrados-, así como hacer un buen uso de las ruedas. A este respecto, se ha llevado a cabo un esfuerzo extra por representar el desgaste de los neumáticos y su impacto sobre la conducción.
Así, será muy evidente la pérdida de adherencia en las primeras vueltas después de hacer una parada en "pits" (hasta que las ruedas ganen temperatura), o cuando nos queden pocas vueltas para terminar un Gran Premio (por el temido "graining"). Esto sí supone un paso adelante, provocando situaciones como que se nos vaya el coche en caso de que apretemos demasiado el acelerador al salir de una curva.
Desafortunadamente, no todas las características de F1 2013 consiguen meternos dentro del juego. Hay otros aspectos, como la IA, que son mejorables. Los pilotos rivales no resultan muy creíbles, no apartándose cuando vamos en una vuelta lanzada durante la clasificación o siguiendo patrones claramente prefijados en las carreras. Se echa de menos un comportamiento más humano, con accidentes y errores que ocurran más a menudo. Otros problemas tienen que ver con que todavía no tenemos vuelta de formación, y el "safety car" sale con menos asiduidad de lo que desearíamos. Asimismo, sería de agradecer un ingeniero más parlanchín, sobre todo para tener una mayor perspectiva de la situación en carrera. La serie tiene margen para la mejora.
Leyendas motorizadas
Por lo menos, hay aspectos de este lanzamiento que sí nos han convencido plenamente. Nos referimos por ejemplo a Recreaciones, un modo que nos propone un total de 20 situaciones reales en pista. Practicar una remontada, abrir una brecha con respecto a nuestros perseguidores, acabar una carrera problemática en la zona de puntos… Todo con pilotos, coches, pistas y condiciones meteorológicas predeterminados, más que nada para ponernos a prueba en unos eventos que ganan en dificultad a medida que progresamos.
Una muy atractiva opción que también cuenta con su versión en F1 Classics, la otra modalidad estrella del programa. Su particularidad es que nos deja pilotar monoplazas de los años 80 y 90 junto a leyendas como Prost, Andretti, Fittipaldi, Mansell o Damon Hill. No está Senna por cuestiones de licencias (al parecer), pero los desarrolladores han intentado cubrir el hueco con nombres como Schumacher o Hakkinen. Puede resultar extraño reunir a pilotos de distintas épocas en la misma pista, pero sin duda se agradece el esfuerzo realizado.
Y es que lo mejor de todo no es esto, sino que se representa el estilo de conducción de entonces, más mecánico y técnico, basado en la ausencia de estabilizadores o ayudas a la tracción. El hombre era más importante que la máquina, algo que notaremos tras unos cuantos giros en trazados tan emblemáticos como el de Jerez. En F1 2013 tendremos tan sólo dos circuitos clásicos, muy pocos, pero si decidimos hacernos con la edición Classic -o los DLCs en su defecto- dispondremos de dos adicionales. En cualquier caso, no habrá modo Trayectoria dentro de esta vertiente, pero sí todo lo demás: Grandes Premios, Contrarreloj, Cronos de Medalla y un Modo Recreaciones centrado en la época.
Conservando combustible
En el terreno visual esta entrega no nos da nada que realmente no hayamos visto en el pasado. El modelado de los monoplazas es completamente fidedigno, y los trazados se han retocado levemente. La interfaz sigue la estela de la edición 2012, tendiendo otra vez a diseños minimalistas que persiguen la claridad ante todo. Falla el detalle en los boxes, todavía muy vacío y con unos mecánicos que en su mayor parte muestran rostros poco trabajados. En la versión de PC el conjunto gana si tenemos un ordenador potente. La compañía recomienda un Core i7, 4GB de RAM y una gráfica con un giga de memoria para obtener los mejores resultados. No obstante, con configuraciones más modestas (lo hemos probado también en un i5) se puede ajustar todo al máximo.
En cualquier caso, sea cual sea nuestra plataforma, la sensación de velocidad conseguida es sobrecogedora, un aspecto en el Codemasters rara vez falla. Disponemos de varias vistas (externas e internas, incluida la del "cockpit"), pero sin modificaciones con respecto a lo que ya sabíamos. Relativo al sonido, poco trabajo ha tenido que hacerse para volver a retransmitir el rugido de estos impresionantes motores, con especial atención a los monoplazas clásicos. Para los amantes de esta competición, es una auténtica delicia el trabajo realizado en este sentido por los británicos.
Tal vez se echan de menos más comentarios por parte de nuestro ingeniero (que habla en completo español), pero hay esmero y dedicación, también cuando estamos en los menús y nos acompaña una música que ya nos sonaba… Y es que F1 2013, dentro de su criticable evolución, sigue resultando un producto atractivo, más si se es un incondicional de estas bestias motorizadas. Mantiene la "pole", pero esperemos que este eventual conformismo sólo sirva para dar un gran impulso en el futuro que le permita hacer leyenda.
Codemasters plantea una carrera sin riesgos y conservando combustible en F1 2013, un título que sigue siendo muy completo y altamente satisfactorio por el rebufo que mantiene desde pasadas entregas. La incorporación de pilotos y monoplazas clásicos es bienvenida, pero la evolución es mínima en términos jugables, con una IA mejorable y ese conjunto de detalles por añadir que podrían marcar la diferencia entre un juego normal y otro cargado de dedicación. Los británicos no tienen la presión de la competencia, pero a partir de ahora deberían aplicársela ellos mismos si no quieren acabar haciendo un "drive through".
Comprar F1 2013- Hereda la pasión y dedicación por la F1 de pasadas entregas.
- Fidelidad en la recreación de circuitos y monoplazas.
- Poder correr con coches clásicos, una auténtica delicia.
- Pocas novedades con respecto al año pasado, queda margen para la mejora.
- La IA sigue siendo algo inconsistente.
- Se han añadido pocos circuitos y pilotos clásicos.
