Aunque lleva tiempo sin hacer apenas ruido (sólo se le recuerdan intervenciones en títulos como la saga de lucha Marvel Vs Capcom), el ninja Hiryu es uno de esos personajes que sigue estando en el recuerdo de muchos jugadores, los más veteranos. Y por fortuna dicho ninja acaba de regresar de las sombras con una excelente aventura.
No estamos ante el personaje más venerado de una compañía tan grande y veterana como es Capcom. Competir de igual a igual con tipos como Ryu, Leon S. Kennedy, Megaman, Frank West y tantos otros personajes ilustres es una tarea harto complicada. Y más cuando llevas casi una década larga sin protagonizar aventura alguna, apareciendo únicamente en ciertos juegos como estrella invitada. Estamos describiendo el caso en el que se encuentra Hiryu, el protagonista de la fantástica serie Strider que tanto nos hizo disfrutar tanto en los salones recreativos como posteriormente en un buen número de sistemas clásicos como Mega Drive, NES (sólo en USA), Amiga y un largo etcétera.
Sin embargo su era de oscuridad y silencio, tan sólo roto por sus dos entregas destinadas a la primera PlayStation que pasaron bastante desapercibidas, acaba de llegar a su fin. Ya era hora, dirán algunos. Pero nunca es tarde si la dicha es buena reza el refrán, y eso mismo se ajusta de manera perfecta a lo que ha sucedido con Strider HD, que así es como se llama la nueva odisea de Hiryu, título que por cierto está disponible en los servicios de descarga online de PS4, Xbox One, PS3, Xbox 360 y PC.
Y es que lejos de defraudarnos, lo que nos ha ofrecido esta aventura frenética y absorbente es todo un recital de diversión, reto constante y buen hacer. Hasta tal punto es así que el título se ha convertido, al menos en nuestra opinión, en una de las sorpresas digitales más agradables de este inicio de temporada.
Futuro incierto
Por si andáis despistados y no echasteis un vistazo a las impresiones que publicamos hace ya unas semanas sobre esta producción, estamos ante un reseteo o reinicio del título original de 1989 que arrasó en los salones recreativos. Eso sí, se trata de una puesta al día reinterpretada y muy mejorada a nuestro parecer, ya que aunque se ha respetado la base del original, se han añadido elementos jugables de peso que elevan a esta aventura a nuevas cotas.
Pero de eso hablaremos en un momento, ya que lo primero es situar la aventura desde el punto de vista argumental. Y dicha trama nos traslada hasta el año 2048, y más concretamente al epicentro de un régimen ficticio conocido como la República Socialista Soviética. Dicho estado está regentado por un tirano conocido simplemente como Grandmaster, personaje que se convierte en nuestro principal objetivo a batir. Pero antes de poder plantarle cara es necesario encontrar su ubicación exacta, por lo que nos toca desplazarnos hasta la ciudad de Kazakh, lugar donde nos esperan multitud de batallas y misiones a pertrechar.
Como veis nos encontramos ante el mismo argumento (al menos a grandes rasgos) que ya disfrutamos en el título primigenio, el cual nos sigue pareciendo muy atractivo e incluso "actual". Y es que en los últimos tiempos está muy de moda entre los guionistas de videojuegos el hecho de idear futuros distópicos en los que suceden todo tipo de barbaridades e injusticias.
Clásico pero renovado
Pero si es cierto que la base argumental que sostiene la aventura es prácticamente la misma que vivimos hace unas décadas, no sucede lo mismo con su desarrollo. Para nada. Puede que los primeros compases (minutos de juego real) sean muy similares a lo que ya disfrutamos en su momento en el arcade original, pero poco después descubrimos que estamos ante un título diferente y, por qué no decirlo, más absorbente si cabe.
De esta forma el desarrollo del juego fusiona con maestría dos estilos de juego básicos. El primero de ellos son las plataformas y los combates, siguiendo los cánones marcados por el título genuino. Así, y siempre bajo un scroll horizontal, tenemos que ir avanzando por escenarios bastante amplios y repletos de enemigos a los que es necesario ir eliminando. La forma de avanzar es plenamente tradicional, es decir, en 2D, pudiendo ejecutar un amplio surtido de ataques y movimientos de los que más tarde daremos buena cuenta.
Eso por un lado. Y por otro, los desarrolladores de Double Helix han tenido la gran ocurrencia de integrar un componente aventurero muy atractivo a la acción que, a la postre, se trata de la mejor novedad de todas las que han sido implementadas en el título.
Por lo tanto, en esta ocasión ya no nos encontramos ante un juego de acción y plataformas 2D de esos que abundaban tanto durante los 80 y 90, sino ante una aventura muy sugerente que sigue los pasos de lo dispuesto en las entregas clásicas de Metroid, la saga de Nintendo protagonizada por la cazarrecompensas espacial Samus Aran.
¿Y esto en qué se traduce exactamente? Pues en diversos elementos jugables que aportan una nueva dimensión al clásico de Capcom. Así de entrada, los escenarios ya no son lineales en absoluto, sino que han sido rediseñados para ofrecer muchos metros cuadrados que es necesario investigar a fondo. Hasta tal punto es así que se ha añadido un completo mapa que podemos consultar en cualquier momento que nos va marcando ya no sólo los objetivos que es necesario ir cumpliendo en cada instante para avanzar, sino también otros puntos de interés... como la ubicación de las muchas mejoras que es posible ir recogiendo e incorporando tanto a Hiryu como a su arma fundamental: el Cypher.
Y es que Hiryu es un tipo dotado con muchos recursos, y uno de ellos es su impresionante capacidad para el combate. Armado con su fiel Cypher (una especie de sai de luz), es una delicia observar cómo el protagonista puede partir en dos a la mayoría de los rivales con dos o tres golpes. Y fruto de esta gran capacidad ofensiva el juego nos invita a movernos rápido y sin pausa, otorgando un ritmo trepidante a cada partida.
Pero lo mejor de todo es que este Cypher puede ir ampliando su poder conforme avanzamos y vamos recogiendo los distintos paquetes de mejora que andan diseminados por los fondos. Y no sólo eso, ya que el propio Hiryu puede ir aumentando su energía y fuerza a medida que progresa en su odisea, aspectos que insuflan una mayor frescura y diversidad a la ya de por sí variada mecánica de juego.
Pero no sólo de fuerza vive este ciber-ninja, ya que el protagonista es un atleta capaz de pertrechar una gran cantidad de acciones que ponen de manifiesto su asombrosa agilidad. Trepar por las paredes y muros, saltar de varias formas diferentes, agarrarse a los salientes de casi todos los elementos dispuestos en los decorados o deslizarse por el suelo son algunas de sus especialidades. Incluso es capaz de aprender alguna que otra nueva acción a medida que avanza en la aventura o cambiar su atuendo si así lo deseamos (y si previamente damos con ellos, por supuesto). Hiryu es un cúmulo de sorpresas.
Eso sí, a pesar de las impresionantes habilidades de Hiryu que os acabamos de detallar no penséis que estamos ante una aventura sencilla y "placentera". Y es que a no ser que escojamos el nivel de dificultad más bajo, estamos ante un título que ofrece un grado de reto bastante exigente, y más si optamos por jugar en la dificultad más elevada. De esta forma a medida que progresamos debemos asumir combates cada vez más complicados, deshacernos de jefes finales duros de pelar, superar zonas plataformeras cada vez más difíciles... por lo que en más de una ocasión nos tocará volver a superar una zona relativamente extensa que ya habíamos dado por zanjada, hecho que se convertirá quizá en el principal inconveniente de esta aventura para ciertos usuarios. Pero vamos, el sistema de checkpoints es similar al observado en la citada saga Metroid, así que tampoco es un factor que nos pueda pillar por sorpresa en absoluto.
Regresando al desarrollo de la aventura, el componente exploración se ha potenciado de manera brutal en esta reinterpretación de Strider, confiriendo al título nuevas cotas de profundidad. Además, con esta innovación se ha conseguido igualmente aumentar de manera considerable la extensión de la aventura, que varía enormemente en función del grado de dificultad seleccionado (hay tres de inicio), de la habilidad de cada jugador y, por supuesto, de lo mucho que queramos completar el juego, ya que la cantidad de secretos (arte conceptual, documentos, trajes...) que esconde la aventura es digna de elogio. Aún así y como mera referencia, nosotros hemos calculado unas ocho horas de juego, pero repetimos que eso varía muchísimo en función de cada usuario.
Y en cuanto al control, éste nos ha parecido una verdadera delicia. Es posible efectuar multitud de acciones de manera suave y precisa, incluyendo los saltos, que se llevan a cabo de manera perfecta, algo vital para solventar las secciones plataformeras.
Por ponerle alguna pega, a pesar de ser un título bastante extenso y variado, es cierto que resulta un tanto más lineal que lo disfrutado en juegos como los Metroid o los últimos episodios de la saga Castlevania de desarrollo bidimensional. De esta forma el camino a seguir queda más marcado en esta obra de Double Helix que lo dispuesto en las producciones de Nintendo y Konami respectivamente, aunque pensamos que este hecho tampoco es demasiado criticable, ya que es una mera decisión de diseño. Y por otra parte, a pesar de que el primer enfrentamiento contra el jefe Ouroboros es impactante, lo cierto es que el resto de estas batallas, con alguna que otra excepción destacada, son bastante menos épicos. Minucias en cualquier caso en comparación con el cúmulo de virtudes que ostenta la aventura.
Bien acabado y vistoso
En términos técnicos estamos ante una propuesta muy cuidada, y más teniendo en consideración el carácter digital de la producción. A pesar de que el planteamiento jugable es bidimensional, todos los escenarios y los personajes que se dan cita en ellos han sido modelados en 3D. Y lo cierto es que unos y otros atesoran una calidad incuestionable, especialmente los fondos, que muestran un nivel de profundidad extraordinario y numerosos elementos ornamentales. Y en cuanto a la figura de Hiryu, se trata de un tipo que ha sido modelado con elegancia y acierto, ofreciendo un diseño muy estilizado (el detalle de la bufanda roja translúcida es ejemplar) y unas animaciones excelsas.
Pero lo más plausible es la atmósfera que se ha conseguido recrear. La nieve que cubre los decorados exteriores, laboratorios de investigación, silos, zonas fuertemente custodiadas y demás decorados poseen una personalidad manifiesta y nos trasladan de forma impecable a una ciudad en la que se deja notar la opresión y la tecnología. Aquellos jugadores que disfruten con este tipo de propuestas encontrarán el "envoltorio" de Strider HD un placer irresistible.
Y por si alguno se lo estaba preguntando, por lo que hemos apreciado las diferencias entre las versiones del juego relativas a la presente generación de consolas y la diseñada para PS4 (la que hemos podido analizar), Xbox One y PC son escasas... pero sensibles. Y es que en el caso de ésta última, el título se muestra a una resolución de 1080p y una tasa estable de unos 60 cuadros por segundo. Además se nota una leve mejora en la iluminación de ciertos entornos y en la gestión de algunos efectos especiales. Por lo tanto y en nuestra opinión, si os lo podéis permitir porque tenéis en vuestro poder dichas máquinas, haríais bien optando por estas ediciones porque son las más espectaculares de todas.
El sonido tampoco desentona, más bien todo lo contrario. La banda sonora recoge los temas clásicos y los remezcla de manera acertada, creando una BSO muy armoniosa y que se ajusta perfectamente a la acción. Los diálogos en inglés debidamente subtitulados también cumplen con su cometido, y los efectos especiales también están conseguidos, existiendo un buen puñado de todos ellos. Por todo ello el apartado sonoro es más que notable.
Double Helix, en definitiva, ha firmado un trabajo exquisito con esta nueva reinterpretación de uno de los títulos de Capcom más admirables pero también desconocidos de su historia. El hecho de respetar el espíritu y la disposición del clásico más la añadidura de novedades de peso tanto técnicas como en su desarrollo le convierten en una verdadera sorpresa digital.
Grata sorpresa la que nos hemos llevado con Strider HD. Y es que se trata ya no sólo de un clásico renacido (uno de los juegos arcade de acción y plataformas que marcaron una época), sino que su resurgimiento ha llegado repleto de nuevo y muy jugoso contenido, que hará las delicias de un gran número de aficionados. Su toque Metroid le ha sentado de fábula, eso está claro.
- Excelente reinterpretación del clásico de finales de los 80.
- El desarrollo es atractivo y está lleno de sorpresas.
- Control preciso y repleto de posibilidades.
- Gran cantidad de secretos y mejoras que recoger.
- Imponente ambientación y notable nivel técnico.
- Las batallas contra los jefes finales son algo irregulares.
