Han pasado 6 meses desde Factions, y ya llega Nightfall, el tercer episodio de Guild Wars, la revolución del rol-online. Con más de dos millones de copias vendidas a sus espaldas la saga sin cuotas mensuales nos introduce en el nuevo y desafiante mundo de Elona.
El rol-online se divide fundamentalmente en partidarios de World of Warcraft y de Guild Wars. Los argumentos de ambos posicionamientos son poderosos, y casi echan por tierra las posibilidades de cualquier otro candidato, siempre mucho menos popular. World of Warcraft presenta un desarrollo casi insondable, y un sistema de relaciones con otros jugadores envidiable; Guild Wars en cambio ofrece una experiencia más concreta y definida, y la inexistencia de cuotas mensuales. Las dos propuestas son muy válidas y el debate está servido. Cuando faltan apenas dos meses para la llegada de la primera expansión de World of Warcraft, el esperado The Burning Crusade, sale al mercado el segundo añadido de Guild Wars, Nightfall.
La política de NcSoft y Arenanet con su proyecto estrella fue desvelada hace pocos meses; el rotundo éxito de Factions y de la primera entrega Prophecies, dará paso a una nueva expansión, aunque ellos prefieren considerarlo episodio, de Guild Wars cada seis meses. ¿Acusará la serie síntomas de cansancio o sobresaturación? Sigue leyendo, porque en 3DJuegos te damos las claves para comprender Nightfall.
La esencia de Nightfall
La fórmula prevalece. En Nightfall controlaremos a un personaje creado desde cero, o a uno importado de alguno de los dos anteriores episodios y lo llevaremos por el peligroso mundo de Elona. Así mismo también podremos comenzar con un personaje ya en su máximo nivel, 20, orientado al PvP.
Tras una larga guerra las tres provincias de este mítico lugar parecen en paz gracias a la intercesión de Los Lanceros del Sol, una orden que apaciguó el conflicto desatado por una lucha de poder setenta años atrás. No vamos a “destripar” en este análisis la historia de Nightfall, que por lo demás diremos que es bastante interesante, y que de una forma bastante razonable consigue introducirnos en ese mundo de fantasía.
Al comenzar el juego se nos explicarán algunos aspectos de la historia, y se nos pondrá en situación con un video algo pobre, realizado con el propio motor del juego y con un doblaje muy mejorable, que nos prepara para la primera misión que realizaremos a modo de tutorial, y acompañados de algunos soldados. Uno de los aspectos en los que a simple vista Nightfall supera a sus predecesores es en su habilidad narrativa para contarnos la historia, netamente superior a las entregas anteriores.
Desarrollo y estilo de juego
El cambio más notable que se percibe en Nightfall es, obviamente, la presencia de dos profesiones nuevas. No parecen excesivamente novedosas o relevantes, y resultan más bien algo accesorias, obligadas por los rigurosos plazos de lanzamiento de los episodios.
Los Derviche son una suerte de guerreros sagrados muy poderosos que aprenden conjuros de protección, y lanzan plegarias de ataque. Los Paragon son, en cambio, los ángeles guardianes de Elona, y ayudan a los guerreros aliados con su motivación, inspiración y carisma. Los Paragon son por tanto un estupendo compañero de equipo por su constante labor de colaboración.
Como ya hemos comentado no son aportaciones necesarias las de estas nuevas profesiones, que se limitan a enriquecer la experiencia jugable, como si que lo fueron el poderío de los asesinos y elementalistas, las incorporaciones de Factions.
Por otro lado, y siguiendo con los cambios, se ha mejorado de forma notable la inteligencia artificial, tanto la de los enemigos como la de los aliados, que en ocasiones era desesperantemente incompetente.
Otra novedad es la aparición de los héroes, nuevos personajes sobre los que tendremos un cierto control y que hilvanan interesantes subtramas en el juego, pues cada uno aparece en un determinado momento y tiene unas metas y objetivos claramente definidos. Son poderosos y tienen importantes habilidades, y una inteligencia artificial más desarrollada, con lo cual serán de mucha utilidad a lo largo de la aventura.
Así mismo se han realizado cambios en la forma de representar los daños y efectos de los golpes, pero a fin de cuentas ninguna novedad en este sentido excesivamente reseñable.
Da la impresión de que se podrían haber realizado un mayor número de modificaciones, por ejemplo, que permitieran añadir más niveles al personaje para dar algo más de juego, pero la compañía desarrolladora ha optado por mantener la esencia del juego intacta.
El mundo de Elona
En lo gráfico pocos cambios. Los modelos y los escenarios presentan un aspecto similar a los de las dos entregas anteriores, aunque se ha sustituido la temática oriental de Factions por algo un poco más disperso en Nightfall, que bebe de las culturas africanas y árabes.
El motor gráfico es notable, está bien optimizado y sigue cumpliendo de una forma sólida, pero si desde Ncsoft y Arenanet quieren seguir lanzando episodios a este ritmo quizá deben ir pensando en modificar algunos detalles en el futuro, para no presentar un apartado que vaya quedando progresivamente obsoleto. No obstante se ha trabajado levemente en dotar al entorno de algunos efectos nuevos, y se notan filtros renovados.
El factor del sonido sigue estando bastante cuidado. El repertorio de efectos sonoros es correcto y goza de una gran variedad. El musical viene firmado por el siempre interesante Jeremy Soule, que es junto a Jesper Kyd probablemente el mejor compositor de scores para videojuegos, y aporta una serie de temas excelentes y de gran calidad.
Por si todo esto fuera poco la presentación del producto vuelve a ser impresionante. Una caja de gran tamaño contiene un estupendo manual de casi ciento cincuenta páginas a todo color y en un papel excelente, que deja en mal lugar los lamentables folletos que suelen incluir los juegos a modo de manual. Un bonito póster y un pequeño papel de referencia rápida con alusiones a los controles y a las habilidades completan la versión retail. Una pequeña obra de arte.
Nightfall es un nuevo y brillante añadido al rico universo Guild Wars. Una nueva estética marcada por las influencias árabes y africanas conforman los más bellos escenarios que hemos visto últimamente. Dos nuevas profesiones y cientos de misiones son sus principales aportaciones. Quizá menos cambios de los esperados, pero aún así un juego de rol con mayúsculas.
