Análisis de Diablo III Reaper of Souls. La auténtica cara de Diablo

Análisis de Diablo III Reaper of Souls. La auténtica cara de Diablo
Facebook Twitter Flipboard E-mail

La serie Diablo regresa con fuerzas renovadas gracias a esta gran expansión que no solo mejora la experiencia general del original, sino que además la hace crecer con nuevas modalidades de juego que prometen mantenernos pegados a Reaper of Souls durante mucho tiempo.

El Ángel de la Muerte, Malthael, ha desatado su ira sobre el reino de Westmarch llevándose por delante a miles de inocentes, que nada han podido hacer frente a las fuerzas oscuras que comanda este temible enemigo. Un rival al que tendremos que hacer frente en el nuevo Acto que da forma a la primera gran expansión de contenidos de Diablo III, que mejora sustancialmente la experiencia de juego con respecto al original en aspectos fundamentales como la rejugabilidad o el reparto del botín.

Porque sí, ahora más que nunca resulta extremadamente divertido medir nuestras fuerzas contra las huestes demoníacas, en un juego que se siente más justo y equilibrado que en sus inicios gracias a los importantes ajustes llevados a cabo por Blizzard. Un equipo que lejos de conformarse con lo que ya tenían, o echar directamente los bajos a tierra, ha peleado durante los dos últimos años para sacar adelante un videojuego que esta vez sí, destila esa esencia que muchos de los seguidores de Diablo venían reclamando desde hace tiempo. Épico, muy desafiante y con muchos contenidos por explorar, Reaper of Souls ha llegado para quedarse durante mucho tiempo en nuestros equipos.

Esencia Diablo

Tal y como lo hiciera en el pasado Lord of Destruction, la primera y única expansión de contenidos del clásico Diablo II, Reaper of Souls trae consigo las suficientes novedades y mejoras como para convertir a esta obra de Blizzard en un título imprescindible para cualquier fan del género. Y no exageramos lo más mínimo, puesto que ahora el juego se siente tal y como debería haber sido Diablo III desde el principio.

Si hablamos del nuevo Acto V, que nos traslada por primera vez en la saga al reino de Westmarch, este nos ha parecido francamente bueno. Incluso sorprendente en algunos aspectos. Sobre todo porque a nivel estético recupera la esencia más oscura y siniestra de la serie, dándonos la oportunidad de combatir a un buen puñado de nuevos y peligrosos enemigos en un entorno de juego magistralmente diseñado que además destaca por su gran variedad de localizaciones. Que no es poca cosa tratándose de una expansión. Pero aquí lo importante es el juego en sí, el cómo se desarrolla la acción; y en este sentido Blizzard también ha estado a la altura de las expectativas.

Principalmente en lo tocante al inteligente y variado diseño de las misiones a las que haremos frente, con una gran afluencia de jefazos y enemigos élite que nos obligarán a dar lo mejor de nosotros mismos para sobrevivir a las duras contiendas que nos aguardan. Recolección de objetos mágicos, la aniquilación de hordas demoníacas, los duelos cara a cara contra peligrosas criaturas del averno… sin ser nada original en la mayoría de sus objetivos, Reaper of Souls consigue de principio a fin mantener muy alto el interés por su acción, ya sea por lo atractivo de su argumento o la intensidad de sus batallas, que en algunos casos nos dejarán con la boca abierta.

También se ha mejorado mucho la sensación de libertad con respecto al original en el sentido de que ahora los escenarios son más grandes y laberínticos, ocultando en su interior un mayor número de eventos aleatorios y mazmorras opcionales. Todo sigue igual, es cierto, pero la sensación es la de estar ante un videojuego más variado y sorprendente que el original, que además potencia considerablemente la exploración de los entornos con un único objetivo en mente: obtener el mejor botín posible. Y esto es algo que, al fin, podemos lograr por méritos propios sin sufrir grandes quebraderos de cabeza ni recurrir a la ya desaparecida y polémica Casa de Subastas.

La Mística nos permitirá modificar la apariencia de todo nuestro equipo así como aumentar su poder con encantamientos aleatorios –progresivamente más caros-.
La Mística nos permitirá modificar la apariencia de todo nuestro equipo así como aumentar su poder con encantamientos aleatorios –progresivamente más caros-.

Una Cruzada Renovadora

Con el Ángel de la Muerte como gran némesis de esta expansión, Reaper of Souls mantiene el tipo a nivel argumental cerrando algunos de los cabos sueltos que dejó el original, a la par que abre nuevas vías que en el futuro podrían explorarse con otras expansiones o un posible Diablo IV. Nada oficial, por supuesto, ya que incluso el equipo de desarrollo ha destacado que actualmente no piensan en ello; pero lo cierto es que la historia nos deja con ganas de más. Es muy interesante, por momentos incluso apasionante; incluye enfrentamientos contra enemigos que no habríamos imaginado y, además, expande sobremanera el trasfondo argumental del universo Diablo con una serie de tramas conspiratorias que nos han encantado.

Podría haber sido mejor, es cierto, sobre todo por ese final un tanto abrupto que nos deja con una sensación agridulce. Pero es innegable que el ambiente más oscuro y siniestro con el que se ha dotado a esta expansión le hace ganar muchos enteros. A lo que también ayuda mucho la presencia del Cruzado. La nueva clase de personaje que se estrena con Reaper of Souls, y que sorprende por su versatilidad en el combate. Y es que este héroe, que indudablemente recuerda al mítico paladín de Diablo II, se desenvuelve a la perfección tanto en labores ofensivas, gracias a su maestría con las armas blancas y poderes celestiales, como en defensa, apoyándose en su enorme resistencia y las auras mágicas que le beneficiarán tanto a él como a sus aliados.

Héroes que también han visto incrementado su poder con nuevas habilidades y runas que se desbloquearán en el camino hacia el nuevo nivel máximo de poder fijado en 70. Pero a diferencia del original, ahí no acaba la cosa gracias al nuevo sistema Paragón 2.0, que nos permitirá seguir adquiriendo puntos de habilidad extra para personalizar a nuestro guerrero de forma más concienzuda. Porque en este caso, hablamos de la posibilidad de invertir libremente estos puntos de experiencia en cuatro categorías distintas.

Básico, en la que nos encontramos los atributos tradicionales de fuerza, destreza, inteligencia y vitalidad; Ofensivo, que nos dará la oportunidad de mejorar aspectos como la velocidad de ataque, el daño crítico, la reutilización de habilidades activas, etc. Defensivo, que nos permitirá potenciar la vida, resistencia a los estados alterados, capacidad de bloqueo y esquiva, etc.; y Utilidad, que variará dependiendo de la clase de personajes que controlemos, mejorando aquellos aspectos que lo hacen único. No llega al nivel de personalización de Diablo II, por ejemplo, pero sí supone un gran paso adelante que sin duda satisfará, aunque sea de manera parcial, a los más veteranos.

El nuevo reparto de Botín es una mejora que también está disponible para los usuarios de Diablo III. Así que no es necesario comprar la expansión para disfrutar de ella.
El nuevo reparto de Botín es una mejora que también está disponible para los usuarios de Diablo III. Así que no es necesario comprar la expansión para disfrutar de ella.

Aventuras en Santuario

Si lo visto hasta el momento nos parece poca cosa para una expansión, conviene destacar que Blizzard guarda una sorpresa para los fieles seguidores del universo Diablo: el nuevo Modo Aventuras. O lo que es lo mismo. La excusa perfecta para que todos aquellos cansados de repetir una y otra vez las misiones del modo historia tengan la oportunidad de seguir mejorando sus habilidades de combate sin distracciones de ningún tipo. ¿De qué modo? Afrontando una ingente cantidad de misiones aleatorias repartidas por todos y cada uno de los actos de la campaña mientras se baten en duelo contra algunos de los enemigos más poderosos de Diablo III. Que no es poca cosa.

Acabar con un jefazo, exterminar a decenas de enemigos, proteger una posición de las incesantes oleadas demoníacas, recuperar un objeto de gran valor… fieles al estilo propio de la serie, superar estas misiones no nos llevará más que un par de minutos por cada una de ellas; pero tal es la intensidad de estas contiendas, y es tan divertido completarlas, que de verdad os resultará muy difícil no caer presa en las adictivas garras de esta nueva modalidad de juego. Aventuras adicionales que, por supuesto, se disfrutan muchísimo más en compañía de otros jugadores. ¡Y aún hay más!

Porque el equipo de desarrollo también ha integrado nuevos niveles de dificultad para que, ya desde el principio, configuremos el grado de desafío de la partida escogiendo entre las seis variables disponibles: Normal, Difícil, Experto, Maestro y Tormento, que a su vez se divide en seis niveles de dificultad adicionales. ¿Queríais un desafío a la altura? Pues ahí lo tenéis. Y ya os lo advertimos, algunos retos os lo harán pasar condenadamente mal. Cosa que, por otro lado, nos encanta. Como también hemos quedado tremendamente satisfechos con las Fallas Nephalem.

Otra de las grandes novedades de este Modo Aventura, que se presentan como una serie de portales dimensionales que nos transportarán a mazmorras especiales en las que tendremos que medir nuestras fuerzas contra enemigos aleatorios de cualquier acto del modo historia, peleando sin descanso hasta que, llegado el momento, aparezca el guardián de dicha mazmorra que, al ser derrotado –y no es fácil-, nos recompensará con un botín de gran valor. Vamos, la excusa perfecta para ponernos a prueba constantemente mientras alargamos la vida útil del juego hasta cotas insospechadas.

Y ya que hablamos de tesoros, no podemos obviar la que es otra de las mejoras más destacables de esta expansión: el renovado reparto de botín, que ahora es más justo, equilibrado y coherente que el visto en el título original. ¿Las razones? Por un lado, destaca el que ahora los objetos legendarios sean, de verdad, legendarios, mostrando una serie de atributos únicos que los convierten en piezas de gran valor. Así que se acabó eso de contar con objetos mágicos infinitamente más poderosos que los de leyenda.

Pero más importante si cabe es el hecho de que ahora, por norma, caerán siempre objetos que tengan relación con la clase de personaje que controlemos. Obviamente, el looteo sigue siendo aleatorio; pero si jugamos como Cruzado, lo más habitual será encontrarnos con piezas propias de este personaje y no un sinfín de varitas para el mago, fajines de bárbaro, o ballestas para el cazador de demonios como ocurría antes de esta completa renovación. Un enorme paso adelante que hace que el progresar con nuestros héroes sea ahora un camino mucho más placentero, al poder ir mejorando de forma constante sus estadísticas con un mejor equipo de leyenda. ¿Las pegas? Tal vez que estos objetos de gran valor caen con demasiada asiduidad, pero esto es algo que habrá que estudiar con más tiempo.

Lo que debe quedar claro es que ahora sí, Diablo III cuenta con una magnífica base jugable que alargará durante meses nuestras sesiones de juego con él; y más teniendo en cuenta que el nuevo equipo creativo a cargo del programa, con Josh Mosqueria a la cabeza, tiene grandes planes de futuro con la inclusión de las míticas ladders o temporadas, que retarán a los jugadores a completar ciertos desafíos durante un tiempo límite para así obtener recompensas exclusivas.

Nuestros enemigos han crecido en número y poder. Ahora nos sorprenderán con ataques especiales más dañinos que nos obligarán a movernos constantemente.
Nuestros enemigos han crecido en número y poder. Ahora nos sorprenderán con ataques especiales más dañinos que nos obligarán a movernos constantemente.

Belleza Siniestra

No podíamos terminar este análisis sin destacar también el fantástico trabajo llevado a cabo por Blizzard a nivel audiovisual, puesto que Reaper of Souls se presenta como un videojuego realmente espectacular. Sobre todo en lo que se refiere al diseño artístico de entornos y enemigos, que vuelven estar un paso por delante de la gran mayoría de competidores en este género. Es visualmente impactante, una auténtica gozada, perderse por las siniestras calles de una Westmarch asediada por las tropas del Ángel de la Muerte, mientras exploramos también sombrías zonas pantanosas, un Pandemónium absolutamente espectacular o sangrientas mazmorras mientras acabamos con decenas y decenas de enemigos a la vez.

La calidad de los efectos de luces y sombras, lo efectistas y llamativo de muchas de las habilidades especiales de nuestros héroes, o la contundencia con la que los enemigos estallarán en mil pedazos frente a nosotros –dejando tras de sí un reguero de sangre- hacen de esta expansión un título verdaderamente absorbente. Una obra en la que da gusto perderse explorando sus vastos escenarios, que además están aderezados por una banda sonora de gran factura que incluye melodías de enorme calidad. Por no mencionar el fantástico doblaje al español, que en esta ocasión cuenta también con la presencia del doblador de Bruce Wayne en las últimas películas de Batman: Claudio Serrano.

Con todo esto, lo único que podemos decir es que Blizzard ha recuperado el pulso de su obra ofreciendo un videojuego que destila esa esencia Diablo que muchos de sus fans le reclamaban. El nuevo Acto V resulta apasionante y muy espectacular, con misiones épicas y muy intensas de las que difícilmente nos cansaremos en mucho tiempo. Pero incluso si así fuera, la adición del Modo Aventura y las Fallas Nephalem son otro extra que mejoran sustancialmente la experiencia general del programa. Los cambios en el sistema de botín, el aumento en el nivel de dificultad, las mayores opciones de personalización… todos estos son cambios que van en la misma dirección: crear un digno sucesor del mítico Diablo II.

El argumento de Reaper of Souls presenta un tono sombrío que nos encanta. El final de la historia resulta algo abrupto, pero en líneas generales es bastante bueno.
El argumento de Reaper of Souls presenta un tono sombrío que nos encanta. El final de la historia resulta algo abrupto, pero en líneas generales es bastante bueno.

Algunos seguirán echando de menos el oscurantismo de esta obra y su complejidad en lo que respecta al proceso de creación de héroes, pero es digno reconocer que Reaper of Souls está a un nivel de calidad sobresaliente. Obviamente nos habría gustado que se incluyera alguna clase de personaje más, como en su día ocurrió con Lord of Destruction, pero pocas pegas más se le pueden poner a este juego, que promete mantenernos pegados al monitor durante mucho tiempo.

Excelente

Recomendado
La auténtica cara de Diablo

Diablo III: Reaper of Souls

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Épica, muy intensa y con montones de contenidos jugables por descubrir, la primera gran expansión de Diablo III raya a un gran nivel de calidad. El nuevo Acto V resulta apasionante, mientras que el novedoso Modo Aventura promete mantenernos durante meses pegados al juego. Los cambios en el sistema de reparto de botín, personalización y nivel de dificultad también ayudan a dar forma al que ahora mismo es uno de los mejores juegos de acción y rol del mercado.

Comprar Diablo III: Reaper of Souls
  • El Acto V. Es épico, intenso y muy divertido.
  • A nivel audiovisual es espectacular.
  • El Cruzado. Es una clase de personaje muy atractiva con muchas posibilidades jugables.
  • El Modo Aventura y las Fallas Nephalem.
  • Mejor reparto de botín, dificultad mejor ajustada y novedades atractivas para todos los héroes.
  • La historia nos deja con ganas de más.
  • Se echa en falta alguna clase de personaje adicional.
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 6-8 horas (mínimo)
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

4.527 visualizaciones

El AUTÉNTICO AAAA de Ubisoft FAR CRY 2

Hay revoluciones que pasan frente a nuestros ojos sin que apenas nos demos cuenta. Juegazos que, por la velocidad de la industria y lo rápido que muchos se suman a las modas, pasan inadvertidos o hacen algo de ruido para luego quedar completamente sepultados por secuelas o...