Por fin tenemos a la legendaria saga Medal of Honor en versión portátil. Preparaos para revivir toda la ambientación, emoción, intensidad, drama y constante lucha por la supervivencia de la Segunda Guerra Mundial, en una versión portátil digna de la emblemática saga.
Uno de los géneros que más se ha hecho de rogar en PSP es el de los shooter en primera persona relativos a la Segunda Guerra Mundial, pero bueno, más vale tarde que nunca, y si hace poco han sido este Medal of Honor Héroes y Brothers In Arms: D-Day, los que han llegado, en breve también lo hará Call of Duty, y lo mejor es que todos son juegos nuevos y exclusivos para la pequeña de Sony.
El primero en llegar ha sido, como no podía ser de otra manera, el heredero del título que marcó un antes y después en este estilo, nuestros queridos Medallas de Honor. El juego debuta en PSP con un título exclusivo apellidado “Heroes”, y es que nuestros personajes van a ser algunos de los protagonistas de sus versiones precedentes. Nada de futuro, bichos, robots, o naves, la cruda Segunda Guerra Mundial se instala en nuestra PSP.
Nada más insertar el UMD, el juego trasmite ese aire bélico tan familiar de la saga. La música y ambientación son geniales, y los vídeos de presentación de las campañas y misiones, en blanco y negro y con imágenes reales, son realmente sensacionales. Al segundo estaremos casi oliendo a pólvora quemada y tierra mojada.
Tres campañas por delante
En MOH Heroes, tendremos que luchar en tres escenarios diferentes de la II Guerra Mundial: las costas italianas, las calles holandesas y los campos nevados de Bélgica. Quince niveles de repletos de acción, que le dan forma a su modo campaña.
Como es habitual, cada nivel tendrá una serie de objetivos primarios, necesarios para concluirlo y otros secundarios que no lo son. El argumento de los mismos es también el habitual en este tipo de juegos: destruir, conseguir pruebas y proteger durante un tiempo. No hay ninguna novedad extraordinaria, pero es que si queremos ser realistas, esto es lo que hay, ni “Rambos”, ni tiros tontos, ni huidas a campo abierto, si no un pelotón de soldados con valor pero con miedo a morir, y que se cubren constantemente las espaldas durante todas sus actuaciones.
Escaramuzas
Completando el modo campaña, tenemos el modo de juego “escaramuza”, un interesante modo cuyos escenarios se irán abriendo según los vayamos desbloqueando en el modo campaña. Una vez seleccionado el escenario, número de enemigos, armas y el aspecto de nuestro soldado, participaremos en un “todos contra todos” tan habitual en el modo multijugador, pero en este caso luchando contra soldados controlados por la consola. En este modo no hay reglas, cada vez aparecerás aleatoriamente en cualquier parte del escenario y comenzará tu lucha por sobrevivir. Muy divertido si no tienes posibilidad de jugar en modo multijugador.
Guerra online
Precisamente, uno de los puntos donde más ha apostado este juego por aprovechar las inmensas posibilidades de la consola, es en el modo multijugador. Podemos escoger dos versiones, conexión directa entre consolas o bien jugar a través de la red.
La primera opción es la conexión ad-hoc que permite conectarse a otras 7 consolas que tengan el juego. Es rápido y directo, y podemos escoger entre crear nuestra partida actuando de servidor, o unirnos a alguna partida ya creada.
La segunda opción es conectarse a la red de EA.com, pero para ello necesitarás registrarte y crear tu cuenta, ya que este servicio es de pago. Este modo permite batallas de hasta 32 jugadores.
Los modos de juego para ambas versiones son los mismos: todos contra todos, infiltraciones para capturar la bandera, dominación, demolición, mantener la posición, y operaciones de guerra. Todos son completamente configurables, divertidos y adictivos.
Control y supervivencia
Acostumbrados al teclado y ratón de nuestro ordenador, o a los dos sticks de la PS2, seguro que muchos os estaréis preguntando por el modo de control en la PSP. Pues bien existen cuatro sets de control predefinidos a elegir. Salvo una diseñada especialmente para cuando usas un francotirador, las demás básicamente varían en intercambiar las funciones básicas entre el stick y los botones de dirección.
Después de bastantes intentos de aclimatación y pruebas, mi opción favorita es usar el stick izquierdo para mirar, los botones de la parte derecha para el movimiento, los de la parte izquierda para distintos usos como agachar o saltar, y el botón superior derecho para disparar.
La verdad es que al principio cuesta bastante adaptarse a los controles, y se pierde bastante realismo respecto a otras plataformas. No es tan intuitivo al principio, pero tras unos niveles nos iremos haciendo poco a poco con ellos.
Sería muy positivo poder redefinir completamente los controles, así cada uno podría obtener su propia combinación, pero en su defecto si hay que agradecer que haya multitud de opciones más, como invertir los ejes horizontal, vertical, o ajustar la sensibilidad de los mandos, para configurarnos nuestras partidas.
Tecnología bélica
De nuevo la pequeña consola portátil consigue situarse prácticamente al nivel tecnológico de la PS2. Los gráficos tienen una gran calidad y detalle, similar a los títulos precedentes. Tanto soldados como decorados están muy logrados, y tienen el mismo estilo de la saga, espacialmente las caras de los soldados de sobra conocidas.
Los escenarios de los niveles tienen un tamaño medio, quizás inferior a otros títulos de este estilo, y el camino a seguir suele estar bastante delimitado. Lamentablemente, bastante a menudo se observan efectos extraños como paredes que desaparecen y vuelven a aparecer, soldados que las atraviesan y se quedan a medias en ellas; pequeños detalles que estropean un poco el apartado gráfico.
El movimiento es fluido, y prácticamente sin ralentizaciones, al igual que los tiempos de carga que no suelen ser elevados. El sonido y la ambientación son realmente estupendos, consiguiendo introducirte plenamente en la acción, oyendo disparos y explosiones por todos los lados. En cambio, las frases que se oyen de nuestros compañeros son pocas y se hacen bastante repetitivas.
Precisamente, la inteligencia artificial de nuestros compañeros de batalla no está tampoco demasiado depurada, y con frecuencia se pondrán delante de nosotros cuando estemos disparando, se nos adelantarán o se irán para otros lados, descubriéndonos a nuestros enemigos.
La primera entrega de la legendaria saga Medal of Honor que llega a PSP lo hace de forma notable. Consigue trasmitir toda la esencia de la saga bélica, y nos sumerge en la Segunda Guerra Mundial de la mano de héroes legendarios con variados modos de juego y un buen apartado técnico que, aunque mejorable en ciertos aspectos, sienta las bases que seguirán sucesivas entregas de la saga.
