Análisis de Battlefield Hardline. Acción Policial

Análisis de Battlefield Hardline. Acción Policial
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Ha costado, pero por fin está terminado. El nuevo Battlefield llega con su lucha entre ley y crimen por bandera. Los atracadores de Hardline pugnan por millones de dólares en la reescritura de la saga bélica en forma de combate entre policías y ladrones. Los creadores de Dead Space cambian la franquicia menos de lo que cabía esperar, y acaban consolidando un producto interesante pero alejado de las mejores entregas de la IP.

No perderemos mucho tiempo relatando el turbulento desarrollo de Battlefield Hardline que ha provocado que el título aparezca meses después de su lanzamiento inicialmente previsto tras una versión de testeo que no gustó demasiado. Y es que basta con darse una vuelta por la sección de noticias del juego en las páginas de la revista para darse cuenta de que la primera incursión de Visceral Games en una de las sagas abanderadas de Electronic Arts no ha sido precisamente un camino de rosas. El periplo, por fin, ha concluido con éxito y ya tenemos entre manos la visión de los responsables de Dead Space de una de las franquicias bélicas por excelencia.

Pero, ¿y el resultado? Este trabajo no está a la altura de los más grandes episodios de la serie y le falta algo de identidad y personalidad propias, pero es un juego estimable y divertido que se apoya en las virtudes de entregas pasadas para resolver lo que la falta de innovación le ha impedido lograr. Más bélico de lo que cabía esperar en un principio y mucho menos centrado en dinámicas de policías y ladrones que podrían haber dado un gran resultado, el nuevo Battlefield cambia bastante menos de lo que nos gustaría.


A la Caza – Modo Individual

Una de las principales intenciones de Visceral Games con Hardline era la de dignificar la campaña de los shooters bélicos, algo que no siempre pasa y que de hecho en la saga Battlefield no se ha cumplido nunca. En los primeros episodios directamente no había, y en los últimos volúmenes de la serie habían destacado por ser modos historia más bien discretos y sin demasiadas complicaciones. Los creadores de Dead Space, que en aquella trilogía demostraron dominar con bastante acierto la narrativa de suspense, tenían entre manos la posibilidad de contarnos una historia de narcotráfico con gancho. Para ello han usado un estilo muy televisivo que divide el juego en varios capítulos que se presentan como si de un show se tratara, y con una estética que bebe directamente de producciones del cable americano de los últimos tiempos.

La intención de lograr algo parecido a The Wire con la campaña individual ha quedado en eso... En intención.
La intención de lograr algo parecido a The Wire con la campaña individual ha quedado en eso... En intención.


La fórmula parece ganadora, ¿verdad? Cinemáticas perfectamente ejecutadas y de buen gusto, un telón de fondo criminal desde el punto de vista de la ley basado en traiciones y conspiraciones en Miami y, también, algunos rostros conocidos bien renderizados como los de Kelly Hu de X-Men 2, Adam Harrington, al que tenemos en mente por su papel de uno de los compañeros de L.A. Noire, y una Alexandra Daddario a la que muchos recuerdan por su impactante presencia en la memorable serie True Detective. Lamentablemente sin una buena historia todo eso se va al traste, y pese a que el comienzo estilo "película de colegas" es muy interesante, lo cierto es que poco a poco se va diluyendo en una trama que va perdiendo gas hasta un final abrupto, descafeinado y de escaso interés.

El método usado para los desbloqueables es rotundo y apasionante, cargado de virguerías armamentísticas que liberar y con muchas posibilidades.
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Como fórmula para familiarizarnos con las mecánicas shooter del multijugador tampoco es que sirva en exceso. Sí nos va a ayudar a estar más entonados con el manejo de las armas y el movimiento del jugador, pero los diferentes capítulos hacen mucha referencia a elementos jugables destinados a la inmersión en el papel de los policías que, después, no están presentes en el on-line. Hablamos de mecánicas como el sigilo, al que se ha prestado mucha atención pero que no está muy bien resuelto por la inoperancia de la inteligencia artificial, o también a la posibilidad de detener a nuestros oponentes. Esto último funciona de forma sencilla, y con un botón podemos enseñar la placa advirtiendo de nuestra presencia y, acto seguido, apuntar a los “malos” para que tiren las armas y estar atentos para evitar que las recojan y acaben disparándolas. Durante este tiempo tenemos que estar rápidos para ponerles las esposas en caso de que tengamos a más de un enemigo en el punto de mira, puesto que hay una barra que se representa gráficamente sobre la cabeza de cada uno y que debemos controlar apuntándoles, puesto si dejamos que se llene se revolverán y comenzará el tiroteo. Esto lo podemos hacer con cualquier tipo de oponente, pero cada nivel tiene una serie de criminales "fichados" a los que podemos buscar si lo deseamos y que tienen grandes recompensas a sus espaldas.

Sorprende la valentía de Visceral Games a la hora de proponer mecánicas de sigilo e investigación con gadgets en la campaña individual.
Sorprende la valentía de Visceral Games a la hora de proponer mecánicas de sigilo e investigación con gadgets en la campaña individual.


Es de lo poco realmente ingenioso que propone el videojuego en el ámbito off-line, y es que sin aportar mucho en profundizar en ellas sí pierde mucho tiempo en secuencias no muy bien resueltas como las de persecuciones o las de búsqueda de pruebas. Las primeras están planteadas de una forma tan arcade y la física de los vehículos es tan pobre que no tienen mucho interés, y las segundas rompen un ritmo que podría haber sido muy superior de haber estado ausentes puesto que no aportan nada desde el punto de vista jugable y ralentizan completamente la campaña. ¿Lo mejor? Los momentos en los que el mapa se abre presentándonos una gran arena plagada de enemigos y nos propone libertad para escoger cómo resolver la situación, ya sea a tiros, con arrestos o con sigilo. La idea es buscar una posición ventajosa desde la que marcar a todos los enemigos al más puro estilo Far Cry y, después, escoger nuestra vía para hacer las cosas.

El tema de los desbloqueos será el que funcione como gancho para hacernos avanzar hasta donde la falta de interés que provocará el argumento no llegue. Si bien en el multijugador se aplica el dinero como lógica moneda de cambio para hacernos con gadgets, armas y complementos para éstas una vez las hayamos desbloqueado, el esquema en el modo individual es similar pero empleando puntos de experiencia puros y duros. Si vamos por el modo historia matando a todo lo que se mueve las recompensas serán inexistentes; sin embargo si optamos por cumplir con el reglamento y proceder a llevar a cabo detenciones, identificaciones, hallazgo de pruebas y demás labores policiales, podremos obtener esta experiencia que servirá para alcanzar rangos y liberar diferentes recompensas que ayudarán a darle algo de color. Flaca motivación para una campaña de la que esperábamos mucho más, y que no sirve mucho más allá de como aperitivo para el verdadero punto fuerte del programa: El juego acompañados.


Dinero Sangriento – Multijugador

Una vez entramos en materia con el apartado multijugador, lo primero que hay que dejar claro es que los problemas que algunos aficionados experimentaron con la anterior entrega no están aquí presentes. Visceral ni estaba ni se le esperaba en el accidentado estreno de Battlefield 4, pero parece que la sombra de la sospecha se cierne sobre Hardline por el mero hecho de llevar Battlefield en el nombre. La prematura salida del título en el EA Access ha ayudado a garantizar que, en al menos una de las plataformas, los aficionados pudieran comprobar que todo funciona sin problema alguno. Y los resultados obtenidos por nuestras pruebas en otras plataformas sirven también para confiar en el trabajo que se ha hecho para garantizar un estreno sin sobresaltos en todas las máquinas en las que aparece. La cuestión es que los usuarios sepan encontrar en la vertiente on-line de la producción un entretenimiento a su medida, y en eso sí hay algunas dudas puesto que falta algo de inspiración y de novedades en la puesta en escena a pesar de que el multiplayer es, con mucho, la alternativa jugable más destacada del lanzamiento.

Los modos que más se alejan de la esencia Battlefield son, curiosamente, los mejores y más ingeniosos. Ojalá se hubiera aprovechado más el contexto de policías y ladrones.
Los modos que más se alejan de la esencia Battlefield son, curiosamente, los mejores y más ingeniosos. Ojalá se hubiera aprovechado más el contexto de policías y ladrones.


Puede que el toque de los creadores de Dead Space haya apartado en parte los genes de la franquicia en tema vehículos, así que los amantes de los cazas y los tanques encontrarán una ausencia importante de algunos de los medios de locomoción clásicos en esta obra. La suerte es que el resto de jugadores podrán encontrar en los nuevos modos y universo planteado una nueva forma de sacar partido a la serie de disparos más importante de Electronic Arts en la actualidad. Su telón de fondo de policías y ladrones ha deparado tres modos de juego propios muy interesantes y satisfactorios para el propio título, sin olvidar algunas de las cosas que hicieron grande a la propia serie en tiempo pretérito y que vuelven a manifestarse en una fórmula que en realidad no ha cambiado tanto.

El juego presenta en su campaña un estilo muy televisivo dividido en varios capítulos, y con una estética que bebe directamente de producciones del cable americano de los últimos tiempos.

El primer modo que debuta es Atraco: un bando defiende una posición y el otro debe tomar dos bolsas repletas de dólares, llegar a una zona lejana del mapa y defender la posición hasta que llega el helicóptero que recoge el botín. El otro es Dinero sangriento, donde ponemos una pila de dinero en medio del mapa y los usuarios deben coger fajos de billetes y llevarlos a su base, que también puede ser asaltada por los rivales para frenar el avance de los contrarios, llevando la batalla a tres puntos concretos del mapa y siendo, probablemente, uno de los mejores estrenos de Hardline. El último modo es Puente: hay diferentes vehículos en el escenario que los jugadores deben tomar y ponerlos a máxima velocidad para comenzar a puntuar. Otra gran sorpresa que, sin embargo, no tiene demasiado sentido a nivel conceptual.

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No se pierden la fiesta algunos clásicos como Rescate (recuperación de rehenes), Punto de mira (que consiste en defender un VIP), Conquista (en dos tamaños diferentes: grandes y pequeños) y Todos contra todos por equipos. Viendo cómo creció Battlefield 4 o la tercera parte, sería extraño que dentro de unos meses Hardline no sumase algunas ausencias destacadas como Tomar la bandera entre otros ejemplos, pero no es ningún secreto que los mejores modos y más interesantes son los tres primeros: los exclusivos lanzados por Visceral e ideados para la presente producción. Todos estos modos repescados parecen algo metidos con calzador en un planteamiento de policías y ladrones, y en líneas generales da la sensación de que la adopción de esa temática no ha sido en absoluto aprovechada salvo en momentos muy puntuales. Hasta tal punto es así, que hasta algunos mapas parecen perder parte de su sentido si se alejan de sus modos especiales.

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Las mecánicas de conducción de vehículos son tan arcade como cabía esperar.
Las mecánicas de conducción de vehículos son tan arcade como cabía esperar.


Pero tampoco podemos ser injustos, puesto que también muchas cosas buenas. El método para los desbloqueables es rotundo y apasionante, cargado de virguerías armamentísticas que liberar y con muchas posibilidades en las que invertir todo lo bueno que hagamos en las partidas. Además algunas de las localizaciones son muy potentes en cuanto a su diseño, y en eso mucho tiene que decir el Levolution y los diferentes destrozos que provoca el rechinar de las balas en sus estructuras. Son nueve mapas que, en algunos casos, parecen hechos con escuadra para adaptarse a los recovecos y oportunidades que se pueden crear con los gadgets del juego. Las diferentes posibilidades de los propios escenarios llevan al usuario a batallar en lugares concretos y a nunca estar seguros de dónde podría venir la siguiente oleada de enemigos con su regeneración. Por todo ello, y por el funcionamiento del juego en base a patrullas es por lo que en Battlefield, como ha sido habitual desde siempre en la serie, la comunicación entre jugadores acaba siendo vital para sumar una victoria. Está, además, presente el añadido de la figura del hacker, que puede modificar el escenario desde una perspectiva de mapa cenital alterando los puntos tecnológicos para favorecer a uno u otro bando, aunque su labor tiene menos importancia de la esperada.

Eso sí, Visceral ha tenido a bien cambiar algunos elementos clásicos en la movilidad tradicional de la serie, haciendo su mecánica más ágil para los fines concretos de sus modos y dotando de mayor vitalidad a los contendientes. Es por ejemplo el caso de los vehículos. Más allá de comentar sus lógicas ausencias (aunque vale la pena recordar que Visceral no descartó la aparición de naves o tanques en futuribles contenidos del juego), se ha hecho un gran trabajo a la hora de crear veloces bólidos y nuevas motocicletas. El control del helicóptero en buenas manos acaba aportando resultados muy positivos para el equipo que logra dominar su maquinaria. Por último, y ya confirmado el correcto funcionamiento en la red con la prueba de estrés de millones de personas, y no sin superar unos pequeños ajustes e incidencias en los primeros días, añadir una novedad en el campo del cuerpo a cuerpo y los interrogatorios: las armas varían el daño letal según la elección del jugador y en algunos casos puedes llegar a interrogar al rival caído para saber la posición de sus compañeros en el mapa de juego durante unos segundos. Aún a pesar de estos matices el cambio de Battlefield 4 a Hardline ha sido menos importante de lo que cabía esperar, con un planteamiento que a priori podía deparar tantas posibilidades, pero cabe la posibilidad de que no hubiera sido del agrado de los aficionados acostumbrados a las experiencias más clásicas; quizá ese haya sido precisamente uno de los temores de sus responsables a la hora de implementar menos novedades de las que les hubieran gustado.


Ley contra Crimen

Desde el punto de vista estético hemos visto cómo hace unos años la IP era un foco de avances técnicos con, particularmente, unas versiones de PC que todavía a día de hoy siguen llamando la atención y resultando muy vistosas. El caso de Hardline es muy distinto, y es que lejos de ilusionar deja algunas dudas. Para empezar hay una diferencia manifiesta entre la parte off-line y la vertiente multijugador, algo que a estas alturas no sorprende puesto que sucede a menudo pero que no deja de ser algo que debemos constatar en el texto.

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Por ejemplo si hablamos de la campaña sí que hay algunos detalles interesantes como la iluminación, el retrato y modelado de personajes y la utilización de algunos filtros y efectos que ayudan a dignificar notablemente lo que se muestra en campaña. ¿Significa eso que es rotundo el apartado visual de esta sección del programa? En absoluto, siendo aquí precisamente donde más se notan las diferencias entre las partes que mejor lucen y las que peor que, con frecuencia, tienden incluso a simultanearse. Texturas de discreta calidad, un tratamiento de alisado de dientes de sierra muy pobre incluso en las consolas Next-Gen y una iluminación artificial que demasiadas veces es muy plana son las principales claves que afean el conjunto. El multijugador muestra un resultado peor, reincidiendo en todas las flaquezas anteriormente mencionadas pero sin sumar puntos positivos por unos puntos fuertes mucho más difíciles de ver. En cuanto a las diferencias entre resoluciones y frame-rates, queda destacar que en las versiones de consolas de nueva generación el programa se muestra a 900p y 60 frames por segundo en el caso de PlayStation 4, y a 720p y la misma tasa de cuadros en Xbox One. Siendo las dos versiones incapaces de alcanzar el estándar Full-HD. Mucho más versatil es, como siempre en estos casos, la edición de compatibles, con una amplia gama de baremos visuales para alterar y modificar a nuestro gusto para adaptar a las posibilidades de nuestro equipo. En el ordenador de pruebas de gama alta de redacción (i7-4,00GHz, 16gb Ram, GeForce GTX 970) los resultados han sido extraordinarios, como no podía ser de otro modo dado que lo que se muestra en pantalla tampoco es una exhibición, sin embargo ni aún así hemos logrado combatir unos tiempos de carga a todas luces excesivamente largos.

Desde el comienzo la saga Battlefield fue planteada como un multijugador bélico de, para la época, grandes números de jugadores. Sin embargo con Hardline se abre un nuevo horizonte que todavía no sabemos cómo afectará a una franquicia que en sus últimos años, desde Battlefield 2 en 2005, se había caracterizado principalmente por abordar con espectacularidad y entusiasmo sus batallas. Pero eso no debe hacernos olvidar que en el pasado ya se abordaron muchas otras temáticas, y basta con recordar los títulos ambientados en Vietnam, en la Segunda Guerra Mundial e incluso en el futuro en el notable Battlefield 2142. Y ahora toca preguntarse, ¿qué será lo siguiente? Seguro que DICE ya lo tiene en mente.
Guerras y más Guerras - Desde el comienzo la saga Battlefield fue planteada como un multijugador bélico de, para la época, grandes números de jugadores. Sin embargo con Hardline se abre un nuevo horizonte que todavía no sabemos cómo afectará a una franquicia que en sus últimos años, desde Battlefield 2 en 2005, se había caracterizado principalmente por abordar con espectacularidad y entusiasmo sus batallas. Pero eso no debe hacernos olvidar que en el pasado ya se abordaron muchas otras temáticas, y basta con recordar los títulos ambientados en Vietnam, en la Segunda Guerra Mundial e incluso en el futuro en el notable Battlefield 2142. Y ahora toca preguntarse, ¿qué será lo siguiente? Seguro que DICE ya lo tiene en mente.


Lo mejor del conjunto tecnológico, a falta de ver la edición de compatibles que Electronic Arts aún no nos ha facilitado, es una vez más lo relacionado con la destrucción del entorno. Los escenarios vuelven a venirse abajo parcialmente tanto en la campaña individual como en el on-line, aunque el hecho de que el armamento es mucho más limitado por el contexto empleado y que el prisma de las localizaciones también es a menudo menor, justifica que sea mucho más pequeño. Esta micro-destrucción, sin embargo, sí logra cambiar algunos elementos primordiales de la forma de jugar, garantizando que muchas de las coberturas no nos brindan una seguridad total y es que, aunque a veces de forma totalmente exagerada, es fácil que se provoquen enormes boquetes en paredes y otras superficies. Lástima que este apartado se vea algo enturbiado por problemas de acabado generales que afectan tanto al on-line como al off-line. No son graves, y si el juego logra divertirnos no van a ensombrecerlo pero, por desgracia, sí que afean algo el conjunto con animaciones que fallan y algunos problemas severos en la navegación con los bólidos.

En todo lo referente al audio la obra de Visceral Games cumple con eficacia. Los efectos de sonido tienen la habitual calidad que garantiza la serie Battlefield, y el score propio es de buen nivel. Lo mismo podemos decir del apartado de voces, puesto que el programa llega a nuestro país traducido y doblado al español con unas interpretaciones correctas. Lástima que la selección de temas licenciados que suenan en los coches sea tan irregular, aunque siempre podemos ahorrárnoslos y suprimirlos directamente desde el menú para multiplicar la inmersión.

Bueno

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Battlefield: Hardline

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Hardline, sin ser en absoluto un mal videojuego, no está a la altura de lo que la saga Battlefield demanda. Es un interesante shooter on-line con pocas pero potentes novedades, pero también con defectos que debutan. ¿Lo que menos nos ha gustado? La sensación de que no se ha sacado demasiado partido al contexto de policías y ladrones. ¿Lo que más? Que tiene la mayoría de ingredientes que hacen grande a la serie… Y eso todavía es más que suficiente.

Comprar Battlefield: Hardline
  • Algunas de las principales características que han hecho grande a Battlefield siguen presentes
  • Los modos que debutan son bastante divertidos
  • El sistema de desbloqueos es muy interesante, tanto en la campaña como en el on-line
  • El modo historia es bastante decepcionante
  • La temática de policías y ladrones está menos aprovechada de lo que nos gustaría en el multijugador
  • Falta inspiración en algunos mapas y modalidades jugables
Jugadores: 1-64
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 8-12 horas + multijugador incalculable
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