Nada como el ingenio para resolver problemas. Tras las buenas sensaciones con las que nos dejó Q.U.B.E., el equipo de Toxic Games vuelve a la carga con otro notable videojuego de puzles en primera persona que como te contamos en el análisis de Q.U.B.E. 2., mejora lo visto en el original tanto en lo artístico como en el diseño de sus rompecabezas, que son más ingeniosos y variados.
Esa sonrisa te delata. ¡Lo has conseguido! Has superado con éxito uno de los enrevesados rompecabezas de Q.U.B.E. 2 y no puedes ocultar la alegría; esa enorme satisfacción personal con la que suelen dejarte los grandes videojuegos de puzles. Este lo es. Por el ingenioso diseño de sus desafíos, por cómo expande las mecánicas de juego del original planteando retos más sesudos y variados... y por qué no decirlo también, por esa cuidada estética que atrapa desde el primer minuto. Desde que, en la piel de la doctora Amelia Cross, despiertas en un extraño mundo alienígena en el interior de otra estructura cúbica como la que exploramos, años atrás, en el primer videojuego del estudio independiente Toxic Games. En general nada cambia con respecto a aquel notable juego de puzles en primera persona que, tras la estela del genial Portal, nos sorprendió con el inteligente diseño de sus rompecabezas y, tiempo después, lo haría también con una edición Director's Cut que dotó a la acción de un interesante trasfondo argumental que, precisamente, continúa esta secuela.
Gracias al halo de misterio que rodea a esta aventura de puzles en primera persona y, sobre todo, a su capacidad para sorprender con retos más y más elaborados, la secuela de Q.U.B.E. tiene todo lo necesario para cumplir con las expectativas de los aficionados al género, y aunque lo consigue con creces, también deja con cierto regusto amargo por no arriesgar más en el diseño de sus rompecabezas; por mantenerse en la zona de confort sin ofrecer, finalmente, esa libertad de acción que prometieron en sus inicios. "Hemos desarrollado herramientas que los jugadores pueden usar para resolver puzles, subvirtiendo la unidimensionalidad del original en favor de algo más abierto, algo que permita a los jugadores dejar su propia huella en las soluciones", comentaron tiempo atrás, y algo de eso hay, porque hay mayor interacción con los escenarios, más formas de sacar partido a los guantes especiales con los que va equipada la protagonista. Pero al final no hay más que una solución a cada puzle; una única forma de resolver las pruebas, y es algo que a estas alturas se siente un tanto decepcionante.
Reinventando la fórmula
Poco tarda el equipo tras QUBE 2 en demostrar que esta no es una secuela que apuesta simplemente por un "más de lo mismo" pero con mejor aspecto. La esencia es idéntica, esto es, crear cubos de energía de tres colores distintos para sortear los obstáculos que aguardan en el camino. Puedes extender o replegar partes del escenario usando el color rojo, o tomar impulso gracias a los bloques azules, o directamente crear cubos con los que, posteriormente, interactuar de muchas formas distintas si apuestas por el color verde. Así de simple... así de complejo.
Porque Toxic Games consigue sorprender una y otra vez con desafíos más y más enrevesados que nos llevarán a realizar auténticas locuras en unos escenarios cada vez más grandes, cada vez más abiertos, en los que tendremos incluso el control sobre ciertas superficies, desplazando plataformas de aquí para allá, o usando paneles rotatorios, para dar con ese emocionante "momento eureka" que nos haga gritar de alegría al superar un puzle.
Hay unos cuantos momentos así, ¡y se agradece!, porque a fin de cuentas es lo que lo que buscamos en esta clase de videojuegos. Por eso aprecio tanto el buen hacer del equipo tras Q.U.B.E. 2. Sus rompecabezas son ingeniosos, inteligentes y, dentro de ese ambiente de ciencia ficción, tremendamente intuitivos. Aun siendo desafiante, aun poniendo las cosas difíciles, el juego se mantiene dentro de la lógica con retos que resuelves por pura intuición, tras meditar cada paso que das, y no tanto por andar probando locuras hasta dar con la respuesta de pura casualidad.
Visualmente hablando esta secuela ha pegado un salto de gigante con respecto al videojuego original
No quiero entrar en muchos detalles pues si algo aprecio del juego es cómo presenta los nuevos desafíos y, sin decir nada, sin ofrecer explicación alguna, en cuestión de segundos dominas la técnica. ¿Ejemplos? El uso de las corrientes de aire, o los campos magnéticos, o incluso un aceite con el que podemos recubrir los cubos de energía para... ¡ya lo descubriréis!
Pero es esta capacidad de sorprender, de mantener el interés alto, la que convierte a Q.U.B.E. 2 en un título tan interesante. Lo malo es que, como decía, hay poco margen para la improvisación. Solo puedes actuar sobre ciertos paneles sin salirte del guión establecido en la resolución de los rompecabezas. Hay algo de exploración, porque los escenarios son cada vez más colosales, pero en ningún momento te sientes libre de explorar ni de probar nuevas formas de superar los desafíos.
No es algo malo per sé, aunque sí le resta algo de encanto a esta secuela. También en lo argumental ofrece una de cal y otra de arena. La historia se sigue con interés, realmente consigue crear un atractivo halo de misterio que atrapa, pero si bien plantea un mensaje interesante, con fuerza, que por cierto ha sido traducido al español, su desenlace no es tan brillante como cabría esperar. La narrativa no es nada intrusiva, se presenta de forma esporádica en los momentos de transición, cuando pasas de una sala a otra; que es algo que agradecerán aquellos que quieren resolver puzles sin mayor preocupación.
Es esta capacidad de sorprender, de mantener el interés alto, la que convierte a Q.U.B.E. 2 en un título tan interesante
Visualmente hablando esta secuela ha pegado un salto de gigante con respecto al videojuego original, aportando no ya solo una mayor variedad de localizaciones, sino también un mejor gusto por lo estético. Incluso las salas donde no hay más que cubos por doquier resultan atractivas gracias al uso de los colores y la iluminación, con superficies que reflejan los haces de energía con gran realismo. Hay zonas oscuras, tétricas, y otras más coloridas, luminosas, que se entremezclan con superficies naturales, con zonas en las que hay naturaleza, ¡o fuego!, y es genial, porque de alguna forma el juego te invita a seguir adelante. Quieres explorar esa extraña y colosal estructura en la que se desarrolla la acción, dotada además de un buen acompañamiento musical, aunque con escasa presencia a lo largo de la partida.
Aunque conserva intacta la base jugable del original, Q.U.B.E. 2 consigue sorprender gracias al ingenioso e inteligente diseño de unos rompecabezas que, si bien no son especialmente difíciles, sí destacan por su capacidad para ofrecer retos cada vez más elaborados y espectaculares. Con una gran puesta en escena y un atractivo trasfondo argumental, si te gustan los videojuegos de puzles, no deberías perder de vista el nuevo trabajo de Toxic Games.
- Mantiene la esencia del original pero plantea nuevos retos
- Su capacidad para sorprenderte con desafíos más elaborados
- Gran puesta en escena; algunos escenarios destacan por su gran belleza
- La historia se sigue con interés pero no termina de sorprender
- No plantea puzles especialmente difíciles. Se echa en falta algo más de libertad
- La aventura se puede acabar demasiado pronto
