Ya estamos otra vez con el típico general de turno que se cree Dios. En este caso, el ejemplar se hace llamar Ramírez, y su país-objetivo Venezuela con su interesante petróleo de por medio. Cuando parece que la ONU se va a dignar a intervenir, la cosa se complica más al anunciar que tiene armamento nuclear dispuesto a utilizarlo contra los invasores. Es el momento de actuar.
Meterse en un conflicto de este tipo a gran escala supondría darle oportunidad de utilizar la bomba, por lo que los EEUU recurren la división de Operaciones Especiales de la CIA que designa para la misión únicamente a dos experimentados combatientes, Reggie Lang y Lincoln Graves.
Nuestra primera misión será infiltrarnos en un monasterio reconvertido en central de inteligencia y obtener todos los datos que podamos sobre los planes del general. La sorpresa llegará cuando al examinar esas pruebas averiguamos que el general tiene contactos y ramificaciones por todo el mundo, desde submarinos en bases rusas de mitad de Siberia a amigos gobernando en Ruanda, todo forma parte de red criminal que, por supuesto, tendremos que desmantelar en 10 complicadas misiones.
Lang & Graves
Tras este argumento tenemos un nuevo shooter en primera persona, género que ahora mismo esta en pleno auge. La gran novedad y de paso la única que vamos a encontrar en este título, es que manejaremos dos soldados prácticamente a la vez. Tendremos por una parte al soldado Graves, experto francotirador, y por otra al veterano Reggie Lang, más curtido en el cuerpo a cuerpo, experto en artillería y armamento pesado. Por si fuera poco, en algunos de los lugares que visitemos estaremos acompañados por fuerzas locales que también se implicarán en el asunto.
Manejaremos en primera persona a uno de los dos, el que escojamos que mejor se vaya adaptando a las circunstancias de la batalla, y podremos cambiar entre ellos simplemente pulsando un botón. A la vez podremos controlar básicamente al otro, ordenándole que nos siga de cerca o que vaya a ciertos lugares. Será básico no perder a los dos a la vez, ya que si uno de los personajes muere, el otro puede revivirle con una inyección salvadora. Su colaboración será importantísima, por ejemplo, al manejar los variados vehículos que encontremos, y es que mientras uno conduce el otro podrá ocuparse del armamento.
Ya desde las primeras fases nos daremos cuenta de pequeñas características que estropean ligeramente el juego. Por ejemplo, podemos escoger el orden en el que realizar las distintas misiones, perdiendo de este modo todo sentido en un argumento que deribará en limitarse a cumplir una serie de misiones repartidas por el mundo.
También nos extrañará que al eliminar un enemigo no encontremos sus armas, es decir, tendremos siempre nuestro mismo arma sin posibilidad alguna de cambiar. Existirán unos cofres de suministro que lo único que rellenarán serán nuestra munición. Sí iremos desbloqueando las habituales mejoras en las armas como nuevas mirillas o más cadencia de disparo, que se irán añadiendo misión tras misión. Entre esas mejoras también habrá novedades, como un accesorio que transforma el rifle de francotirador de graves en una escopeta o la metralleta de Lang en un lanzagranadas ¿?. Al final tendremos varias armas en una, una autentica revolución, si fuera verdad.
Actuando en y contra equipos
Lógicamente este tipo de juego no podía dejar atrás el modo multijugador, siendo la novedad poder jugar en modo cooperativo con otro jugador, bien vía pantalla partida en la misma consola o vía network, escogiendo entre seguir el modo campaña completo, o jugar una de las misiones por separado.
El multijugador puro y duro se presenta algo escaso. Únicamente tenemos tres tipos de juegos ya habituales, duelo a muerte todos contra todos, duelo por equipos o conquista, en el que tenemos que luchar por cinco banderas. Las partidas pueden tener hasta 16 jugadores simultáneos, y cada uno tiene que escoger que personaje de los dos manejar, pudiendo cambiar en cada regeneración.
Aporta algunas novedades curiosas como por ejemplo marcar con una señal visible para todos al jugador/es líder de la partida de forma que pueda ser localizado rápidamente, o poder usar los puestos de artillería fijos que hay por el mapa. En cambio, la imposibilidad de quitarles las armas a los demás, lo limitado de las mismas, y que las reapariciones te pueden dejar delante de un enemigo sin problemas, le resta muchos puntos quedándose a años luz de los mejores juegos actuales de este estilo.
¿Nueva generación?
El genero de los shooter en primera persona ha desembarcado en la nueva generación a toda velocidad con títulos espectaculares como COD4, o el mismo MOH: Airborne, títulos espectaculares a nivel técnico, cosa que desgraciadamente no consigue este “Conflict”.
La apariencia general es buena, pero demasiado sencilla, recordándonos demasiado a títulos de la anterior generación. Los decorados, muy variados eso sí, son bastante amplios, pero dan impresión de ser bastante falsos; y el diseño y movimiento de los distintos personajes (exceptuando quizás a los protagonistas) que aparecen está muy lejos de los perfectos modelados que lucen otros juegos. Estos sencillos gráficos unidos a una carencia demasiado frecuente del ritmo frenético que suele caracterizar a estos juegos, y la poca importancia que se le da al argumento consiguen restarle importantes dosis de jugabilidad a un juego que podría haber sido bastante mejor de lo que ha resultado.
En cambio si hay que destacar un par de efectos especiales realmente bien conseguidos, como es el humo después de una explosión que te cegará la vista totalmente primero para ir luego disipándose poco a poco; y también una especie de bruma que aparece por el calor al disparar una fuerte ráfaga con la metralleta de Lang. Asimismo la música en juego está realmente conseguida y transmite toda la intensidad que debería tener cada momento.
También hay que dar un punto positivo a la perfecta traducción y doblaje al castellano de todo el juego, incluidos diálogos llenos de humor negro entre ambos protagonistas.
Destacar en el género de los shooters es realmente complicado y Conflict Denied Ops, sin ser un mal título, no lo consigue. Moderado visualmente y con interesantes opciones para jugar de forma cooperativa o controlar dos personajes simultáneamente, el juego recae en una experiencia entretenida y directa pero sin profundidad, en nuestra lucha contra el general Ramírez y de paso contra todos los malos repartidos por el mundo.
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