El universo entero se abre ante nosotros. Nobilis Ibérica y Lighthouse interactive nos presentan este Sword Of The Stars, un híbrido que combina elementos de estrategia, tanto basados en turnos como en tiempo real.
Después de soñarlo durante siglos, por fin podíamos dejar de pensar en el espacio profundo como en ese lugar lejano e insondable. Gracias a la tecnología pudimos viajar a muchas veces la velocidad de la luz y abandonar la cuna de nuestro planeta natal. La humanidad aprendió a explorar, expandirse e incluso a conquistar en este nuevo entorno con el único objeto de sobrevivir a un universo donde la debilidad equivalía a la extinción. Una vez más, para poder subsistir, aprendimos a esgrimir… sólo que esta ocasión, no lo hicimos los unos contra los otros.
Bajo este belicoso y nada agradable panorama se desarrolla Sword of the Stars[/t]. Parece, que ni el propio cosmos es lo suficientemente grande como para que las cuatro razas inteligentes (conocidas) que lo pueblan consigan vivir en paz y armonía. Un universo convulso y hostil donde sólo los mas fuertes sobreviven. A nuestro favor (los humanos) hay que decir que no somos primerizos en estas lides, y es que, el ser humano ha demostrado de sobra y en múltiples ocasiones que está preparado históricamente para afrontar semejante tipo de situaciones adversas.
Las cuatro razas
Podremos tomar y llevar el control de cuatro razas muy diferentes entre si, Humanos, Zánganos, Tarkas, y los Liir. Cada una cuenta con su propia tecnología, aunque básicamente sólo encontraremos diferencias en la manera que tienen de viajar por las estrellas. Si bien morfológicamente somos muy diferentes, dentro del juego esta desigualdad no es mas que algo puramente anecdótico, ya que el juego se desarrolla de la misma forma independientemente de la raza que elijamos, no existe una historia establecida para cada especie. Los enfrentamientos se realizan únicamente entre naves espaciales, y es en el diseño de las mismas donde apreciamos contrastes entre las diferentes razas.
Mecanismos y dinámica
No se puede decir que [b]Sword of the Stars, sea un juego especialmente complejo aunque si que requiere de cierta dedicación y esfuerzo hasta que logremos dominar plenamente su mecánica. Una vez familiarizados con su interfaz, con todos los menús desplegables de que dispone, además de todas las posibilidades que nos brinda las diferentes opciones de investigación y tecnología, es cuando estaremos plenamente en situación de estimar todo lo que nos ofrece este título y lo entretenido que puede llegar a ser.
Sword of the Stars es un juego donde esencialmente se realizan cuatro tipo de acciones básicas, exploración, expansión, gestión y combate. Todo ello se realiza mediante un sistema que combina las dos maneras que tenemos de entender la estrategia en los videojuegos, bien sea por turnos o en tiempo real.
La estrategia por turnos es la que domina más claramente el juego con respecto a la estrategia en tiempo real, que se desarrolla exclusivamente durante los combates. En cada turno indicaremos la acción que queremos realizar en los diferentes ámbitos de gestión e investigación, así como en la construcción de naves espaciales.
La piedra angular en la que se sustenta nuestro imperio reside en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, hasta 150 distintas con variaciones en cada partida y en función de la raza que escojamos. Mediante la representación de un árbol tecnológico observaremos y entraremos a valorar que tecnología puede ser interesante desarrollar y el número de turnos que consume antes de que llegue a estar a nuestra disposición.
Esencialmente nuestro principal objetivo será conquistar nuevos territorios (planetas), optimizarlos para que se ajusten a nuestras necesidades vitales y de gestión y, por supuesto, defenderlos.
Herramientas de conquista espacial
El apartado armamentístico que disponemos o que podemos llegar a disponer es muy completo, desde las armas más simples que podamos llegar a entender, como balística (misiles), de cabeza explosiva (nucleares) o biológicas, hasta otras de corte más futurista como las energéticas, donde entran entre otras los rayos disruptores, cañones de plasma y donde no podían faltar los láser de todos los tamaños y colores.
Uno de los apartados que más me ha llamado la atención es el diseño de las naves espaciales, que podremos personalizar individualmente y agrupar en flotas, y que iremos mejorando. Hay que procurar estar siempre a la última y no permitir que nuestras naves se queden obsoletas. La variedad en las modificaciones es muy alta y podremos realizar muchas combinaciones distintas, mejoraremos progresivamente apartados como la velocidad, el escudo defensivo, la potencia y cadencia de fuego y su autonomía (cantidad de combustible que consume al desplazarse). Dispondremos de diversos tipos de naves que se dividen en tres modelos en función de su tamaño, Destructores, Cruceros y Acorazados. También contamos con torretas defensivas a modo de satélites que también podremos personalizar y mejorar, garantizándonos importante ayuda en la defensa de nuestros planetas contra ataques enemigos o meteoritos.
Los combates espaciales no dejan de ser simplemente vistosos gracias a las explosiones sonidos y juegos de luces, pero en donde la estrategia y el nivel táctico no ocupa un lugar excesivamente relevante, pueden volverse lineales y repetitivos, siempre en escenarios muy similares y donde básicamente vencerá el que disponga de mejor y mayor numero de unidades.
Modos de juego
Para un jugador nos encontramos con dos tipos de partida, por un lado está la personalizada, donde elegiremos una raza, el tipo de galaxia, densidad estelar de las mismas y nivel de dificultad de la IA. Lo interesante de este modo es que no tiene un tipo de final fijo, expandiremos el imperio a nuestro libre albedrío hasta que exterminemos toda amenaza alienígena o sucumbamos en el intento. La otra opción es el modo escenario, donde el juego nos propone una serie de reglas, condiciones y objetivos especiales.
Para varios jugadores en red (hasta 8 máximo) el juego como es lógico cobra tintes más interesantes, pudiendo forjar alianzas y permitir que varios jugadores convivan en un mismo sistema estelar. Los jugadores, si quieren, pueden abandonar la partida y retomarla más adelante, eso si, se recomienda proteger la casilla en la que estemos jugando mediante una clave para evitar que otros jugadores la ocupen.
Tecnología
La interfaz resulta clara, cómoda e intuitiva, donde disponemos de libertad absoluta para movernos por las estrellas gracias a un magnífico mapa estelar totalmente en 3D y una cámara que rota 360 grados con su respectivo zoom. Gráficamente el juego es sencillo aunque no pobre, con bonitos y variados efectos visuales. A nivel sonoro el juego goza de buena salud con interesantes y múltiples efectos, junto a una banda sonora de corte inquietante y pausado, que se torna épica cuando afrontamos los combates. A su favor también hay que decir que el juego está traducido y doblado a nuestro idioma.
Sword of the Stars gustará a los amantes de la estrategia, sobre todo a la que se basa en el sistema por turnos. A pesar de su aparente sencillez y poca exigencia, el juego está plagado de posibilidades y conseguirá hacer que el tiempo se nos pase volando mientras nos asentamos en otros planetas y conquistamos el espacio.
