Un arco y una sola flecha para acabar con una veintena de temibles monstruos. Esa es la desafiante propuesta de Titan Souls, un notable juego de acción de estilo retro que os pondrá a prueba de un modo tan divertido y adictivo, que a pesar de morir una, otra y otra vez, no dejaréis de jugar hasta completar esta destacada aventura. ¿Preparados para hacer frente a lo imposible?
Un disparo certero. Esa es la diferencia entre la vida y la muerte en Titan Souls, un desafiante juego de acción de estilo retro que en primera instancia podría sorprender negativamente por su extremada simpleza, de hecho de principio a fin nos limitaremos a usar dos mismas acciones como son disparar con arco y rodar por el suelo, nada más; y que sin embargo nos ha encantado por lo épico y emocionante de su acción. Pocos videojuegos os harán vibrar del modo en el que lo hace esta obra del estudio independiente Acid Nerve y su apuesta por el subgénero de los Boss Rush. Títulos que ceden prácticamente todo el protagonismo a la lucha contra poderosísimos enemigos finales, en este caso una veintena, a los que tendremos que localizar en un amplio y solitario mundo de fantasía que por momentos nos ha hecho rememorar obras del calibre de ICO y Shadow of the Colossus.
Palabras mayores, lo sabemos, que vienen a reafirmar la gran calidad de este videojuego que sin ambages de ningún tipo nos lanza directamente a la acción, dejando en un segundo plano todo lo relacionado a su base argumental. Hay una historia de fondo, claro, pero nadie nos la va a contar. Será cosa nuestra el conocerla mientras investigamos las muchas ruinas que dan forma a este universo de ficción a la par que desciframos su enigmática escritura jeroglífica. Y aunque lo cierto es que para nuestro gusto el argumento pasa demasiado desapercibido, algo tiene Titan Souls que engancha de tal modo que una vez empiezas a jugar resulta difícil no querer seguir explorando sus parajes; perderse en esos templos malditos y dar con la posición de los temibles jefazos que allí aguardan. Grandes protagonistas de un videojuego que muy pronto nos demostrará lo cruel e implacable de su acción.
David contra Goliat
Un fallo y estás muerto. Así de rotundo se muestra Titan Souls, que dado su elevado nivel de dificultad podría intimidar a más de uno. Y no es para menos teniendo en cuenta que los enemigos tan solo requerirán de un golpe para acabar brutalmente con nuestra vida. Justo la misma condición que nos valdrá a nosotros para machacar a la mayoría de estos monstruos, que por norma morirán de un solo y certero flechazo. Así que sí, errar puede costarnos la vida, pero un buen disparo también nos hará alcanzar la gloria en un videojuego que recompensa como pocos el esfuerzo y la constancia.
Moriréis una, otra y otra vez; en nuestro caso hasta en 150 ocasiones durante la primera partida, pero nunca os cansaréis de intentarlo. De probar fortuna con nuevas estrategias de combate que permitan sacar a relucir los puntos débiles de los enemigos. Y esta es sin duda una de las grandes virtudes de Titan Souls, que plantea cada combate como un enfrentamiento único que nos obligará a tomar medidas dispares aún a pesar, como decíamos, de mantener invariable sus mecánicas jugables de principio a fin. Tenéis un arco, una sola flecha, y la opción de rodar por el suelo para evadir los ataques más peligrosos. Nada más... ¡y nada menos!
Casi como si de un frenético juego de puzles se tratase, en la obra de Acid Nerve nos tocará descubrir el modo de golpear a los rivales sin morir en el intento. Y esta no es una tarea tan obvia y fácil como podría parecer a simple vista. Es por eso que evitaremos hablar en la medida de lo posible de un elenco de temibles jefazos que nos harán sufrir cosa mala para acabar con su vida. Un horrendo hombre de las nieves, un poderosísimo caballero equipado con un arco y flecha idéntico al nuestro, un muro de piedra que nos atacará con dos gigantescas manos rocosas, una planta venenosa... la variedad de enemigos resulta digna de mención, pero más todavía las rutinas de ataque que seguirán, evitando así que la acción caiga en lo reiterativo.
Dado que solo contamos con una única flecha que tendremos que recoger para volver a atacar, la tensión durante estos enfrentamientos es total. ¿Lo mejor? Que el movimiento de atraer hacia nosotros la flecha también puede usarse como un ataque especial, imprescindible para sorprender a ciertos enemigos que nunca dejarán al descubierto su punto débil. Además, como ya ocurriera en su día con el genial Shadow of the Colossus, en Titan Souls también nos tocará explorar el escenario de juego con cierta libertad para dar con la ubicación de estos seres.
Por norma su posición no estará nada oculta, pues bastará con andar un poco para encontrar las cuevas o templos donde residen. Pero hay casos especiales de monstruos ocultos tras sencillos rompecabezas, o laberintos boscosos muy del estilo del mítico The Legend of Zelda: A Link to the Past, que otorgan otra pizca de variedad al desarrollo de la acción. Cosa que agradecemos. Es más. Echamos en falta más elementos jugables del estilo. Más puzles y más territorio por explorar que hubieran hecho de Titan Souls un videojuego redondo. No es el caso, y ciertamente tras completar la primera partida en poco más de dos horas te quedas con sensación de que el juego daba para algo más. Y no nos entendáis mal. A nivel jugable es una delicia. Cada combate contra un jefazo es un encuentro memorable que nos hará vibrar de emoción. Pero entre medias... bueno, le ha faltado algo más de profundidad.
De todos modos, completar el juego es solo la primera parte del desafío, pues al hacerlo se desbloqueará un nuevo nivel de dificultad que, ahí sí, os hará pasarlo condenadamente mal. ¡Menudo desafío! Y qué satisfacción derrotar a los enemigos tras unos encuentros tan apasionantes. Para los más valientes, existe la opción de activar la muerte permanente, que básicamente significa que al morir se reiniciará la partida desde cero. Reto que aún nos vemos lejos de poder superar, aunque ganas no nos faltan. Y esta es sin duda la mejor baza de Titan Souls. Su capacidad para incitarnos a probar lo imposible, a pelear por la victoria aun cuando las condiciones para alcanzarla no sean las más favorables.
A lo que contribuye también mucho la vistosidad de su apartado gráfico, que con un estilo pixel art luce realmente bien en aspectos como el diseño de los monstruos –algunos son impresionantes- y el de muchos de los parajes por los que nos moveremos. Sin olvidarnos tampoco de la gran banda sonora que nos acompañará a lo largo de la aventura, con unos temas muy melancólicos para los momentos de exploración, y otros más épicos e incluso cañeros para los enfrentamientos contra los jefazos. Hay además una buena variedad de piezas musicales, así que es difícil que os canséis de escucharlas.
Desafiante como pocos, Titan Souls es una gran aventura de acción que saca oro de la aparente simpleza de su jugabilidad. Es un videojuego épico que sorprende en todos y cada uno de los enfrentamientos en los que nos sumerge, y que además te reta a intentarlo una y otra vez por difícil que parezca. Los momentos de exploración también son de lo más agradecidos, aunque nos habría encantado que se ahondará más en esta faceta de juego y en la presencia de más puzles. Sin ellos, el paso intermedio entre un jefazo y otro se siente simple en demasía, y le resta cierto encanto al conjunto final.
- Épico en su acción. Algunos combates nos harán vibrar de emoción
- El diseño de la los enemigos. Muy variado entre sí y con mecánicas jugables únicas
- Gran puesta en escena. Da gusto perderse por este mundo de fantasía
- Disfrutar de su acción en el nivel de dificultad más elevado
- Es un juego corto. Bastan un par de horas para completarlo la primera vez
- La historia tiene un peso testimonial en la acción
- Se echa en falta algo más de profundidad en los momentos de exploración
