Zeus quiere que cumplas una última misión. Los seres del inframundo están organizando un ejército con la poco sana intención de conquistar Grecia. La riqueza del universo Titan Quest se multiplica con esta excelente expansión, en la que se expone la visión de Iron Lore del inframundo tan popular en la mitología griega.
Titan Quest fue un éxito de crítica y público, y uno de los juegos de rol más celebrados de los últimos años. Su visión del género en clave de machaca botones le hizo ser considerado, no sin razón, una suerte de heredero del mítico diablo que tantos jugones añoran.
Una campaña larga e interesante, unos gráficos notables y un excelente multijugador fueron sus principales bazas y pocos aficionados quedaron defraudados. Nueve meses después Iron Lore se ha puesto las pilas, y ha preparado una expansión para amplificar más si cabe la resonancia de un juego de las dimensiones de Titan Quest.
Hemos de señalar que no se trata de una expansión al uso, estamos más bien ante una especie de segundo capítulo, y para acceder a él deberemos antes haber acabado la campaña del juego original. No obstante también accederemos a las modificaciones jugables de Immortal Throne desde la campaña normal del propio Titan Quest, es decir que todas las mejoras que señalaremos en este análisis también han sido añadidas a la primera entrega del juego.
El Inframundo
Definitivamente podemos decir que Hades tuvo mala suerte cuando sorteó con sus hermanos los reinos a gobernar. Tras vencer a sus padres en una espectacular batalla entre dioses, Zeus, Poseidón y Hades repartieron las zonas entre ellos. A Zeus le tocó el cielo, a Poseidón el mar, mientras que Hades recibió el reino del subsuelo, y gobernó durante siglos a los muertos con autoridad y maneras dictatoriales.
Hades pasó a ser uno de los dioses más temidos de la mitología griega, y uno de los más odiados por los hombres debido a su crueldad e intolerancia. Con este currículum parecía lógico que los chicos de Iron Lore se fijaran en él para enfocar la nueva aventura.
Será el propio Zeus el que nos encargue regresar a la tierra para hacer frente al amenazante ejército del inframundo. Deberemos acompañar a nuestro héroe en otro largo periplo, esta vez hacia las profundidades de la tierra. Un atractivo elenco de bestias surgirán a nuestro paso para ponernos la aventura más difícil. Demonios, no-muertos y demás seres de ultratumba habitan estas inhóspitas tierras, y no nos dará tiempo a aburrirnos debido a la gran variedad de éstos. El diseño sigue siendo tan irreprochable como siempre, caracterizado por buenas animaciones y excelentes modelados.
¿Si algo funciona, por qué cambiarlo?
Eso han debido de pensar los chicos de Brian Sullivan, y es que las modificaciones en la jugabilidad son escasas. Para empezar a simple vista podemos ver mejoras en los interfaces, en el desarrollo de las misiones y algunos llamativos aditivos gráficos, pero vamos a analizarlo en profundidad.
Una de los factores más importantes de Titan Quest son las misiones, y es que pasaremos casi la totalidad del tiempo inmersos en ellas. Se observa una mayor variedad en los diferentes objetivos del juego, habrá un mayor número de metas que incluyan escoltar a personajes, buscar objetos para dotar al conjunto de mayor variedad; y desde Iron Lore se ha cumplido la promesa de aportar un mayor número de misiones secundarias y de dotarlas de un desarrollo más ágil.
En cuanto a las profesiones, tan sólo se ha añadido una nueva maestría, la del Ensueño, pero hay que constatar que el trabajo realizado ha merecido la pena. Las nuevas y espectaculares habilidades que iremos desbloqueando son todas ellas auras poderosas, mortales y magistrales golpes, que nos ayudarán como siempre a desequilibrar hacia nuestro lado los combates. Desgraciadamente y debido al peculiar funcionamiento de la expansión, si ya adquirimos las dos maestrías posibles en su momento, deberemos comenzar una nueva partida para poder disfrutar de la sobrecogedora especialidad de Ensueño.
Se ha optado asimismo por modificar detalles referentes a los menús del juego. En primer lugar señalar que el inventario está ahora mucho más ordenado, e incluso disponemos de la opción de reorganizarlo todo automáticamente para aprovechar de forma más eficiente el espacio, una idea muy de agradecer.
También conviene señalar que se ha optado por una interesante modificación en el funcionamiento de la barra de experiencia, que ahora representará de forma más clara las modificaciones mostrando los cambios con una nueva barra amarilla que dibujará nuestros progresos antes de integrarse en la verde. También se han añadido unos interesantes valores numéricos a las barras de vida y energía, para tener un control más preciso sobre ambas.
Hay nuevos personajes también, para ampliar el limitado elenco del título original. Por un lado encontraremos a los conductores de caravana que nos ayudarán transportando elementos de un lado a otro, e incluso nos permitirán intercambiar objetos entre los diferentes personajes que protagonizan nuestra aventura. Su uso es sencillo y muy intuitivo, y se encuentran apostados en las ciudades, con lo cual resulta fácil encontrarlos.
Los hechiceros son la segunda clase de personajes nuevos, y gracias a sus altares ambulantes nos permitirán potenciar nuestras armas como si de un mercader más se tratara. Su uso es idéntico al de los conductores de caravana, y también su funcionamiento es igualmente intuitivo. Los hechiceros disponen de dos acciones con las que poder ayudarnos, la separación y la creación, que nos permitirán sustraer poderes de objetos mágicos que tengamos o viceversa. El precio será sustancioso, y necesitaremos de elementos muy difíciles de conseguir para poder construir los nuevos objetos, pero el resultado merecerá la pena.
El Nuevo Mundo
Gráficamente Titan Quest: Immortal Throne es tan sobresaliente como su predecesor, aunque si bien la nueva ambientación no es tan vistosa. Los bellos parajes naturales bañados por el mar mediterráneo se han tornado oscuras cavernas. Además ha habido sustanciales mejoras en apartados como el de la iluminación, y los personajes y entornos siguen disfrutando del mismo sensacional nivel de detalle. No obstante, se podría haber trabajado algo más el apartado de la optimización, ya que el juego además de ser muy exigente en cuanto a requisitos, sufre importantes caídas en la tasa de imágenes por segundo en los combates multitudinarios o incluso al realizar acciones no tan espectaculares como abrir cofres o resucitar.
En lo sonoro Immortal Throne continúa con el legado musical de Titan Quest, ofreciendo una genial selección de partituras a caballo entre la instrumentación épica y complejísima, y sin renunciar a otros temas marcados por el minimalismo y la melancolía. Las voces gozan de un trabajo de doblaje excelente como siempre, aunque el juego llega a nuestro país con la única traducción de sus textos. Nada que objetar a los efectos sonoros.
Más de treinta nuevas misiones, cientos de nuevos objetos y una ambientación más oscura y tenebrosa son las principales apuestas de Immortal Throne para atraer de nuevo a los fans de Titan Quest. El resultado sólo puede definirse como brillante. Las pocas pero acertadas modificaciones en el apartado jugable prolongan la vida de un juego tan excepcional como el original, y tan sólo podemos achacarle a Iron Lore la decisión de obligarnos a terminar Titan Quest para acceder a su suculenta expansión. En definitiva estamos ante un añadido imprescindible para los amantes del rol.
