Análisis de Prince of Persia Rival Swords

Análisis de Prince of Persia Rival Swords
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Su última aventura lo encumbró a lo más alto cerrando la llamada Trilogía de las Arenas. Su leyenda aún perdura, y ahora con una consola capaz de perfeccionar sus acrobáticos movimientos y ataques, el Príncipe regresa una vez más a su querida Babilonia para rememorar todos los sucesos que lo hicieron grande. Por supuesto todo sigue como lo dejó, incluido su lado oscuro.

Como sucede con los buenos libros de aventuras, hay historias que, por mucho que pase el tiempo y las leas una y otra vez, siguen siendo tan cautivadoras e interesantes como la primera vez que las descubriste. Es más, su dimensión aumenta al advertir nuevos detalles que pasaron imperceptibles en un principio, y que con el tiempo y un mayor grado de conocimiento, todavía son más reseñables. Lo mismo sucede con algunas películas, o con la música, el paso del tiempo y varias re-ediciones, hacen que el mito crezca y llegue a un mayor número de público ávido de buenas obras.

En los videojuegos, y en este caso que nos ocupa, con Prince of Persia: Rival Swords, podríamos decir que sucede lo mismo. Una excepcional gran producción que triunfó en el año 2005 bajo el título Las Dos Coronas, cuyo protagonista y aventura ha perdurado en el tiempo, y que llega ahora en una nueva re-edición exclusiva para Nintendo Wii con todos los ingredientes que la hicieron grande: plataformas, acrobacias, argumento, un carismático personaje, exploración, combate y un buen acabado técnico y visual. Sólo hay una gran diferencia, su forma de jugar ha sido completamente renovada y adaptada a las posibilidades de control de la consola de Nintendo. Ahora el Príncipe, su protagonista, es más cercano al jugador, sus acrobacias y actos responden a movimientos más naturales utilizando los dos controladores de Wii, logrando así aumentar tanto su espectacularidad y profundidad, como la sensación de inmersión del jugador en su mundo.

Arde Babilonia
Rival Swords (Las Dos Coronas), supone el cierre a la magnífica trilogía “Las Arenas del Tiempo”. Recién salido de su aventura anterior en la que derrotó al demonio Dahaka y evitó la creación de las Arenas del Tiempo, el Príncipe regresa a su patria, Babilonia, acompañado por la enigmática Emperatriz del Tiempo Kaileena, en busca de una anhelada paz. Pero los planes no salen como esperaba. En lugar de una vida tranquila y una próspera Babilonia, el Príncipe se encuentra su ciudad en llamas y devastada por la guerra. Su barco es atacado a las mismas puertas de Babilonia, y tras naufragar, la Emperatriz es secuestrada. El Príncipe trata de seguirla al Palacio y la encuentra muerta a manos de un poderoso enemigo. Su muerte libera las Arenas del Tiempo que alcanzan al Príncipe y amenazan con destruir todo a su paso.

En alguna ocasión durante la aventura, tendremos la oportunidad de guiar una cuadriga para perseguir a los enemigos o alcanzar lugares lejanos. Otras cuadrigas intentarán bloquearnos el paso y algunos de ellos saltarán sobre la nuestra, debiendo mover rápidamente el mando de Wii para deshacernos de ellos.
En alguna ocasión durante la aventura, tendremos la oportunidad de guiar una cuadriga para perseguir a los enemigos o alcanzar lugares lejanos. Otras cuadrigas intentarán bloquearnos el paso y algunos de ellos saltarán sobre la nuestra, debiendo mover rápidamente el mando de Wii para deshacernos de ellos.

Perseguido por las calles y buscado como un fugitivo, el Príncipe descubre que las arenas le han contaminado y le llevan a convertirse en un Príncipe Oscuro, cuyo espíritu le irá poseyendo poco a poco...

Acrobacias de un Príncipe Persa
Si por algo se caracterizan las aventuras del Príncipe de Persia, es por las impresionantes y fluidas acrobacias del protagonista, utilizadas como guía para resolver puzzles situacionales y combates cuerpo a cuerpo. Exploración, destreza, ricos escenarios, brillantes animaciones y un trabajado argumento que nos va guiando linealmente en un desarrollo intenso y de dificultad ascendente, van dando fuerza y color a una aventura de acción sólida y seductora, que alcanza su “clímax” conforme el jugador comienza a exprimir las habilidades del Príncipe.

Gran parte de este mérito lo tiene su excelente sistema de control, ya muy bueno en su versión original con un mando convencional, y ahora engrandecido con los dos de Wii, pues en Rival Swords se juega con las dos manos.

Si para mover al Príncipe usaremos la palanca o joystick de dirección del Nunchuk, para realizar acciones básicas como saltar, rodar o trepar, usaremos el botón A del mando inalámbrico. Con este mando también podremos realizar movimientos de cámara, tanto con la cruceta, como girando el mando a derecha o izquierda. Realmente este nuevo modo de girar la cámara simultáneamente al giro del mando es útil y rápido, una implementación bastante lógica para los continuos cambios requeridos si pretendemos seguir con exactitud el movimiento del personaje.

Además de su mortal daga, el Príncipe puede utilizar otras armas secundarias en su otra mano. Cada una de estas armas cuenta con un número de golpes antes de romperse, así como un ataque especial. El Príncipe Oscuro no podrá recoger ningún arma adicional, su daga-látigo es más que suficiente…
Además de su mortal daga, el Príncipe puede utilizar otras armas secundarias en su otra mano. Cada una de estas armas cuenta con un número de golpes antes de romperse, así como un ataque especial. El Príncipe Oscuro no podrá recoger ningún arma adicional, su daga-látigo es más que suficiente…

Lógicamente, si ya has jugado con anterioridad a Prince of Persia sabrás (y si no es importante que lo sepas), que este giro de cámara no será suficiente para completar la aventura, siendo necesario cambiar a una vista panorámica en determinadas ocasiones (botón 1), así como mover la cámara libremente con la mencionada cruceta, para poder estudiar globalmente el escenario y localizar la forma correcta de superarlo.

Tampoco faltan en Rival Swords, dos de las capacidades que más juego y diversión le aportan al Príncipe, la de correr por las paredes (botón B del mando) y el combate, verdadero plato fuerte de interacción con los mandos de la consola.

Combate, sigilo y arriesgados combos
Cada uno de los dos mandos representará a un arma que llevemos equipada. Wiimote la daga o arma principal, y Nunchuk el arma secundaria. Moviendo rápidamente el wiimote en vertical realizaremos el ataque con daga; en cambio mover rápidamente el Nunchuk activará la matanza veloz, y servirá para atacar con el arma secundaria o el látigo en caso del Príncipe Oscuro.

Estas matanzas veloces son acciones sigilosas que sólo podremos desencadenar cuando nos aproximemos con discreción a los enemigos (bien por su espalda, bien cayendo encima), acabando con ellos de forma limpia en sólo un par de golpes si completamos la secuencia correctamente. Indudablemente no es un sistema infalible y a veces no resulta, pero cuando sucede y eliminamos limpia y rápidamente a un enemigo con precisos movimientos de los dos mandos de Wii en el momento exacto, es el no va más. Sencillo y sutil, pero muy efectivo e inmersivo.

Como ves, cada mando representa un arma y su movimiento genera una respuesta rápida del Príncipe, pero lo bueno es que su combinación da lugar a geniales combos para los que coordinar el movimiento de ambos mandos resultará fundamental, especialmente junto al botón Z del Nunchuk, que nos dará acceso a técnicas más complejas.

El sistema de matanza veloz nos permitirá realizar ataques devastadores con los que aniquilar a varios enemigos de un solo golpe. Para ello deberemos acercarnos con sigilo y realizar los movimientos en el momento exacto, pero si nos ven o escuchan, no habrá posibilidad.
El sistema de matanza veloz nos permitirá realizar ataques devastadores con los que aniquilar a varios enemigos de un solo golpe. Para ello deberemos acercarnos con sigilo y realizar los movimientos en el momento exacto, pero si nos ven o escuchan, no habrá posibilidad.

Una aventura de dos Príncipes
Rival Swords no es una aventura al uso, y en lugar de un solo protagonista, jugaremos con dos, el Príncipe de la Luz y su antagonista, el Príncipe Oscuro. Y es que al principio de forma involuntaria, posteriormente a nuestra elección, el Príncipe adquiere la maldición (o habilidad), de transformarse en el Príncipe Oscuro, una versión corrupta, despiadada y mortífera del Príncipe, con nuevos poderes, movimientos y armas. Este príncipe oscuro es mucho más poderoso en combate y cuenta con una versátil daga-látigo que puede usar para estrangular a los enemigos o colgarse en los escenarios (algunos sólo accesibles con ella), aunque su uso consume mucha energía que deberemos alimentar con Arenas del Tiempo que nos permitirán restaurar la vida del Príncipe Oscuro. La vida del Príncipe de la luz, se restaura en cambio con agua.

Ambos príncipes comparten movimientos y acrobacias, al igual que su gran interacción con elementos del entorno (salientes, escaleras, vigas, cajas, palancas…), complementándose como dos piezas de puzzle que encajan a la perfección, y que aportan un desarrollo mucho más compacto y variado al conjunto.

Otra cosa que comparten ambos Príncipes, y en mayor medida conforme progresa su aventura, son sus cuatro Poderes del Tiempo: retroceder y ralentizar el tiempo, y vientos y tormenta de arena (violentos ataques capaces de dañar a un buen número de enemigos cercanos). Todos ellos consumen en mayor o menor medida un número de depósitos de arena, debiendo estar muy al tanto durante todo el juego de recoger los que veamos por nuestro camino. Cada Príncipe tiene sus ventajas e inconvenientes que deberemos aprovechar en cada momento, aunque curiosamente los dos conviven en un mismo interior e incluso hablan entre ellos.

Los poderes del tiempo
Técnica y visualmente, Rival Swords mantiene el mismo nivel de calidad que vimos en su versión “Las Dos Coronas”, con una ambientación soberbia, animaciones muy fluidas, una suavidad constante durante todo el desarrollo y un apartado sonoro espléndido y totalmente en castellano, acompañado de colosales músicas. Un excepcional conjunto que funcionó de maravilla y que lo sigue haciendo hoy en día en Nintendo Wii, donde el nuevo esquema de control, si bien poniéndonos puntillosos no es tan sumamente preciso como el original con un mando clásico, si engrandece con creces la sensación de estar dentro de la aventura con un Príncipe más cercano al jugador, mucho más partícipe de nuestros gestos y menos “mecanizado”.

Muy Bueno

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Prince of Persia: Rival Swords

Por: El equipo de 3DJuegos
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Prince of Persia: Rival Swords es un estupendo “revival” de una, si no la mejor, aventura del Príncipe de Persia. Todo el encanto, soberbia ambientación y atractivo desarrollo están presentes, proporcionando una experiencia de juego mejorada gracias al completamente renovado sistema de control, que consigue que el jugador se sienta en este título, más Príncipe y acrobático que nunca.

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